Realidad Esencial




REALIDAD ESENCIAL




Bienvenidos al blog donde investigaremos sobre la Realidad, sobre lo que realmente somos más allá de las apariencias e ilusiones, sobre la no-dualidad.

Lee las entradas con una mente abierta dejando que los contenidos te "resuenen", lo que no puedas aceptar, déjalo para más adelante. No se trata de creer nada, más bien, se trata de investigar por si mismo lo que nos apuntan los grandes maestros. La experiencia nos confirma que somos un potencial inmenso, infinito de amor, inteligencia y energía (en palabras del maestro Antonio Blay) a actualizar, a llevar a la acción…



Espero te sientas a gusto en este espacio creado con amor.

Juani


jueves, 21 de agosto de 2025

Ya eres lo que estás buscando



Plantéate esta pregunta: tú ¿por qué buscas ese amor en relación con esa determinada persona o con tal situación?
Pues porque esto te hace sentir algo. Si no te hiciera sentir esto, no valorarías esa persona o situación. 
Luego, realmente, lo que tú buscas es sentir ese algo; la forma es sólo un medio.

Ahora bien, esto que sientes ¿de dónde te viene? ¿te lo da el otro? ¿o es una actualización que se produce en ti de algo que ya existe en ti mismo? 
Esa satisfacción, ese amor, esa plenitud que sientes al amar ¿te la está comunicando el otro?, ¿te da el otro algo que tú no tenías? ¿o simplemente el otro te está provocando una respuesta interior, un desbloqueo de algo que existía dentro?

- Puede ser que ya exista en mí, pero está claro que lo exterior sirve de estímulo.

- Si es producto de un estímulo, eso quiere decir que lo que buscas está dentro. Y si está dentro, quiere decir que se puede actualizar directamente sin necesidad del estímulo exterior.

Nosotros podemos realizar directamente la plenitud sin otro estímulo que el de darnos cuenta. 
En la medida que no nos damos cuenta de esto, de que la plenitud ya está presente, entonces hemos de andar buscando a través del exterior. Pero nada del exterior nos dará esa plenitud, y en cambio nosotros podemos vivirla directamente cuando descubrimos que lo único que hace el exterior es provocar mi respuesta interior.

Mi autorrealización es un fenómeno interno de conciencia que yo puedo vivir al instante en cuanto me abro al nivel más profundo de mí mismo. 
Sin embargo, la vida entonces sigue; eso quiere decir que mi cuerpo seguirá con sus funciones biológicas, mi afectividad seguirá con sus procesos afectivos y mi mente con su capacidad de comprender y de hacer.

La vida y la realización son dos cosas distintas. La vida tiene su dinamismo propio. A la existencia no le importa que nosotros nos realicemos o no; la vida no está para eso. Nosotros queremos utilizarla para eso porque creemos que éste es su objeto, pero no es así. 

La vida en sí es ya la expresión de una plenitud. Pero cómo nosotros vivimos un vacío, creemos y esperamos que la vida sirva para ir llenando este vacío. Pero esta es una interpretación que hacemos nosotros; no es así.

El día en que tú seas tú del todo, el día en que tú vivas plenamente consciente del amor-felicidad que eres, entonces ya no esperarás nada de la vida porque no necesitarás nada, y es cuando serás un elemento realmente eficaz en tu expresión dentro de la dinámica de la vida.

- No veo por qué ha de haber necesariamente una relación entre la propia plenitud y la capacidad de amar.

- ¿Tú, cuándo amas más? ¿cuándo te sientes vacío de corazón o cuando te sientes lleno a rebosar de satisfacción? 
Si por dentro yo estoy hueco, vacío, yo estaré intentando llenarme con lo externo, con los demás. En cambio, si yo vivo completo, tendré cada vez más amor por todos, porque no busco nada en el otro, pues ya vivo completo.
Cuando he comido mucho ya no busco alimento, pero si estoy con el estómago vacío, con un hambre atrasadísima, estoy buscando alimento por todas partes; en cambio, si estoy lleno, puedo dar de lo que tengo.

Mientras tú estés buscando llenar un vacío dentro, todo lo exterior será un instrumento, será un medio consciente o inconsciente para eso.

A. Blay

miércoles, 20 de agosto de 2025

Meditar


Meditación es estar atentos y plenamente conscientes, segundo a segundo, de nuestros pensamientos y sentimientos, de nuestro cuerpo y movimientos, de todo nuestro entorno.

Hemos sido condicionados para pensar, y que para mejorar nuestra vida debemos esforzarnos. La meditación es un no hacer y se efectúa casi sin esfuerzo. Se trata de relajarnos y permitir que suceda. Este renunciar al impulso compulsivo de hacer, nos lleva al nivel más profundo de relajación psicológica posible en estado de vigilia. 
Igualmente, podemos obtener todos los beneficios, si estamos en movimiento plenamente concientes de lo que hacemos. 

La práctica regular nos permite el placer de la experiencia del estado alfa, con gran cantidad de beneficios, alivio de las presiones de la mente, claridad y tranquilidad emocional, y también recarga y equilibrio de nuestras energías, resultando curativa a un nivel muy profundo. 
La esencia de cualquier forma de meditación es prestar atención pasiva, relajada, sin juicios. Es un estado abierto de consciencia, una “expansión para incluir” y un “permanecer en contacto” con todo lo que se está presenciando y al mismo tiempo también somos conscientes de nosotros mismos como un testigo.

El meditador, sentado o en movimiento presencia su propio proceso de pensamiento sin implicarse, al principio llegarán preocupaciones, recuerdos, pensamientos de futuro, emociones que intentarán arrastrarnos perdiendo ese espacio de testigo y teniendo que regresar a presenciar una y otra vez, sin culparnos, incluyendo en la observación esa parte de nosotros que se impacienta con estas distracciones. 
Con la práctica, cada vez será más fácil y romperemos el hábito de dejarnos arrastrar por nuestros pensamientos y sentimientos. El objetivo de la meditación es centrarse en el aquí y ahora, en el presente. Nosotros estamos donde está nuestra atención. El estar en el presente, es salir de los automatismos, contemplar lo que sucede con ojos puros y responder a las situaciones de una manera espontánea y apropiada, no mecánica.

Practicar la meditación es recordarnos lo que realmente somos; no somos los pensamientos, ni el cuerpo, ni nuestros sentimientos, ya que podemos observarlos y nos damos cuenta que estamos separados de ellos. 
En nuestro nivel profundo, no somos nuestros nombres, ni la etiqueta de hombre o mujer, clase social, ni títulos académicos u oficios (son actividades, no lo que somos). 
Al final, cuando hemos abandonado nuestras falsas identificaciones, sólo queda la esencia, el ser.

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