tag:blogger.com,1999:blog-31166159393584209622024-03-12T12:36:53.842+01:00REALIDAD ESENCIAL“La realidad de conciencia es la base de los estados mentales, es la observación de los cambios, de todo surgimiento y crecimiento, desarrollo y consecuente decadencia, de todo lo que se construye y se destruye. El universo se muestra como un espejo del propio movimiento del si mismo como conciencia reflejada. Y esta comprensión silenciosa, libre de la idea de estar comprendiendo, es pura plenitud que llena el vacío producido por la ausencia de ego.” NisargadathaJuanihttp://www.blogger.com/profile/11734344407541051757noreply@blogger.comBlogger228125tag:blogger.com,1999:blog-3116615939358420962.post-51482059652243990532024-03-12T12:32:00.005+01:002024-03-12T12:36:02.039+01:00Cuentito para reflexionar<p> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEg8yfvTu4a3ekZRlLdkMqR21wEc0OecGe1-_2_20duavfqbsRquvYPQY_ssc0zN8PQkLcbbpjwpYuYwJ0JZMLxXa8kPz28A7dyH4LLQytxSTFtfWa6EC7bXYpuQpjsX_5IvY6UTRbjjDRMkM8h1pGjXAyNMPKzeAzPWk3ahYNJeNWNgtaG1dZRNI3MzEcg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img alt="" data-original-height="405" data-original-width="356" height="299" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEg8yfvTu4a3ekZRlLdkMqR21wEc0OecGe1-_2_20duavfqbsRquvYPQY_ssc0zN8PQkLcbbpjwpYuYwJ0JZMLxXa8kPz28A7dyH4LLQytxSTFtfWa6EC7bXYpuQpjsX_5IvY6UTRbjjDRMkM8h1pGjXAyNMPKzeAzPWk3ahYNJeNWNgtaG1dZRNI3MzEcg=w320-h299" width="320" /></a></p><span style="color: #783f04; font-family: georgia;">Era un joven que había decidido seguir la vía de la evolución interior. <br /><br />Acudió a un maestro y le preguntó: <br /><br />- Guruji, ¿qué instrucción debo seguir para hallar la verdad, para alcanzar la más alta sabiduría? <br /><br />El maestro le dijo: <br /><br />- He aquí, jovencito, todo lo que yo puedo decirte: todo es el Ser, la Conciencia Pura. De la misma manera que el agua se convierte en hielo, el Ser adopta todas las formas del universo. <br /><br />No hay nada excepto el Ser. Tú eres el Ser. <br />Reconoce que eres el Ser y habrás alcanzado la verdad, la más alta sabiduría. <br /><br /><br />El aspirante no se sintió satisfecho. Dijo: <br /><br />- ¿Eso es todo? ¿No puedes decirme algo más? <br /><br /><br />- Tal es toda mi enseñanza -aseveró el maestro-. No puedo brindarte otra instrucción. <br /><br /> <br />El joven se sentía muy decepcionado, pues esperaba que el maestro le hubiese facilitado una instrucción secreta y algunas técnicas muy especiales, incluso un misterioso mantra. <br /><br />Pero como realmente era un buscador genuino, aunque todavía muy ignorante, se dirigió a otro maestro y le pidió instrucción mística. <br /><br /><br />Este segundo maestro dijo: <br /><br />- No dudaré en proporcionártela, pero antes debes servirme durante doce años. Tendrás que trabajar muy duramente en mi ashram (comunidad espiritual). <br /><br />Por cierto, hay un trabajo ahora disponible. Se trata de recoger estiércol de búfalo. <br /><br /><br />Durante doce años, el joven trabajó en tan ingrata tarea. <br /><br />Por fin llegó el día en que se había cumplido el tiempo establecido por el maestro. <br /><br />Habían pasado doce años; doce años recogiendo estiércol de búfalo. <br /><br /><br />Se dirigió al maestro y le dijo: <br /><br />- Maestro, ya no soy tan joven como era. El tiempo ha transcurrido. Han pasado una docena de años. Por favor, entrégame ahora la instrucción. <br /><br />El maestro sonrió. Parsimoniosa y amorosamente, colocó una de sus manos sobre el hombro del paciente discípulo, que despedía un rancio olor a estiércol. <br /><br /><br />Declaró: <br /><br />- Toma buena nota. Mi enseñanza es que todo es el Ser. Es el Ser el que se manifiesta en todas las formas del universo. Tú eres el Ser. <br /><br />Espiritualmente maduro, al punto, el discípulo comprendió la enseñanza y obtuvo iluminación. Pero cuando pasaron unos momentos y reaccionó, dijo: <br /><br />- Me desconcierta, maestro, que tú me hayas dado la misma enseñanza que otro maestro que conocí hace doce años. <br /><br />¿Por qué habrá sido? <br /><br />- Simplemente, porque la verdad no cambia en doce años, tu actitud ante ella, sí. <br /><br /> <br />El Maestro dice: <br /><br />Cuando estás espiritualmente preparado, hasta contemplar una hoja que se desprende del árbol puede abrirte a la verdad. <br /></span><br /> <div><br /></div>Juanihttp://www.blogger.com/profile/11734344407541051757noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3116615939358420962.post-44734993071041385842024-02-07T10:48:00.006+01:002024-02-07T10:48:50.920+01:00La Realidad<p style="text-align: center;"> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhy7WXovK9BazlQ-k_RgNZ3PVxs7zUX3S0z84rwOSpH-QQJBFgxVIB-Xm8bNPbfg5-JQVGWvQGcx7y698k8oZ8Dyj_s7RHfXy5t6ePeaH1CSSc1fLuCcAYLT2hY8tGeG4C9zRorf91koIOZR9BYovi0MR0bHgRjiW0aveaFDNy-0fxL9Ubqh3Q9FZNS858" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img alt="" data-original-height="305" data-original-width="543" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhy7WXovK9BazlQ-k_RgNZ3PVxs7zUX3S0z84rwOSpH-QQJBFgxVIB-Xm8bNPbfg5-JQVGWvQGcx7y698k8oZ8Dyj_s7RHfXy5t6ePeaH1CSSc1fLuCcAYLT2hY8tGeG4C9zRorf91koIOZR9BYovi0MR0bHgRjiW0aveaFDNy-0fxL9Ubqh3Q9FZNS858=w400-h225" width="400" /></a></p><p><span style="background-color: white; color: #783f04; font-family: georgia; font-size: 15.84px; text-align: justify;">Vivir la realidad es eminentemente vivir el presente; es descubrir que sólo existe el presente y que el presente es una totalidad, y que ahora yo no estoy viviendo esa totalidad porque hay una parte de mi que está pendiente del pasado que llevo dentro no liquidado, y esa parte del pasado no liquidado que llevo dentro es la que se proyecta mecánica e inevitablemente en un deseo de futuro determinado, entonces, este juego de que mi pasado dentro se está proyectando hacia mi futuro, mi idea de futuro, está impidiendo que yo viva toda la realidad que soy, y que encuentre la plenitud en el presente.</span></p><span style="background-color: white; color: #783f04; font-family: georgia; font-size: 15.84px;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Realizarse es eliminar toda esa carga, todo ese lastre que llevamos del pasado; y cuando eliminamos todo esto, la necesidad compulsiva de proyectar hacia el futuro desaparece, y entonces, la persona descubre la dimensión ilimitada del presente, del instante. Sólo existe el instante, pero estamos resbalando por encima de ese instante porque no tenemos disponibilidad interior para vivir la situación hasta el fondo y desde el fondo, entonces, esta inercia mecánica que está funcionando en mí, constantemente me hace interpretar el presente en función del pasado y proyectarlo en función del futuro y eso es una distorsión que me está impidiendo vivir mi propia realidad a fondo, ahora, mucho más la realidad de los demás y de las cosas, porque siempre el cristal estará empañado por un pasado que me está echando sus motas negras.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Lo que afecta a la mente no es el que existan percepciones y fenómenos de conciencia, lo que afecta a la mente son todas las cosas vividas que yo no he liquidado, son todos los asuntos pendientes, deseos y temores que subsisten dentro, todo lo que son experiencias no finiquitadas, o sea no vividas del todo, no digeridas del todo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Cuando era pequeño y luego de grande porque ya lo he aprendido, cuando tengo una experiencia desagradable, procuro olvidarme de ella, cuanto más pronto mejor, entonces, busco un estímulo que me sustituya esa cosa desagradable y esto impide que yo viva aquella experiencia desagradable del todo, que haga la digestión mental de ello, entonces esto yo lo corto, quiero que no exista porque es desagradable, lo estoy inhibiendo y así corto su digestión consciente; esto quedará allí, cortado, inhibido, no seré consciente de ello, pero estará empujando desde dentro constantemente y se traducirá en una tendencia a desear o temer, según sea la experiencia.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Si es una experiencia de dolor proyectará en mí el miedo a todas las situaciones similares a esa, inevitablemente, sin saber por qué; si la experiencia es agradable proyectará mi deseo hacia esa experiencia agradable para que esta se repita una y otra vez. Como nuestra vida está llena de cosas agradables y desagradables que no hemos vivido a fondo, nuestra mente es un tejido, una red que está llena de cosas pendientes y es por eso que nuestra cabeza no para nunca, y esto viene de toda la agitación interior que hay constantemente y afecta hasta el dormir en profundidad, porque hay tal cantidad de material dentro que está tratando de liquidarse, incluso a nivel inconsciente que no se puede llegar a descansar en profundidad.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Porque todo asunto interior que no se ha vivido totalmente, tiende a quererse vivir totalmente, entonces es esa dinámica interior que me está proyectando compulsivamente hacia algo, lo que interfiere; no es el recuerdo del pasado, es la agitación mental, emocional, vital que está implicando este pasado no completado, no vivido totalmente. Ej. Si yo he tenido problemas de sentirme disminuido, menospreciado, habrá en mí una absoluta necesidad de resolver esa situación, y resolverla definitivamente, porque sino, estaré repitiendo el mismo problema una y otra vez, y mientras yo no elimine la situación a fondo, eso actuará compulsivamente a pesar mío.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><i>Extraído de una conferencia de Antonio Blay</i></div><div style="text-align: justify;"><i><br /></i></div><div style="text-align: justify;"><i><br /></i></div></span>Juanihttp://www.blogger.com/profile/11734344407541051757noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3116615939358420962.post-67353070677072341852024-01-29T15:39:00.005+01:002024-01-29T15:39:44.699+01:00Atención Plena<p style="text-align: center;"> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjQO9IAlwUrklPP_VEEaRsJ8q-UTNPW3zabsVEgSMif6pQWzjSDXqX7ljl7moFmXvfc_paO_H_6X1wbZ6nvGI7x_BvKj8GnBMwESgeyBTf-Jl5P3g1wqu8WCkdvOY14Nagba7RMDfb3xbCqB1NuMSqCS1_n20M7Y5bsbYwPjTjmVc5Qi7tVRpVTYcwR-gc" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img alt="" data-original-height="278" data-original-width="444" height="250" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjQO9IAlwUrklPP_VEEaRsJ8q-UTNPW3zabsVEgSMif6pQWzjSDXqX7ljl7moFmXvfc_paO_H_6X1wbZ6nvGI7x_BvKj8GnBMwESgeyBTf-Jl5P3g1wqu8WCkdvOY14Nagba7RMDfb3xbCqB1NuMSqCS1_n20M7Y5bsbYwPjTjmVc5Qi7tVRpVTYcwR-gc=w400-h250" width="400" /></a></p><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><div style="text-align: justify;">La atención a la que aquí nos referimos no es la que consiste en fijar la mente en algún objeto o idea de un modo exclusivo, sino más bien la que resulta del especial estado de la mente que significamos con los términos «estar muy despierto», «ser plenamente consciente» y «tener la mente vigilante, alerta y despejada».</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Es el estado mental que se produce al adoptar la actitud compuesta simultáneamente de interés, deseo de comprender, expectación y amplitud mental. Es el estado de atención general pero apoyándose muy especialmente en la intención de estar más despierto, más consciente, más atento. Es la conjunción de la mente, como principio de intelección y de la voluntad, como principio de acción.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">La mayor parte de las personas viven habitualmente y sin darse cuenta de ello con un nivel de atención extraordinariamente bajo. Sólo esporádicamente, y como consecuencia del interés que provocan determinados estímulos internos o externos, se despierta un poco de atención.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Así, por ejemplo, el dolor, el hambre o el amor son estímulos internos que avivan la mente, y un hecho que se sale de lo corriente o un acertijo que hay que resolver, son estímulos externos que despiertan igualmente la atención. Pero una vez desaparecidos los estímulos que tenían un definido interés para la persona, parece como si la mente se apagara de nuevo parcialmente, disminuyendo por igual su agudeza de percepción y la amplitud de su capacidad de reacción.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La mente sigue funcionando, pero de un modo restringido, sujeta a un ciclo de automatismos de amplitud muy limitada. En esta disposición, la conducta de las personas está prácticamente determinada por completo por la resultante de la inercia de los condicionamientos interiores más habituales, sean del signo que sean, y por la reacción más fácil ante los limitados estímulos externos que son así capaces de registrar.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Esta tendencia a la pasividad mental es tan fuerte que incluso la vida en una populosa ciudad moderna, cuyo ritmo y complejidad obligan a «ir con los ojos muy abiertos», no basta para que la gente se despierte por completo y viva de un modo más consciente.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El cultivo de esta clase de atención es la mejor «gimnasia» que puede hacer la mente para alcanzar su pleno desarrollo y madurez.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>Sus principales efectos, cuando está ya bien consolidada, pueden resumirse como sigue:</b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">- Aumenta la capacidad receptiva, permitiendo registrar mayor número de estímulos procedentes tanto del exterior como del interior del propio sujeto.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">- Mejora la capacidad de fijación de las percepciones, aumentando por lo tanto, la memoria en general.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">- Facilita la comprensión inmediata de las ideas, personas y situaciones.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">- La mente dispone con mayor facilidad de todos los datos que tiene a su disposición, por lo que sus razonamientos y conclusiones serán más lúcidos y acertados.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">- Favorece la constante visión de conjunto, impidiendo caer en exclusivismos o parcialidades.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">- Aumenta la potencia de la mente y, por consiguiente, su poder de irradiación.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">- Da mayor facilidad para concentrarse a voluntad sobre cualquier tema y, en general, aumenta el dominio de todas las facultades mentales.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">- Estimula la percepción intuitiva procedente del nivel superior de la mente, gracias a la cual verá nuevas posibilidades y soluciones en cada situación.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">- Facilita la visión inmediata de la esencia de los problemas, por dirigir automáticamente su mirada al núcleo de los mismos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">- Produce una permanente actitud positiva frente a las situaciones, erigiendo una poderosa barrera ante los estados negativos que pudieran intentar emerger del interior.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><i>Antonio Blay</i></div><div style="text-align: justify;"><i><br /></i></div><div style="text-align: justify;"><i><br /></i></div><div style="text-align: justify;"><i><br /></i></div></span>Juanihttp://www.blogger.com/profile/11734344407541051757noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3116615939358420962.post-8321505888934261492024-01-05T22:41:00.000+01:002024-01-05T22:41:03.526+01:00Relaciones y conflicto (Antonio Blay)<div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjZe0iEda91xEaDG27P2MxxrhSfjcCDlhAwN_zDXYeGZTLXw27JoAHgQ9We6J5ZIL3j890BnHD0KUQlFN2LM88eZlEkP-gzU8JyqwOkiEikpzgk8_P7_lqGPeMOjUs4d_y8BNKOBFniG_0SMBTCoOd6FyumPIa-ji-r1W-FLAe2pVTFPwfuE7EMr4QlDdo" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="376" data-original-width="564" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjZe0iEda91xEaDG27P2MxxrhSfjcCDlhAwN_zDXYeGZTLXw27JoAHgQ9We6J5ZIL3j890BnHD0KUQlFN2LM88eZlEkP-gzU8JyqwOkiEikpzgk8_P7_lqGPeMOjUs4d_y8BNKOBFniG_0SMBTCoOd6FyumPIa-ji-r1W-FLAe2pVTFPwfuE7EMr4QlDdo=w400-h266" width="400" /></a></div><br /><span style="color: #783f04; font-family: georgia;">Cada vez que eres capaz de aceptar profundamente, de amar, de comprender, de entrar en sintonía con el otro, estás poniéndote en unidad contigo mismo, con una porción de ti mismo, de tu consciencia, además de ponerte en armonía con la otra persona. Tus enemigos exteriores son tus enemigos interiores.</span></div><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Cuando aprendes a distinguir a la persona, de lo que es su acción (su modo de funcionar), uno puede aceptar profundamente a la persona, porque en el fondo está hecha de lo mismo que estoy hecho yo: de una capacidad de comprender, de una capacidad de ser feliz, de una capacidad de actuar, y además, está tratando de buscar su propia plenitud, su propia realidad, tal y como la estoy buscando yo. </div><div style="text-align: justify;">Entonces siento que hay una vinculación profunda de persona a persona, siento que podemos estar viviendo el mismo argumento, que estamos juntos en la misma aventura, aunque su modo de hacer sea muy distinto (y a veces, contrapuesto) a mi propio modo de hacer, y aunque estos modos de hacer, a veces, impliquen una oposición, una lucha.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Cuando hay un enfrentamiento, es totalmente constructivo, totalmente creador. Pero cuando yo confundo el modo de hacer con el ser, entonces la lucha, es totalmente destructiva.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Es evidente que puede haber dificultades. Lo importante es ver en qué medida yo, como persona, soy capaz de comprender al otro como persona, a parte de lo que nos diferencia.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En la medida en que yo me viva a mi mismo profundamente, entonces soy capaz de comprender a la otra persona, y, al ver que hay algo profundo esencial que nos une, podré tratar las diferencias, y puede haber polémica y salir todo lo necesario, pero tendrá un carácter muy distinto a lo que se suele vivir habitualmente, en forma de oposición de persona a persona.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Las dificultades surgen siempre que hay una no comprensión y una no aceptación; ahora bien, comprendiendo y aceptando la dificultad fundamental desaparece, lo cual no significa que no desaparezca la confrontación, la interacción; puede haber lucha, y hasta intensa, pero será dentro de una base de armonía.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Esto parece algo inconcebible, porque estamos acostumbrados a que para luchar por algo, tengamos que ir en contra de, y no es así. Yo puedo estar totalmente de acuerdo con la otra persona, como persona, pero a la vez defender, lo que considero mi verdad, o bien frente a lo que el otro defiende, y a la vez, estar profundamente vinculados.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">No hay motivos para rechazar a la otra persona, esto lo hacemos, porque estamos viviendo en la idea que nos formamos, que tiende a rechazar todo aquello que se vive como peligro hacia su propio valor, hacia su propio desarrollo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Todo esto se vive, luego de un trabajo de maduración, sin ese trabajo, se ve como muy difícil; pero visto en un marco de desarrollo, de una maduración de la consciencia profunda, entonces esto no presenta mayor dificultad, aunque no sea fácil.</div></span><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div> Juanihttp://www.blogger.com/profile/11734344407541051757noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3116615939358420962.post-56195879237877002592023-12-28T13:18:00.001+01:002023-12-28T13:33:32.392+01:00La conciencia del instante presente<p style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgPegCE3xeD7eVsYh_8W7iM_MkYrgdIQJrLo3-8HE1bvEQoBubFpR-iDN1tgCIyoeqwgXoJst8AwIBKpR4zbk_C7gfasyvcr8op590B5R0qWpmColyNvYGW63P_2GNbXNQh9Et-po0Xrop4r2fmMatnmIpsLT1D4TTEUlUuRW8p0gG9_zd-iS6rS-xZWq0" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img alt="" data-original-height="440" data-original-width="659" height="268" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgPegCE3xeD7eVsYh_8W7iM_MkYrgdIQJrLo3-8HE1bvEQoBubFpR-iDN1tgCIyoeqwgXoJst8AwIBKpR4zbk_C7gfasyvcr8op590B5R0qWpmColyNvYGW63P_2GNbXNQh9Et-po0Xrop4r2fmMatnmIpsLT1D4TTEUlUuRW8p0gG9_zd-iS6rS-xZWq0=w400-h268" width="400" /></a></p><p></p><span style="color: #783f04;"><div style="text-align: center;"><i><b><span style="font-family: trebuchet;">A cada instante se derrama sobre nosotros una vida gozosa, abundante y saludable. </span></b></i></div><div style="text-align: center;"><i><b><span style="font-family: trebuchet;">Cuando «vivimos en el tiempo», la vasija de nuestro ser se vuelve boca abajo.</span></b></i></div><div style="text-align: center;"><i><b><span style="font-family: trebuchet;"> Y así, desperdiciamos nuestra experiencia vital intentando conseguir»; </span></b></i></div><div style="text-align: center;"><i><b><span style="font-family: trebuchet;">en lugar de recibir.</span></b></i></div><div style="font-family: georgia; text-align: center;"><br /></div><div style="font-family: georgia; text-align: justify;">La conciencia del instante presente no es una idea o un concepto; es una experiencia. Es una manera de ser que no supone esfuerzo alguno, que es un derecho de nacimiento de cada ser humano de este planeta. Y el entrar en ella ahora es una consecuencia inevitable de nuestra acelerada evolución. Nos invita aquí y ahora a todos los que estemos dispuestos a recibir sus bendiciones. Nos llama a cada uno de nosotros con una voz queda que dice: «¡Detente! No hay lugar adonde ir ni nada que hacer, pero sí que hay todo que ser».</div><div style="font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="font-family: georgia; text-align: justify;">La conciencia del instante presente es un estado del ser en el cual integramos sin ningún esfuerzo la presencia divina con la que estamos, en cada instante en el que estamos para que podamos responder conscientemente a cada experiencia que tenemos. Y, cuando se consigue esto, nuestra respuesta es siempre la misma: gratitud; una corriente de gratitud que nos libera de todas nuestras ilusiones.</div><div style="font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="font-family: georgia; text-align: justify;">Entrar en tal estado puede parecer difícil y complicado cuando estamos viviendo en el tiempo y, sin embargo, no requiere ningún esfuerzo, y es completamente natural, porque la conciencia del instante presente es un derecho de nacimiento del ser humano.</div><div style="font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="font-family: georgia; text-align: justify;">Buscamos encontrar algo que sabíamos que habíamos perdido, para darnos cuenta de que hemos estado buscando algo que, en realidad, ya nos había encontrado a nosotros.</div><div style="font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="font-family: georgia; text-align: justify;">Es en nuestra interacción con lo que nos sucede justo ahora, donde sembramos las semillas de lo que va a suceder más allá de las fronteras de esta experiencia vital.</div><div style="font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="font-family: georgia; text-align: justify;">Al estar Presentes podemos ver que la calidad de las semillas que sembramos en un momento dado, está en función de si optamos por reaccionar o por responder a nuestras experiencias.</div><div style="font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="font-family: georgia; text-align: justify;">Reaccionar ante una experiencia significa que estamos tomando nuestras decisiones basándonos en lo que pensamos que nos sucedió ayer y en lo que pensamos que puede sucedemos mañana.</div><div style="font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="font-family: georgia; text-align: justify;">Sólo respondemos a nuestras experiencias cuando tomamos decisiones basándonos en lo que nos sucede aquí y en este momento. Sólo es posible responder a las experiencias cuando desaprendemos los comportamientos y los sistemas de creencias que nos llevan a reaccionar.</div><div style="font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="font-family: georgia; text-align: justify;">Los dos instrumentos más importantes que tenemos a nuestra disposición como seres conscientes que somos: la atención y la intención.</div><div style="font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="font-family: georgia; text-align: justify;">La atención es el instrumento de nuestro cuerpo mental. La intención es el instrumento de nuestro cuerpo emocional.</div><div style="font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="font-family: georgia; text-align: justify;">Todos hacemos uso de la atención y de la intención para dirigirnos, atravesar y salir automáticamente de todas nuestras experiencias vitales. Por lo general, esto lo hacemos inconscientemente, conviene aprender a hacerlo conscientemente.</div><div style="font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="font-family: georgia; text-align: justify;">Al estar en Presencia, nos distanciarnos de nuestras experiencias y las observamos desde la distancia, y esto nos proporciona la ocasión de darnos cuenta de que no hay nada en nosotros que esté mal, que no estamos fragmentados. Al contrario, nos permite integrar la idea de que es la calidad de las experiencias que estamos teniendo en el “tiempo” lo que necesita recuperar el equilibrio.</div><div style="font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="font-family: georgia; text-align: justify;">De este modo, comenzamos a ver con claridad que existe una diferencia entre quién somos y qué somos, por una parte, y las experiencias que estamos teniendo, por la otra.</div><div style="font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="font-family: georgia; text-align: justify;">Llevar la conciencia a la respiración es el instrumento más accesible y eficaz que tenemos para fijar nuestra atención en el momento presente.</div><div style="font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="font-family: georgia; text-align: justify;">La mayoría de las personas se pasa las horas de vigilia pensando en circunstancias del pasado o bien en acontecimientos que están por venir. Inconscientemente, nuestra mente se entrega casi exclusivamente a esta actividad. Se trata de una adicción y aflicción mental que tiene prisionera a la humanidad en un mundo interior ilusorio, que se refleja externamente en el actual desequilibrio planetario.</div><div style="font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="font-family: georgia; text-align: justify;">Este estado ilusorio e inarmónico por vivir en el tiempo, se produce por no vivir la conciencia del instante presente y, no se es consciente de las consecuencias. Nos resulta imposible controlar consciente y responsablemente la calidad de nuestras experiencias vitales, estar verdaderamente disponible para prestar ayuda a los que nos rodean, o vivenciar nuestra íntima conexión con toda la vida, a menos que hayamos alcanzado cierto nivel de conciencia del instante presente.</div><div style="font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="font-family: georgia; text-align: justify;">Sin la conciencia del instante presente, es imposible ver la conexión que existe entre causa y efecto. Un ser que esté presente no puede causar daño intencionadamente a otras formas de vida, dado que la naturaleza de íntima conexión de la conciencia del instante presente le permite a uno sentir las consecuencias de su propio comportamiento.</div><div style="font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="font-family: georgia; text-align: justify;">Sin embargo, no estamos del todo perdidos dentro de ese ilusorio paradigma basado en el tiempo porque, dentro de cada uno de nosotros, existe un cordón umbilical que nos conecta con el paradigma del instante presente: nuestra respiración.</div><div style="font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="font-family: georgia; text-align: justify;">La respiración es un cordón umbilical porque no existe respiración en el pasado, y no existe respiración en el futuro. Tomando conciencia de la respiración, activamos un instrumento potente y fiable que nos permite retirar conscientemente nuestra atención del pasado y del futuro, y, colocarla automáticamente en el instante presente.</div><div style="font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="font-family: georgia; text-align: justify;">Concentrando nuestra atención y nuestra intención en la respiración, invitamos a un aspecto de nuestra conciencia a permanecer conscientemente anclado en el instante presente. Y este sencillo procedimiento tiene unas profundas consecuencias.</div><div style="font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="font-family: georgia; text-align: justify;">Una de ellas es que, automática y efectivamente, activa un proceso que nos revela a qué nos aferramos consciente e inconscientemente del pasado o adonde nos proyectamos en el futuro. Y esto lo consigue al hacernos conscientes de nuestros recuerdos reprimidos y no integrados, para poder integrarlos, sanarlos.</div><div style="font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="font-family: georgia; text-align: justify;"><i>M. Brown</i></div><div style="font-family: georgia; text-align: justify;"><i><br /></i></div></span>Juanihttp://www.blogger.com/profile/11734344407541051757noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3116615939358420962.post-72110015261495527992023-12-28T10:48:00.003+01:002023-12-28T10:48:19.642+01:00Lo que valoro y lo que Soy<div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhAUMvA6Lxr9184n9Z2nQa1hSjlkCW1XJLv11Fma5XdgPgqlQHF1nTKxscV8vGVSdOHwtoFElB10FH-bud_W0yVqxvc23iIwtab9tFW7fW439chEdK4xr52ZY0RctqRn4EOZbIafpTKk9l2QI_8jxvLs3L3rijtP-k6YM22ROume6mD-Ymwsw-OmhjSEXY" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="320" data-original-width="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhAUMvA6Lxr9184n9Z2nQa1hSjlkCW1XJLv11Fma5XdgPgqlQHF1nTKxscV8vGVSdOHwtoFElB10FH-bud_W0yVqxvc23iIwtab9tFW7fW439chEdK4xr52ZY0RctqRn4EOZbIafpTKk9l2QI_8jxvLs3L3rijtP-k6YM22ROume6mD-Ymwsw-OmhjSEXY=s16000" /></a></div><br /></span><span style="color: #783f04; font-family: georgia;">Cuando nos encontramos en un estado de desorden, lo primero que deberíamos hacer es adentrarnos en nosotros mismos, hacer unos momentos de silencio y empezar a descubrir lo que realmente hay en nuestro interior. Descubrir los valores. Entonces la meditación se hará muy sencilla, movida por esos valores.</span></div><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Alguien podría decir que no tiene esa demanda, esa necesidad de investigar, pero ¿no la tiene realmente?. Se puede mirar despacio, para descubrir si se tiene o no esa demanda de valores. Empecemos por ver que es lo que me mueve en la vida cotidiana. Si lo que quiero es estar tranquilo, que me quieran, tener dinero, una casa nueva, viajar, que me valoren, que me respeten, da lo mismo... Todos los deseos, los que me parecen buenos o los que me parecen menos buenos o malos provienen del mismo origen; de esa necesidad de los valores, de esa necesidad de la manifestación de lo Real en nosotros. Vienen del anhelo de fuerza, de potencia de ser, de amor y de claridad de la Inteligencia.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Pero es necesario descubrir en nosotros la potencia de ser para que desaparezca la sed del deseo. Es entonces cuando surge la demanda de la meditación, porque ese deseo de triunfo, de ser poderoso, de tener cosas, no es más que la expresión externa del anhelo de ser, de ser de Verdad.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Si cuando me encuentro ante el escaparate de una tienda, investigo el origen de mi deseo por lo que he visto a la venta, comprobaré que detrás de ese deseo hay un anhelo de algo mayor, que en este caso podría ser de belleza. Si me quedo contemplando la Belleza, comprobaré que está en mí y que por ignorancia, el anhelo de ella ha creado mi deseo. Todos los valores están ahí, en lo profundo de la conciencia. Contemplo la Belleza y soy Belleza. Contemplo el Amor y soy Amor, contemplo el Poder, la Fuerza, y soy Poder y Fuerza.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Y contemplando voy penetrando en lo profundo, porque es el hilo conductor que me lleva por la Belleza, la Fuerza, el Poder, hacia la conciencia profunda que soy.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Todo esto se encuentra después de uno o mil intentos, no se sabe cuando, pero hay un momento en el que algo, como una gracia, hace su aparición y sucede lo que tantas veces hemos estado intentando y no hemos alcanzado. Y este descubrimiento compensa con creces el tiempo invertido en intentarlo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Queríamos tener una vida maravillosa y no nos damos cuenta de que lo que anhelamos está ya en la conciencia. Queremos cambiar la vida por fuera sin darnos cuenta de que eso no es posible.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Esto es tan abstracto que nuestra mente no se lo puede creer. Solamente vivenciando el silencio llegamos a descubrir lo divino, lo sagrado, la realidad absoluta que somos. Estoy aquí y ahora, pero ¿qué es lo que realmente soy? No soy estos pensamientos cambiantes que pasan por mi mente y que no se de donde vienen. No soy estas sensaciones de mi cuerpo que aparecen y desaparecen. No soy esos sentimientos, estas emociones, sentirme bien o sentirme mal, que son pasajeros. ¿Donde está lo permanente en mí?.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Si me quedo en el "darme cuenta", el silencio cobrará vida para mí, será algo creativo, que me llevará a lo que realmente soy, aquello desconocido que está por descubrir.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><i>Consuelo Martin</i></div><div style="text-align: justify;"><i><br /></i></div></span>Juanihttp://www.blogger.com/profile/11734344407541051757noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3116615939358420962.post-37175631543161278602023-07-02T16:47:00.002+02:002023-07-02T16:47:33.840+02:00La Realidad<div style="text-align: justify;"><span style="color: #7f6000; font-family: georgia;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEie2o2_4sgTxqdmLWeaRVT_Str_0_7B7Lj5gZeKtwhxU-KroZdv6qG1ni972pC8EP4EpAYM30SEV7-9YvmVdDO4OIxjObbrBlr2ubjB5uK_r9iaWELet4hB47utBlTQPCM__RbQNbF6tXWaIZIIzIblbjJgqaUno7bqUZGMldtHnxe3Uf_bqulOpMyZtSA" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="438" data-original-width="583" height="301" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEie2o2_4sgTxqdmLWeaRVT_Str_0_7B7Lj5gZeKtwhxU-KroZdv6qG1ni972pC8EP4EpAYM30SEV7-9YvmVdDO4OIxjObbrBlr2ubjB5uK_r9iaWELet4hB47utBlTQPCM__RbQNbF6tXWaIZIIzIblbjJgqaUno7bqUZGMldtHnxe3Uf_bqulOpMyZtSA=w400-h301" width="400" /></a></div><br /></span><span style="color: #7f6000; font-family: georgia;">Los místicos son los que se han abierto confiadamente a la realidad, sin preocuparse por el resultado, pues saben que sólo en la realidad habita la verdad. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #7f6000; font-family: georgia;">Meterse en la batalla de la vida, pero con el corazón en paz, es la única manera de vivir la realidad de la vida. Es cumplir la voluntad de Dios. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #7f6000; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #7f6000; font-family: georgia;">Para ello, el <b>primer paso</b> es reconocer la añadidura, <b>darte cuenta con sinceridad de tus bloqueos y obstáculos.</b> </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #7f6000; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #7f6000; font-family: georgia;">El <b>segundo paso es</b> <b>mirar la causa, sabiendo que está fuera de la realidad.</b> Sin culparte ni justificarte. Tú no tienes la culpa de esa programación que traes, y cuando caes en los hábitos, no lo haces adrede. Tú eres víctima de tu propia programación. No estés descontento, irritado y molesto contigo mismo, porque eso no te va a ayudar. Y si sufres, si te afliges, no tomes tu aflicción por tu ser. Desidentifícate de ese sufrimiento. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #7f6000; font-family: georgia;">El yo, ¿quién es? ¿Soy un cuerpo? No, porque las células de mi cuerpo son renovadas continuamente y, en siete años, no queda ni una de las anteriores y, sin embargo, sigo siendo el mismo. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #7f6000; font-family: georgia;">Yo no soy mi cuerpo, pero tampoco soy mis pensamientos, pues ellos cambian continuamente y yo no. Ni tampoco soy mis actitudes, ni mi forma de expresarme, ni de andar. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #7f6000; font-family: georgia;">Yo no puedo identificarme con lo cambiable, que abarca las formas de mi yo, pero no es mi yo. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #7f6000; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #7f6000; font-family: georgia;">Tú eres el ser, lo que es. El cielo es, no cambia; las nubes sí. Lo único que puedes buscar es lo que no eres, pues en cuanto puedes objetivarlo ya no lo eres, sino que es una forma, una expresión de lo que realmente eres. Puedes buscar lo que no eres, y al ir apartando tus formas y añadiduras, te irás liberando de ideas equivocadas sobre ti y, detrás de todo esto, irá surgiendo tu ser. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #7f6000; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #7f6000; font-family: georgia;">Así es que el <b>tercer paso es no identificarte con las formas que cambian, ni apegarte a ellas, ni rechazarlas, ni ponerles etiquetas, ni valorarlas dándoles una importancia que no tienen</b>. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #7f6000; font-family: georgia;">Llamarlas por su nombre: son formas nada más, y si les das batalla, toman una importancia que, en sí, no tienen. Cuando las mires tal como son, perderán importancia y se replegarán a su lugar. Hay que comprenderlas, entender por que están ahí, para que no te estorben ni molesten. Entonces la importancia que les hayas dado hasta ahora se va, porque no es real, no existe, y descubres que no eran más que alucinaciones del sueño de un ser dormido. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #7f6000; font-family: georgia;">No hay que violentarse con nada ni para mejorarlo ni para cambiarlo. Lo que es, es, y sólo lo es por su propia causa, nada lo puede dañar si está despierto. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #7f6000; font-family: georgia;">Estar despierto es no dejarse afectar por nada, ni por nadie. Y eso es ser libre.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #7f6000; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #7f6000; font-family: georgia;">A. de Mello</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #7f6000; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #7f6000; font-family: georgia;"><br /></span></div>Juanihttp://www.blogger.com/profile/11734344407541051757noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3116615939358420962.post-70329488509477117442023-06-20T12:09:00.008+02:002023-06-20T12:09:53.342+02:00Las Ocho Realizaciones de los grandes seres.<p></p><div style="text-align: center;"> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgr7GLs2iI6-S5s6SePh5ebtnvRPkVtRwk0zveF_mlbB9LsxZCgSQ5HQr2WaH_4zYXxO7E-D4rFZ4Uz7px911EG6LGWkdpDs-8kdCrh6l1zY9FDBnzvYKgPK7EJBh3n03n8TZ6Tz5tG8j0FvjixYtql5-ViPPBMsy1yhUHqOly9QQhUs9Vn-xA-jnr-fD4" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="450" data-original-width="450" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgr7GLs2iI6-S5s6SePh5ebtnvRPkVtRwk0zveF_mlbB9LsxZCgSQ5HQr2WaH_4zYXxO7E-D4rFZ4Uz7px911EG6LGWkdpDs-8kdCrh6l1zY9FDBnzvYKgPK7EJBh3n03n8TZ6Tz5tG8j0FvjixYtql5-ViPPBMsy1yhUHqOly9QQhUs9Vn-xA-jnr-fD4=w400-h400" width="400" /></a></div><p></p><div style="text-align: justify;"><span style="color: #7f6000; font-family: georgia;">“Un día, estando el Buda en compañía de los monjes en el Parque de Bhesakala, en Sumsumaragiri, dijo: «Monjes, hoy deseo hablaros de las Ocho Realizaciones de los grandes seres. El venerable Anuruddha ya habló de ellas en su momento. Son las realizaciones que enseñan los grandes seres para ayudar a los demás a superar la distracción y alcanzar la Iluminación.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #7f6000; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><span style="color: #7f6000;">La primera realización es </span><span style="color: #e06666;"><i>el conocimiento de que todos los dharmas son impermanentes y carecen de un yo independiente.</i> </span></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #7f6000; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #7f6000; font-family: georgia;">A través de la meditación en la naturaleza transitoria y sin un yo de todos los dharmas, podéis evitar el sufrimiento y alcanzar la Iluminación, la paz y la alegría.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #7f6000; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #7f6000; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #7f6000; font-family: georgia;">La segunda realización es </span><span style="color: #e06666; font-family: georgia;"><i>el conocimiento de que, a mayor deseo, mayor sufrimiento. Todas las dificultades en la vida surgen de la codicia y el deseo.</i></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #e06666; font-family: georgia;"><i><br /></i></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #7f6000; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><span style="color: #7f6000;">La tercera realización es </span><i><span style="color: #e06666;">el conocimiento de que una vida simple, con pocos deseos, proporciona paz, alegría y serenidad</span></i><span style="color: #7f6000;">. </span></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><span style="color: #7f6000;">Cuando se vive con simplicidad, se dispone de más tiempo y concentración para practicar el Camino y ayudar a los demás.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #7f6000; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #7f6000; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><span style="color: #7f6000;">La cuarta realización es </span><i><span style="color: #e06666;">el conocimiento de que sólo el esfuerzo diligente conduce a la Iluminación. La pereza y la satisfacción de los deseos sensuales son obstáculos para la práctica.</span></i></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><i><span style="color: #e06666;"><br /></span></i></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #7f6000; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><span style="color: #7f6000;">La quinta realización es </span><i><span style="color: #e06666;">el conocimiento de que la ignorancia es la causa del círculo interminable de nacimiento y muerte</span></i><span style="color: #7f6000;">. </span></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><span style="color: #7f6000;">Debéis siempre escuchar y aprender para desarrollar comprensión y elocuencia.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><span style="color: #7f6000;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #7f6000; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><span style="color: #7f6000;">La sexta realización es </span><i><span style="color: #e06666;">el conocimiento de que la pobreza genera enfado y odio que crean, a su vez, un círculo vicioso de pensamientos y acciones negativas.</span></i><span style="color: #7f6000;"> </span></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><span style="color: #7f6000;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><span style="color: #7f6000;">Los seguidores del Camino, cuando practican la generosidad, deben contemplar con ecuanimidad a todos los seres, amigos y enemigos, sin condenar los errores que otros cometieron en el pasado ni odiar a quienes les dañan en el presente.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><span style="color: #7f6000;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #7f6000; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><span style="color: #7f6000;">La séptima realización es </span><i><span style="color: #e06666;">el conocimiento de que, aunque vivamos en este mundo para enseñar y ayudar a los demás, no debemos dejarnos atrapar por los asuntos mundanos.</span></i></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #7f6000; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #7f6000; font-family: georgia;">El que abandona su hogar para seguir el Camino posee tres hábitos y un cuenco de mendicante. Vive con sencillez y mira a todos los seres con los ojos de la compasión.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #7f6000; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #7f6000; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><span style="color: #7f6000;">La octava realización es </span><i><span style="color: #e06666;">el conocimiento de que no se debe practicar únicamente para alcanzar la Iluminación individual, sino para guiar a los demás hasta las puertas de la Iluminación.</span></i></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #7f6000; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #7f6000; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #7f6000; font-family: georgia;">Monjes, éstas son las Ocho Realizaciones de los grandes seres, gracias a las cuales han alcanzado la Iluminación. Allí donde van, las emplean para abrir las mentes y educar a otros para que puedan descubrir el camino que conduce a la Iluminación y a la Liberación”.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #7f6000; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #7f6000; font-family: georgia;"><i>Camino viejo, nubes blancas (Thich Nhat Hạnh</i>)</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #7f6000; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #7f6000; font-family: georgia;"><br /></span></div>Juanihttp://www.blogger.com/profile/11734344407541051757noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3116615939358420962.post-56550291691667768322023-04-27T21:58:00.001+02:002023-04-27T21:58:15.031+02:00Sammasati - Descubriendo al Buda<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhdmVRWq9P57zqfh42qE9ySrX-smbXJA7CQRXN8f68IZBsJ2kP_IFHizYZReKrwG6uOc9vKml5-FWT241-F66Pk9ZfkTXzcjjb6GyxbLM6nKscXe6u_ujKehxHnqSQWJyxBWkbm4YSCBH_x2dIzWL87h-wD2uq-10I6svNTsdGJAnfBIeotzo5VB-Ff" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="398" data-original-width="598" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhdmVRWq9P57zqfh42qE9ySrX-smbXJA7CQRXN8f68IZBsJ2kP_IFHizYZReKrwG6uOc9vKml5-FWT241-F66Pk9ZfkTXzcjjb6GyxbLM6nKscXe6u_ujKehxHnqSQWJyxBWkbm4YSCBH_x2dIzWL87h-wD2uq-10I6svNTsdGJAnfBIeotzo5VB-Ff=w400-h266" width="400" /></a></div><br /><span style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">Guarda silencio. Cierra tus ojos. Mira hacia adentro lo más profundamente posible.</span><p></p><h3 style="border: 0px; font-feature-settings: normal; font-kerning: auto; font-optical-sizing: auto; font-stretch: normal; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variation-settings: normal; line-height: normal; margin: 0px 0px 10px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia; font-size: small; font-weight: normal;">Esta es la forma.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia; font-size: small; font-weight: normal;">Al final del camino, tú eres el buda.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia; font-size: small; font-weight: normal;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia; font-size: small; font-weight: normal;">Y el viaje es muy corto: un solo paso.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia; font-size: small; font-weight: normal;">Solo se necesita total urgencia y absoluta honestidad</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia; font-size: small; font-weight: normal;">para mirar directamente a tu propio ser.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia; font-size: small; font-weight: normal;">Ahí está el espejo; el espejo es el buda.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia; font-size: small; font-weight: normal;">Es tu naturaleza eterna.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia; font-size: small; font-weight: normal;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia; font-size: small; font-weight: normal;">Más y más profundo, tienes que adentrarte</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia; font-size: small; font-weight: normal;">hasta encontrarte a ti mismo.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia; font-size: small; font-weight: normal;">No lo dudes. No hay miedo.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia; font-size: small; font-weight: normal;">Por supuesto que estás solo,</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia; font-size: small; font-weight: normal;">pero esta soledad es una gran y hermosa experiencia.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia; font-size: small; font-weight: normal;">Y en este camino no encontrarás a nadie excepto a ti mismo.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia; font-size: small; font-weight: normal;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia; font-size: small; font-weight: normal;">Relájate y sé un espejo vigilante que refleja todo.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia; font-size: small; font-weight: normal;">Ni esas cosas tienen ninguna intención de ser reflejadas, ni tú tienes ninguna intención de atrapar sus reflejos.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia; font-size: small; font-weight: normal;">Solo sé un lago silencioso, reflexionando, y toda la dicha será tuya. Este momento presente se convierte en no-mente, no-tiempo, sólo una pureza, un espacio ilimitado.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia; font-size: small; font-weight: normal;">Esta es tu libertad.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia; font-size: small; font-weight: normal;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia; font-size: small; font-weight: normal;">Y a menos que seas un buda, no eres libre.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia; font-size: small; font-weight: normal;">No sabes nada de la libertad.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia; font-size: small; font-weight: normal;">Deja que esta experiencia penetre profundamente</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia; font-size: small; font-weight: normal;">en cada fibra de tu ser.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia; font-size: small; font-weight: normal;">Empaparse, empaparse.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia; font-size: small; font-weight: normal;">Cuando regreses, regresa empapado</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia; font-size: small; font-weight: normal;">con la niebla de tu naturaleza de buda.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia; font-size: small; font-weight: normal;">Y recuerda este espacio, así,</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia; font-size: small; font-weight: normal;">porque tienes que cumplirlo las veinticuatro horas</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia; font-size: small; font-weight: normal;">en todas tus acciones.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia; font-size: small; font-weight: normal;">Sentado, de pie, caminando, durmiendo,</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia; font-size: small; font-weight: normal;">tienes que seguir siendo un buda.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia; font-size: small; font-weight: normal;">Entonces toda la existencia se convierte en un éxtasis.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia; font-size: small; font-weight: normal;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia; font-size: small; font-weight: normal;">Gautama el Buda no es el único Buda en la historia del mundo; ha habido miles de budas alrededor del mundo, en diferentes partes del mundo. Puede que no se los conozca como budas, pero buda simplemente significa ″el despierto″.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia; font-size: small; font-weight: normal;">La palabra buda simplemente significa el despierto. No era el nombre de Gautama Buda; su nombre era Gautam Siddharth. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia; font-size: small; font-weight: normal;">Cuando despertó, aquellos que entendieron su iluminación comenzaron a llamarlo Gautama Buda. Pero la palabra buda, también según Gautama Buda, es simplemente inherente a todo ser humano, y no sólo a todo ser humano, sino a todo ser vivo. Es la cualidad intrínseca de todos. Todo el mundo tiene el derecho de nacimiento de convertirse en un buda.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia; font-size: small; font-weight: normal;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia; font-size: small; font-weight: normal;">Cualquier persona despierta, en cualquier parte del mundo, tiene derecho a ser llamada buda. Gautama Buda es solo uno de los millones de budas que han sucedido y que sucederán.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia; font-size: small; font-weight: normal;">La única cualidad que tiene el buda en el centro del ser es la vigilancia, el atestiguar. Testimoniar es toda la espiritualidad comprimida en una sola palabra. Sé testigo de que no eres el cuerpo, sé testigo de que no eres la mente y sé testigo de que eres sólo un testigo. Sólo un espejo que refleja -sin ningún juicio, sin ninguna apreciación, sin ninguna condenación- un espejo puro. Eso es lo que es el buda.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia; font-size: small; font-weight: normal;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia; font-size: small; font-weight: normal;">Ser un buda no es ser budista. Un budista es un seguidor, un buda lo sabe.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia; font-size: small; font-weight: normal;">En el momento en que conoces tu propia budeidad, has llegado a conocer a todos los budas; la experiencia es la misma.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia; font-size: small; font-weight: normal;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia; font-size: small; font-weight: normal;">Osho</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia; font-size: small; font-weight: normal;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia; font-size: small; font-weight: normal;"><br /></span></div></h3>Juanihttp://www.blogger.com/profile/11734344407541051757noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3116615939358420962.post-9215316455905327312023-04-21T18:28:00.002+02:002023-04-21T18:28:10.188+02:00La Rendición<p style="text-align: center;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEixeVTboukWtlBxC0hGhxKKl10n-nNnQ-pKuWNTpS-dBrGhwpYabzLKWlrE-yy7UwvV4180Xul46bO4ntbvNww88E2baLvl8nnhemtACxGE4m5-8Nh8P1Nk7eOaPy11erzkg_E8lAeeyRQvmbJGmCSs7A_ftjcjIOfbK2LQB_kh-sykY9DOSDQG46ZT" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="368" data-original-width="653" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEixeVTboukWtlBxC0hGhxKKl10n-nNnQ-pKuWNTpS-dBrGhwpYabzLKWlrE-yy7UwvV4180Xul46bO4ntbvNww88E2baLvl8nnhemtACxGE4m5-8Nh8P1Nk7eOaPy11erzkg_E8lAeeyRQvmbJGmCSs7A_ftjcjIOfbK2LQB_kh-sykY9DOSDQG46ZT=w400-h225" width="400" /></a></div><br /> <span style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">La rendición es la capacidad de hacer conjuntamente con la vida desde un estado de unidad y no de separación, de hacer desde un sí y no desde una negación; es un hacer estando totalmente presente.</span><p></p><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><div style="text-align: justify;">Un hacer al servicio del despertar solo puede manifestarse cuando estamos alineados con el ser, es decir presentes y alineados con nosotros mismos y por eso con la vida, de otra manera no es posible.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Desde un estado de rendición, en el hacer fluye una cualidad muy diferente, estamos totalmente presentes, estamos identificados con quienes somos verdaderamente, esto nos ayuda a reconocer con claridad la acción que hay que emprender y que nos permite darle a ésta una atención total, ya que nuestra atención estará enfocada en una sola cosa cada vez, notaremos que esta forma de hacer no genera ningún estrés.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El estrés es una consecuencia del rechazo a lo que ya es, o se origina cuando proyectamos las cosas hacia el futuro.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Gracias a la rendición, sabremos cuando realizar un cambio porque sabremos reconocer el momento justo y adecuado para realizarlo, la acción ya no vendrá de una reacción compulsiva debido al hecho de no poder decirle si a la situación que estamos viviendo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Después de rendirnos, podremos ponernos cualquier objetivo, ya que estaremos actuando desde un estado de armonía con la vida y eso implica estar en armonía con nosotros mismos. A partir de aquí el objetivo que emprendamos está en armonía con nuestro propósito de vida.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La rendición es el único estado del cual puede nacer un hacer consciente, un hacer en el que fluye tu estado de presencia, un hacer que no está al servicio del ego, desde este estado, la conciencia fluye en tus pensamientos, fluye en tu hacer y te otorga poder. Es suficiente practicar la rendición para notar que poco a poco la calidad de tu forma de hacer cambia. Reconoces que lo que estás haciendo es lo que corresponde hacer, hay una aceptación activa y la podemos utilizar para nutrir nuestro objetivo primario que es el despertar.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Este reconocimiento y aceptación cambian completamente la manera en la cual nos movemos por la vida, notaras también que tus elecciones se vuelven más acertadas, claras y fáciles, desarrollar el hábito de aceptar lo que es, producirá unos objetivos más prácticos, esenciales y en armonía con la realidad; un buen día descubrirás que el pasado ya no está en tu vida, los viejos comportamientos reactivos han dejado lugar a un proceder inteligente y creativo y la vida se ha vuelto más fácil, y todo este cambio ha ocurrido sin el menor esfuerzo, notaras que ya no te enredas con las pequeñas cosas, ni con las situaciones cotidianas sin importancia. Tu andadura se ha vuelto más firme y segura.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Cuando vivas una situación de impotencia, cuando no haya ninguna posibilidad de actuar, observa, detrás de eso que te está ocurriendo esta la vida intentando enseñarte alguna cosa, entonces, usa esa situación para rendirte más profundamente y al mismo tiempo para estar presente en ti mismo de manera más intensa. Rendirte te lleva a ser quien eres verdaderamente, el ser donde reside la fuerza, el poder y la verdad.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Permitirte vivir lo que es tal como es, cambia la calidad del tiempo y este se transforma en el eterno presente.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">E. Tolle</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><div style="text-align: justify;"><br /></div>Juanihttp://www.blogger.com/profile/11734344407541051757noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3116615939358420962.post-45859378251274175322023-03-07T11:18:00.001+01:002023-03-07T11:18:14.125+01:00Meditación no es pensamiento positivo<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhoGUP_bNOQ-UYw41iIAGrcLz6okmg2XFvKOGH2aIR-JEvJWc5r4H9QcclUGM6aFyXvJRuIuu1zbNu0LD7OXFcrz87EpbWiIk8F_L-ezZMJ4MKKAe2d7l89y0vKtdiLPIZykgXHxJvh60LDgmiOHyz2QFLmnquhciPQRUGJC2jR1TaQztrSmQBI8Udu" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="482" data-original-width="728" height="265" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhoGUP_bNOQ-UYw41iIAGrcLz6okmg2XFvKOGH2aIR-JEvJWc5r4H9QcclUGM6aFyXvJRuIuu1zbNu0LD7OXFcrz87EpbWiIk8F_L-ezZMJ4MKKAe2d7l89y0vKtdiLPIZykgXHxJvh60LDgmiOHyz2QFLmnquhciPQRUGJC2jR1TaQztrSmQBI8Udu=w400-h265" width="400" /></a></div><p></p><p><span style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">La conciencia y el pensamiento no son lo mismo. La conciencia trasciende el pensamiento, aunque utiliza el pensamiento y reconoce su valor y su poder.</span></p><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><div style="text-align: justify;">La conciencia es más similar a un recipiente que puede abarcar y contener nuestro pensamiento. Nos ayuda a ver nuestros pensamientos y a reconocerlos como tales para que no nos quedemos atrapados en ellos creyendo que son la realidad.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En ocasiones, la mente pensante puede estar gravemente fragmentada. De hecho casi siempre lo esta.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Esta es la naturaleza del pensamiento. Pero la conciencia, extraída de cada momento con una intención consciente, puede ayudarnos a percibir que, incluso en medio de tal fragmentación, nuestra naturaleza básica está integrada y es completa.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">No solo se ve limitada por el popurrí de nuestra mente pensante, sino que la conciencia es el recipiente que contiene todos los fragmentos, del mismo modo que cuando hacemos una sopa, la olla contiene las zanahorias cortadas, los guisantes, las cebollas y demás ingredientes y permite que se cocinen para transformarse en un todo: la sopa.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Pero la conciencia es un olla mágica muy similar al caldero del hechicero, porque en ella las cosas se cocinan sin que tengamos que hacer nada, ni siquiera encender un fuego debajo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La propia conciencia se encarga de cocinar, siempre y cuando sea continua.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Nosotros simplemente tenemos que dejar que los fragmentos se vayan moviendo mientras los sostenemos en la conciencia. Cualquier cosa que surja en la mente o en el cuerpo, va a la olla, pasa a formar parte de la sopa.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La meditación no implica intentar cambiar nuestros pensamientos pensando un poco más. Implica observar los pensamientos en sí. El hecho de observar equivale a sostener, a contener.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Al observar nuestros pensamientos sin involucrarnos en ellos,podemos aprender algo profundamente liberador acerca de ellos, lo cual puede ayudarnos a ser menos esclavos de esos patrones de pensamiento (con frecuencia muy intensos en nosotros), que son limitadores, inexactos, egocéntricos y habituales hasta el punto de resultar ser una cárcel y claramente erróneos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Otra forma de ver la meditación es considerar el proceso de pensar en sí como una cascada, como una corriente de pensamiento que cae continuamente. Al cultivar la atención plena, nos situamos más allá o detrás de nuestros pensamientos, de forma muy similar a cuando encontramos una cueva o un entrante en la roca detrás de una cascada desde donde podemos mirar. Seguimos viendo y escuchando el agua, pero podemos estar fuera del torrente.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Al practicar de este modo, nuestros patrones de pensamiento cambian por sí mismos de un modo que favorece la integración, la comprensión y la compasión en nuestra vida, pero no porque estemos intentando cambiarlos sustituyendo un pensamiento por otro que creemos que es más puro. El cambio se debe, más bien, a la comprensión de la naturaleza de nuestros pensamientos en cuanto que pensamientos y de nuestra forma de relacionarnos con ellos, con lo cual pueden estar más a nuestro servicio y no a la inversa.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Tomar la decisión de pensar en forma positiva puede ser útil. Pero no es meditación. Solo son más pensamientos. Con mucha facilidad podemos acabar convirtiéndonos en prisioneros del denominado pensamiento positivo tanto como del pensamiento negativo. El pensamiento negativo también puede estar fragmentado y ser limitador, inexacto, ilusorio, egocéntrico y erróneo. Hace falta algo más para suscitar la transformación en nuestra vida y llevarnos más allá de los límites del pensamiento.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><i>J. K. Zinn</i></div></span><div style="text-align: justify;"><br /></div> Juanihttp://www.blogger.com/profile/11734344407541051757noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3116615939358420962.post-22461856355334528562023-02-01T13:26:00.001+01:002023-02-01T13:26:49.519+01:00¿Qué soy en Realidad?<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEihDUexb3bnFLBjmu8BuOI_ShZVWRH8bfLregvTUjCyr69cxOCNiobxCIC6uOuuKqGU2sok1xTK5plDnoSz_LQj21xCe5L-7BV4-IhBmbbHuGLqREXjYx_4RU50iezaHkmfTcqLuB0EO-_DKF8JlkbrJ2HSaNvhvpBZueQlfTrWyPnmeaooxSFhjEy-" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="652" data-original-width="522" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEihDUexb3bnFLBjmu8BuOI_ShZVWRH8bfLregvTUjCyr69cxOCNiobxCIC6uOuuKqGU2sok1xTK5plDnoSz_LQj21xCe5L-7BV4-IhBmbbHuGLqREXjYx_4RU50iezaHkmfTcqLuB0EO-_DKF8JlkbrJ2HSaNvhvpBZueQlfTrWyPnmeaooxSFhjEy-" width="192" /></a></div><br /> <span style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">Todas las enseñanzas religiosas y espirituales apuntan al hecho de que hay algo —llámalo como quieras (pues no siendo una cosa, es en verdad innombrable)— aquí, justo en las profundidades de la experiencia presente, que no viene y va, que no puede romperse, pudrirse ni desintegrarse, ni siquiera en medio de la más extrema tristeza, dolor o miedo.</span><p></p><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><div style="text-align: justify;">Es un lugar que siempre está profundamente bien, incluso cuando todo en la superficie parece no estarlo. Y, dado que se encuentra más allá de los opuestos, más allá del mundo dualista del pensamiento, está asimismo más allá del ciclo de nacimiento y muerte.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Nunca nació, y no puede morir. Es la completitud que la ola del océano desesperada busca pero nunca encontrará. Es el hogar.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Estamos tan ocupados intentando escapar del malestar y el dolor, y alcanzar la completitud en el futuro, que acabamos pasando por alto la incompletud presente.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Estamos tan ocupados intentando volver a casa que pasamos por alto el hecho ineludible de que ya estamos en casa.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Estamos tan ocupados intentando mantener una imagen de nosotros, intentando demostrarnos y demostrarle al mundo quiénes somos, que pasamos por alto que lo que somos es sencillamente el inconmensurable espacio abierto en el que todas las imágenes vienen y van.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Estamos tan ocupados buscando que acabamos pasando por alto este espacio abierto que lo contiene todo, un espacio abierto que es en sí mismo el final de la búsqueda.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Eres eso que buscas, como los grandes maestros espirituales nos han dicho siempre. Y no lo encontrarás en el futuro. Solo se puede encontrar en el ahora.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>Decididos a gestionar las olas</b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Desde la perspectiva del océano (ese espacio, lo que somos….), nada es un problema, en el más profundo sentido. El dolor, la ira, la frustración... vienen y van en el océano, y no son, en sentido real, un problema.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Pero como los seres humanos no nos damos cuenta de quiénes somos realmente, hacemos un problema de ellos. Decimos: «¡Esta ola no debería estar en el océano! Pone al océano en peligro..., pone en peligro lo que soy. Impide, en cierto modo, la completitud del océano, y, si pudiera librarme de ella, volvería a haber completitud».</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Lo que hacemos, en esencia, es no permitir que una ola esté en el océano. ¡No permitimos que una ola, que ya es expresión perfecta de la vida, esté en la vida!</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Estamos tan profundamente condicionados a juzgar las olas, a dividirlas en buenas, malas, feas, hermosas, seguras, peligrosas, positivas o negativas que acabamos pasando por alto la completitud inherente a cada ola de experiencia: a cada pensamiento, sentimiento y sensación.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Nos erigimos en jueces de las olas y, básicamente, juzgamos que unas están bien y otras no están bien, así que permitimos que algunas existan en lo que somos y otras no. Y aquí es donde empieza eso a lo que llamamos resistencia.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Muchos maestros espirituales hablan de la resistencia que oponemos al momento presente y de cómo esa resistencia se halla en la raíz de todo nuestro sufrimiento psicológico.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Ahora podemos entender por qué nos resistimos a un pensamiento o sentimiento: le oponemos resistencia porque no vemos la completitud en él, porque, a cierto nivel, lo percibimos como una amenaza a lo que somos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Nos resistimos por miedo, porque no vemos la inseparabilidad e intimidad que hay entre lo que somos y lo que aparece en la experiencia presente. Así que, a cierto nivel, sentimos que lo que está ocurriendo no está bien, y nos retiramos para evitarlo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Ingeniamos maneras de hacerlo muy complicadas, pero, en esencia, lo que intentamos hacer es muy simple: libramos de las olas que no nos gustan. Deseamos tener el océano bajo control gestionando las olas, de modo que solo aparezcan aquellas que queremos que aparezcan.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Todo el sufrimiento humano es una variación de este tema: intentar controlar las olas, intentar controlar la experiencia del momento presente para que se amolde a nuestras ideas y conceptos de cómo debería ser.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Si quieres sufrir, ¡compara este momento con tu imagen de cómo debería ser!</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Acabo escapando de cualquier aspecto de mi experiencia presente que considero que pone en peligro la completitud. Literalmente, entro en guerra conmigo mismo. Me divido en dos: yo, contra las «olas malas», las «olas peligrosas», las «olas oscuras» o las «olas diabólicas» que hay en mí. Ciertas olas que hay en mí se convierten en una amenaza, así que echo mano del mundo —del siguiente cigarrillo, la siguiente relación sexual, la siguiente jarra de cerveza, el siguiente subidón espiritual— para dejar de sentir lo que siento, para eludir ciertas olas y, en definitiva, para librarme de esta incompletitud, este vacío, este sentimiento de carencia que palpita en el centro de mi ser.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Me hago adicto (a amantes, a gurús, a sustancias diversas), me apego a rígidos sistemas de creencias o me mato a trabajar..., todo para no tener que experimentar lo que experimento, para no tener que sentir lo que realmente siento en este momento, para poder anestesiarme y no sufrir el dolor de ser humano. Como seres humanos, hacemos cosas muy complicadas, peligrosas e incluso violentas para escapar del malestar que nos provoca la experiencia presente. Pero lo que ocurre por debajo de esto es siempre muy simple: nos resistimos a lo que es.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Durante un rato, el dinero, el cigarrillo, el encuentro sexual, la experiencia espiritual parecen proporcionarnos alivio de este aprieto; el objeto externo o la persona parecen hacer que desaparezca la tristeza, la soledad, el miedo, y parecen darnos la completud que anhelamos. Me aferro a cualquier cosa que crea que me proporciona integridad.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Muchas enseñanzas espirituales hablan del apego, y ahora podemos entender por qué nos apegamos: cuando pensamos que esos objetos externos y esas personas nos están dando integridad, no podemos soltarnos de ellos, porque hacerlo significaría perder la integridad. Continuar enganchados a ellas puede llegar a ser una cuestión de vida o muerte.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Inconscientemente les otorgamos poder a esas personas y objetos de nuestro mundo que creemos que nos dan integridad, y, al hacerlo, perdemos nuestro poder y dejamos de confiar en nuestra experiencia.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Por eso, el buscador siempre busca un gurú —algo o alguien que tiene poder sobre él—.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El gurú adopta muchas formas distintas: puede ser un gurú espiritual (que parece tener el poder de la iluminación), un amante (que parece tener el poder del amor) o una botella de cerveza (que parece tener un misterioso poder de hacerte sentir mejor).</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El objeto o la persona teóricamente te quitan el malestar, durante un tiempo. Durante un tiempo muy breve, el peso del yo, el peso de la búsqueda, desaparece, y sientes un alivio temporal del malestar, del dolor, del sufrimiento.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Cuando estás cerca de tu amante o de tu maestro espiritual, cuando estás viendo jugar a tu equipo favorito, cuando estás inmerso en la intimidad del encuentro sexual, en la emoción de los deportes extremos o en las profundidades de la meditación, todo parece volver a estar bien. La búsqueda se relaja y, durante un rato, dejas de sentir el peso de ser una ola separada.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Pero he aquí el problema: cuando retiras el alcohol, el maestro espiritual, el amante o la actividad, el malestar reaparece, a veces multiplicado.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Cuando te separas del objeto buscado —el objeto de la adicción, aquello que imaginabas que te estaba completando—, la búsqueda empieza de nuevo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Muchas veces, solo cuando pierdes lo que pensabas que te completaba te das cuenta de la búsqueda que borboteaba por debajo de ello; simplemente, no eras consciente de que estuvieras usando a tu «gurú» para que te completara. La búsqueda era inconsciente.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Sí, es fácil creer que no buscas nada cuando todo te va bien, cuando tienes lo que quieres y la vida se porta bien contigo. Dices: «¡No necesito nada para completarme! ¡Estoy completo!». Pero entonces pierdes tu dinero, tus posesiones, la salud, a tu pareja, a tu gurú espiritual, la fama, el éxito, tu aspecto, los recuerdos de tu experiencia de iluminación; pierdes el objeto, la persona o la experiencia que pensabas que te completaba..., y la consiguiente completitud, la consiguiente soledad, la profunda insatisfacción con la vida —todo lo que se suponía que tus «poderosos» objetos o personas habían hecho desaparecer— vuelve a aflorar.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Ni el objeto, ni la persona, ni la experiencia pasajera tenían en realidad ningún poder..., al menos no el poder que tú realmente anhelabas: el poder de poner fin a la búsqueda, de una vez por todas. Así es, normalmente no nos damos cuenta de que estamos buscando hasta que experimentamos la pérdida; y la pérdida puede ser algo terrible..., o una auténtica oportunidad de comprender que, para estar completos, nunca hemos necesitado lo que creíamos necesitar.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">¿Qué crees que necesitas para estar completo?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">¿Qué tienes miedo de perder?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">¿Qué, en caso de que lo perdieras, te haría estar incompleto?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La verdadera libertad no depende de ninguna fuente exterior. La verdadera libertad es ser libre de toda dependencia, es dejar de depender de las fuentes externas para que te completen.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El cigarrillo, los encuentros sexuales, la afectuosa mirada de un gurú no pueden darte una libertad permanente.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Solo cuando tu atención gire ciento ochenta grados para contemplar las olas no deseadas de las que huyes, existe la posibilidad de que descubras la libertad total y la paz en tu propia experiencia.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><i>Jeff Foster</i></div><div style="text-align: justify;"><i><br /></i></div><div style="text-align: justify;"><i><br /></i></div></span>Juanihttp://www.blogger.com/profile/11734344407541051757noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3116615939358420962.post-13470199063404481092023-01-27T01:04:00.005+01:002023-01-27T01:07:37.597+01:00El Amor<p> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhAQ9H_ICC0PCxaiqVDwmY-uvBdvsq-anwDt4HBg55YFXgV7q1upykiJc41IsZotWs8mdXK7uJl-BK1M8V8ll6mN9EIpXxULxjHLekLf0gvsnov5uL98Ybry0tOTG2qnuuiCQmW8PWm0LllX86SH93vxGV7C2DSkfr4Y4iom41ujkPHeqbVrqFiSCZy" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img alt="" data-original-height="426" data-original-width="639" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhAQ9H_ICC0PCxaiqVDwmY-uvBdvsq-anwDt4HBg55YFXgV7q1upykiJc41IsZotWs8mdXK7uJl-BK1M8V8ll6mN9EIpXxULxjHLekLf0gvsnov5uL98Ybry0tOTG2qnuuiCQmW8PWm0LllX86SH93vxGV7C2DSkfr4Y4iom41ujkPHeqbVrqFiSCZy=w400-h266" width="400" /></a></p><p></p><div style="text-align: left;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">En la medida en que amamos nos convertimos en aquello que amamos. El amor tiende a unificar a amalgamar, a hacer una unidad de lo que aparecía como diverso, porque nos conduce al fondo y el fondo es realmente común. Por eso el amor, no se debe confundir con la intensidad de un sentimiento, pues es mas bien la profundidad del sentir.</span></div><p></p><span style="font-family: georgia;"><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04;">Es la profundidad la que nos transforma, y no la intensidad por sí sola.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04;">La intensidad viene determinada por un canal muy energético, y entonces puede darse un amor muy intenso aunque poco profundo. Se vivirán grandes cosas, pero del mismo modo que se viven, desaparecen. Lo que da estabilidad al amor no es la intensidad, sino la profundidad.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04;">El acto de amor auténtico consiste en aprender a vivir, a amar, cada vez mas profundamente, mas genuinamente, mas desde el fondo, y esto es lo que nos va conduciendo hacia el centro.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04;">La intensidad y la profundidad pueden ir unidas, pero también pueden no ir unidas. En la profundidad siempre hay intensidad, pero en la intensidad no siempre hay profundidad.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04;"><br /></span></div> <div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04;">- <i>En eso que estás diciendo ¿resultará que hemos de amar también a las personas que nos son hostiles, aunque en ellas no veamos amor?</i></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04;"><br /></span></div> <div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04;">- Es que el amor depende de ti, no del otro. Si el amor depende del otro, entonces ¿qué amas?, no amas al otro, amas lo que él hace, lo que te da.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04;">El amor eres tú. Sé tú mismo amando, y cuanto mas profundamente ames, más tú mismo serás. Pero ahora el amor es una transacción mental: me conviene, no me conviene, me cae bien, etc., y eso no es amor.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04;"><br /></span></div> <div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04;">-<i> He entendido que hemos de amar a todas las personas de la misma forma, y a mí me parece que no es posible.</i></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04;"><br /></span></div> <div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04;">- He dicho que el amor es uno, y en la medida en que ese amor está actualizado en nosotros, está ahí siempre, indistintamente. El problema es que como yo no estoy viviendo allí donde el amor es, sino que estoy metido en la mente por mi funcionamiento defectuoso, entonces confundo el amor con mis ideas de valor de las personas. Y a unos les digo que sí, y a otros que no, en función de cómo concuerdan con mi escala de valores, con mi comparación, con mis exigencias, con mis modelos. Pero si yo viviera el amor en su sitio, me daría cuenta de que hay un amor total, indistinto, indiscriminado, para todo el mundo y para todas las cosas.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04;"><br /></span></div> <div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04;">-<i> ¿Entonces deberíamos amar a todos los seres de la misma manera?</i></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04;"><br /></span></div> <div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04;">- En efecto. No podemos amar a dos seres de una manera distinta puesto que el amor es Uno, y eso es lo que somos. Si yo soy auténticamente yo, amaré indistintamente, con un amor total, aunque luego exprese ese amor de un modo diferente de acuerdo a mi inteligencia y mi visión de cada una de las situaciones. Pero una cosa es la expresión, como yo expreso el amor, y otra cosa es el amor que yo vivo.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04;">El amor es uno, no es múltiple. El amor no es que sea grande para algunas personas y pequeño para otras. El amor es una realidad, es una luz encendida, es un sol, es un volcán que está dentro, y el volcán sigue siendo el mismo en todo momento. El problema es que no vivimos el amor donde está, sino a través de la mente, y es la mente la que está diciendo a este sí y a este no, este es bueno y este es malo, este me ayuda y el otro es enemigo.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04;">De este modo se da la paradoja de que viviendo el amor con unos seres, se vive odio o indiferencia respecto a otros.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04;"><br /></span></div> <div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04;">-<i> Yo siento el amor por unas determinadas formas, esto no encaja…..</i></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04;"><br /></span></div> <div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04;">- El amor en sí no tiene forma. El Amor en sí es Plenitud, la forma se la da la mente. El amor es un sentir, no es un pensar. Vive el amor en el sentir, mantente atento a ese sentir y descubrirás que ese amor es una totalidad en sí que no tiene formas.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04;"><br /></span></div> <div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04;">-<i> Entiendo que el amor es darse, pero nosotros sólo amamos en la medida en que somos correspondidos.</i></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04;"><i><br /></i></span></div> <div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04;">- El amor para nosotros, es como si fuera algo que damos al otro, se vive así, en un sentido siempre transitivo, relacional. La visión debiera ser otra. Cuando uno trabaja interiormente, descubre que es de otro modo.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04;">El amor no es que yo lo tenga, que sea una cosa que pueda dar o no dar.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04;">El amor soy yo mismo. El amor es mi fondo. Y amar a una persona significa que sea yo mismo desde el fondo en relación con la otra persona.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04;">El amor no es una sustancia que yo de, que a uno doy y a otro no doy, a uno doy mas y a otro menos.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04;">El amor es mi naturaleza profunda, y amar a una persona es ser uno mismo profundamente abierto en relación con ella.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04;">Si intuyes esa visión, verás como cambia tu sentido del amor. Por eso digo que cuanto más amas, más tú mismo eres. Y que al amar, nunca le estás haciendo un favor al otro, es el otro el que te está haciendo un favor a ti, por permitirte ser mas tu mismo. Pero como esto se vive a través del yo-idea que está juzgando, valorando, calculando lo que puede conseguir, dice: “yo te amo si….” Y entonces es cuando viene el drama, porque el otro dice que sí… y luego pasa a decir que no.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04;"><i>Antonio Blay</i></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04;"><i><br /></i></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04;"><i>Despertar y sendero de realización</i></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04;"><i><br /></i></span></div></span>Juanihttp://www.blogger.com/profile/11734344407541051757noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3116615939358420962.post-26097654817173607072023-01-21T10:36:00.002+01:002023-01-21T10:36:11.066+01:00“El silencio da entrada a una visión directa de la Realidad”<div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEh4SDpRk3zpQZMqHgQzTc5hIJr1yb43tkHoodR3zVtVyVcKeqyDwDbQnQVoezuYJjhHi34OjRDY_NfyrEx_QlvMNB-a-kJkY1zg3darWpfXCI7A4CFgFRsksMLEnYp59ZTYmKXaIVXwuAzB8W-hIocHO_t5N_XWa4N5rRg8DwTTHfSgAt4e-ml50732" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="370" data-original-width="658" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEh4SDpRk3zpQZMqHgQzTc5hIJr1yb43tkHoodR3zVtVyVcKeqyDwDbQnQVoezuYJjhHi34OjRDY_NfyrEx_QlvMNB-a-kJkY1zg3darWpfXCI7A4CFgFRsksMLEnYp59ZTYmKXaIVXwuAzB8W-hIocHO_t5N_XWa4N5rRg8DwTTHfSgAt4e-ml50732=w400-h225" width="400" /></a></div><br /><span style="color: #783f04; font-family: georgia;">Lo malo del pensamiento es cuando te identificas con él. Es necesario hacer silencios en la mente y en las emociones para contemplar y experimentar directamente la vida. Entender es intelectualizar, teorizar; comprender es experimentar la Unidad.</span></div><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Has de distinguir muy bien lo que significa comprender para no confundirte creyendo que estás comprendiendo cuando solamente entiendes cosas. Entender cosas es descifrar símbolos: descifras símbolos del lenguaje o descifras símbolos matemáticos, símbolos técnicos u otros. Entonces entiendes. También hay a quien le interesa descifrar símbolos religiosos. Entonces entiende de eso, de descifrar símbolos. Pero eso no es comprensión; comprender es integrar cada una y todas las cosas en una totalidad.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El pensamiento no es malo ni bueno, simplemente es un instrumento psicofísico mecánico, no creativo, que, habitual e inconscientemente, se identifica con la propia identidad. En esa identificación está el problema.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La visión de la Verdad es lo único que ofrece soluciones en los conflictos, tranquilidad, felicidad incluso.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Por no haber observado el funcionamiento de la mente se puede confundir una intuición o visión verdadera con el pensamiento que la formula.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Es necesario hacer silencio en los pensamientos y en las emociones que ocasionan para poder observar el funcionamiento de la mente. Al hacerlo, y no antes, se descubre que la realidad no es lo que parecía mientras estábamos identificados con los pensamientos, es decir, con las sensaciones interpretadas, con teorías o doctrinas acumuladas en la memoria y luego repetidas de mente en mente.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El silencio da entrada a una visión directa de la Realidad. Desde él se percibe ya la brisa de algo verdadero; y se descubre allí también algo de la plenitud del Ser a distintos niveles de percepción.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La paz y felicidad que anhelamos están en lo profundo de nosotros mismos y únicamente desde allí la recibe la persona. Creemos que la persona la obtiene desde fuera y la buscamos inútilmente en experiencias exteriores. Ese es un error de graves consecuencias. Nos falta lucidez.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Atravesadas las zonas condicionadas por creencias y emociones de todas clases, la Luz de la conciencia que eres se manifiesta en un vivir sereno, armonioso y creativo. La claridad de la conciencia ilumina nuestra vida. Esto quiere decir que lo que vivimos es siempre expresión del lugar interno de la conciencia en que nos encontramos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Contemplar es profundizar más y más en la conciencia. Al hacerlo, veo todo más claro y, por consiguiente, me muevo de manera más inteligente y armoniosa. Al hacerlo, lo descubriré. Pensar sobre ello, mantenerlo en la memoria como una teoría más, no servirá de nada.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Cuando hablamos de contemplación, nos estamos refiriendo aquí a una nueva manera de colocar la mente mirando hacia el origen de la Luz. Esto no es un ejercicio que se aprende por repetición y se hace para conseguir algo ajeno al meditar mismo, pues el mismo deseo de conseguir algo obstaculiza esa colocación mental. La contemplación se realiza por amor a la Verdad, a la Libertad, a la Belleza o al Amor mismo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">No puede tratarse de forzar nada en la contemplación. Sin la verdadera vocación por contemplar no tiene sentido intentarlo pues la intención sería falsa y los resultados engañosos. Antes de contemplar, o meditar, ha de darse en la persona un “des-engaño” por buscar la felicidad y realización en lo externo, en las apariencias. Y aquí, volvemos a la necesidad de la reflexión e investigación filosófica vivencial.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">No se medita para conseguir mejores cosas o situaciones en la vida. Se hace, en realidad, cuando hay un anhelo intenso por descubrir la vida verdadera. Si ese anhelo está tapado con evasiones, no se emprenderá un camino contemplativo hasta haberlo puesto al descubierto. Intentarlo por mera curiosidad no llevará a ninguna parte. Las vicisitudes de la vida pueden parecer que van abriendo paso a esa sincera necesidad, pero no sucede así necesariamente.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Si lo que anhelamos es la Belleza verdadera hemos de ir a buscarla donde se encuentra, en el origen de nuestro anhelo. Eso requiere silencio de emociones y deseos. Contemplar la Belleza traerá belleza a nuestra vida.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El silencio está siempre detrás del ruido de los pensamientos y emociones, detrás de la distracción con las sensaciones y actividades. El silencio está siempre ahí. Habría que hacer una parada del aturdimiento y volvernos a nuestro interior.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><i>¿Cómo conseguir el silencio?</i></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Mejor tendríamos que preguntarnos como conseguimos ahogar con nuestras distracciones la bella melodía del silencio. En contacto con la naturaleza es más fácil percibir esa bella melodía.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Consuelo Martín</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><div style="text-align: justify;"><br /></div>Juanihttp://www.blogger.com/profile/11734344407541051757noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3116615939358420962.post-79971204272585269952022-12-05T22:19:00.001+01:002022-12-05T22:19:16.707+01:00Aprender a Contemplar<div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgPnbp-fYRjwqiK0KU5rvgH8IU1fQw8d-_1b4Zi1cEmh-88Vd7duVXpkt03QeaKhHIKHHK8rVN4MkutlFtSzuroAT7tRGcvnC2HdGFhvO9mlLhTz7XvfkPjomNi56BS4FIu4r6Su6bsxp6IWzv1YQHQoRtRrBxxZ00kDr3GLwxuWSlM9ggp411yrS3j" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="480" data-original-width="640" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgPnbp-fYRjwqiK0KU5rvgH8IU1fQw8d-_1b4Zi1cEmh-88Vd7duVXpkt03QeaKhHIKHHK8rVN4MkutlFtSzuroAT7tRGcvnC2HdGFhvO9mlLhTz7XvfkPjomNi56BS4FIu4r6Su6bsxp6IWzv1YQHQoRtRrBxxZ00kDr3GLwxuWSlM9ggp411yrS3j=w400-h300" width="400" /></a></div><br /><span style="color: #7f6000; font-family: georgia;">No es necesario marearse con técnicas, el sólo estar Presentes aquí y ahora, hace que la contemplación venga por sí sola, a pesar de uno.</span></div><span style="color: #7f6000; font-family: georgia;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Al contemplar nos damos cuenta que no somos nada de lo que creemos ser y que no somos nada. Aprendemos a ver lo que somos, a Ser. Nos damos cuenta de lo que está sucediendo momento a momento. La verdad brota en el silencio y es siempre nueva.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Si observo los pensamientos, me doy cuenta que primero los veo y después me viene la emoción; no es que esté triste, temerosa…., sino que me ha pasado por la cabeza un pensamiento triste, de temor….: “ha pasado un pensamiento por mi mente, pero yo no soy el pensamiento”.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Recordar que los pensamientos vienen y se van, impermanencia.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Los pensamientos, las emociones, son aspectos de lo físico, de lo mecánico, entonces, porqué voy a identificarme con ellos y vivir todas esas emociones desagradables?. Si quiero Liberarme de las emociones, debo abandonar tanto las positivas como las negativas, si me identifico con las positivas, también lo haré con las negativas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Para liberarme debo tomar distancia y observar los pensamientos, cualquiera sea su tónica. El verdadero Ser está más allá de los opuestos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;"><b>La Ilusión</b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Todo lo que existe es energía que funciona en el nivel de las formas exteriores: fenómeno, apariencia, sueño, imagen, maya, Ilusión.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Esa ilusión la crea la mente que construye imágenes a través de lo que perciben los sentidos. Si le doy realidad a los sueños, a la ilusión, entonces no Soy, soy como un fantasma que aparece en el tiempo, y si me identifico con ese fantasma, soy todo lo que sueño: feliz, infeliz, inteligente o torpe, más querido o menos, etc. Al estar identificado, aparece el conflicto, el malestar, la angustia, la preocupación, y aunque lo tape, está ahí y en algún momento saldrá y lo veré.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>Discernimiento</b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Lo único Real es la Conciencia descubriendo la Verdad, el Darse Cuenta, y viene como consecuencia de la mente contemplativa, así aparece el discernimiento, vemos lo verdadero.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Contemplar es mirar con una mirada inocente, de una manera nueva, libre de emociones y de pensamientos, es mirar sin dar nada por sentado, por sabido, soltando todo lo aprendido, como si mirara por primera vez, olvidando los conocimientos psicológicos y el consenso de opiniones.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">A partir de descubrir la Verdad, se irá construyendo mi vida espontáneamente, sin ninguna preocupación, sabiendo cuando algo me permite estar más despierta o cuando algo me atrofia.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><i>www.centroelim.org</i></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span>Juanihttp://www.blogger.com/profile/11734344407541051757noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3116615939358420962.post-38940714440569610282022-10-23T16:58:00.005+02:002022-10-23T16:59:39.293+02:00Libérate de tu mente - E. Tolle<span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhyqVuZbl9LF70T_9nTkUFOhGfGkA0bpf9Qd5AZvIWfPYy6FWtd2q_uZElDhWvmShZ1kGyWaDctUcN6grd46NOisrCnVRCcbocih72hpIWT5sngM8ab9oqwXgnmIzrNMF07qJZ6pK4r_cFCK4Mn1EytivJMA47tz82o3cWxMlOA74xlNHWGpoCkMr7o" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="402" data-original-width="644" height="250" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhyqVuZbl9LF70T_9nTkUFOhGfGkA0bpf9Qd5AZvIWfPYy6FWtd2q_uZElDhWvmShZ1kGyWaDctUcN6grd46NOisrCnVRCcbocih72hpIWT5sngM8ab9oqwXgnmIzrNMF07qJZ6pK4r_cFCK4Mn1EytivJMA47tz82o3cWxMlOA74xlNHWGpoCkMr7o=w400-h250" width="400" /></a></div><br /><span style="text-align: justify;">EMPIEZA POR ESCUCHAR LA VOZ QUE HABLA DENTRO DE TU CABEZA, y hazlo tan frecuentemente como puedas. Presta una atención especial a cualquier patrón de pensamiento repetitivo, a esos viejos discos de gramófono que pueden haber estado dando vueltas en tu cabeza durante años.</span></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Esto es lo que llamo «observar al pensador», que es otra manera de decir: escucha la voz dentro de tu cabeza, mantente allí como presencia que atestigua.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Cuando escuches la voz, hazlo imparcialmente. Es decir, no juzgues. No juzgues ni condenes lo que oyes, porque eso significaría que la misma voz ha vuelto a entrar por la puerta de atrás.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Pronto te darás cuenta de esto: la voz está allí y yo estoy aquí, observándola. Esta comprensión Yo soy, esta sensación de tu propia presencia, no es un pensamiento. Surge de más allá de la mente.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Así, cuando escuchas un pensamiento, no sólo eres consciente del pensamiento, sino también de ti mismo como testigo del pensamiento. Ha hecho su aparición una nueva dimensión de conciencia.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">CUANDO ESCUCHAS EL PENSAMIENTO, sientes como si hubiera una presencia consciente —tu yo profundo— por debajo o detrás de él. De este modo el pensamiento pierde su poder sobre ti y se disuelve rápidamente, porque ya no energetizas tu mente mediante la identificación con ella. Es el principio del fin del pensamiento compulsivo e involuntario.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Cuando el pensamiento se aquieta, experimentas una discontinuidad en la corriente mental, una brecha de «no-mente».</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Al principio las brechas serán cortas, tal vez duren unos segundos, pero gradualmente se irán prolongando. Cuando ocurren estas discontinuidades, sientes cierta quietud y paz dentro de ti. Es el principio del estado natural de sentirte unido al Ser, generalmente nublado por la mente.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Con la práctica, la sensación de quietud y de paz se va ahondando. De hecho, esa profundidad no tiene fin. También sentirás una sutil emanación de alegría elevándose desde lo más hondo de ti: la alegría de Ser.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En este estado de conexión interna estás mucho más alerta, más despierto que en el estado de identificación mental. Estás plenamente presente. Y también se eleva la frecuencia vibratoria del campo energético que da vida al cuerpo físico.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">A medida que profundizas en este reino de la no-mente, como a veces se le denomina en Oriente, vas alcanzando el estado de conciencia pura. En ese estado sientes tu propia presencia con tal intensidad y alegría que, en comparación, todo pensamiento, toda emoción, tu cuerpo físico y todo el mundo externo se vuelven relativamente insignificantes. Sin embargo, no es un estado de egoísmo, sino de desprendimiento y generosidad. Te lleva más allá de lo que pensabas que era «tu identidad». Esa presencia es esencialmente tú, y al mismo tiempo es inconcebiblemente mayor que tú.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">EN LUGAR DE «OBSERVAR AL PENSADOR», también puedes crear una apertura en la corriente mental por el simple hecho de dirigir el foco de tu atención al ahora. Basta con que te hagas intensamente consciente del momento presente.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Esto es algo por demás satisfactorio. De este modo retiras la conciencia de tu actividad mental y creas una brecha sin mente en la que estás muy alerta y consciente, pero no piensas. Ésta es la esencia de la meditación.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En TU VIDA COTIDIANA puedes practicar esto tomando cualquier actividad rutinaria, que habitualmente sólo es un medio para un fin, y darle toda tu atención para que se convierta en un fin en sí misma.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Por ejemplo, cada vez que subas o bajes las escaleras en tu casa o en tu puesto de trabajo, presta mucha atención a cada escalón, a cada movimiento, incluso a tu respiración. Mantente totalmente presente.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">O cuando te laves las manos, presta atención a todas las percepciones sensoriales asociadas con esa actividad: el sonido y la sensación del agua, el movimiento de tus manos, el aroma del jabón, etc.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">O cuando entres en tu coche, después de cerrar la puerta, detente durante unos segundos y observa el flujo de tu respiración. Toma conciencia de una silenciosa pero intensa sensación de presencia.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Hay un criterio que te permite medir el éxito logrado en esta práctica: el grado de paz que sientas en tu interior.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El paso más vital en tu camino hacia la iluminación es éste: aprende a no identificarte con tu mente. Cada vez que creas una apertura en el flujo mental, la luz de tu conciencia se fortalece.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Puede que un día te sorprendas sonriendo a la voz que suena en tu cabeza como sonreirías a las travesuras de un niño. Esto significa que has dejado de tomarte el contenido de tu mente tan en serio, y que tu sentido de identidad ya no depende de él.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span>Juanihttp://www.blogger.com/profile/11734344407541051757noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3116615939358420962.post-4442910983913868932022-09-18T11:26:00.003+02:002022-09-18T11:26:19.751+02:00Aceptación<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEi5GZfNQjrKrZcSim2U_5U0scVoMckaVsvvzWrc_XOZ8mDejTKwr4uft3yoylf3w7ABtBsiuQ0-ERt9dfs1Vu-9dhbEs9dX7FJoe5e1xKT4Ba-cf7BqX9bBHWszoG5FjNNytPWprswkr0ZOjTYpgf8Kz6KOzyjNj92nMpPbZ-RWbV1617qYE-SrXdpU" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="383" data-original-width="535" height="229" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEi5GZfNQjrKrZcSim2U_5U0scVoMckaVsvvzWrc_XOZ8mDejTKwr4uft3yoylf3w7ABtBsiuQ0-ERt9dfs1Vu-9dhbEs9dX7FJoe5e1xKT4Ba-cf7BqX9bBHWszoG5FjNNytPWprswkr0ZOjTYpgf8Kz6KOzyjNj92nMpPbZ-RWbV1617qYE-SrXdpU=w404-h229" width="404" /></a></div><br /><b style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><i>Cuando el corazón llora por lo que ha perdido, el Profundo sonríe por lo que ha encontrado.</i></b><span style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"> </span><i style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">Dicho Sufí.</i><p></p><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">¿Nos ha dado pena esa pérdida?, ¿ha finalizado la relación con una persona amada?, ¿ha desparecido alguna cosa muy simbólica?, ¿últimamente la vida pasa monótona, sin todavía vivenciar eso que uno anhela?, ¿acaso la salud nos ha dado un “aviso”? ¿tal vez la economía flaquea?, ¿acaso han herido nuestro ego?, ¿o bien es la rabia y la impotencia acompañadas de oscuros deseos de venganza?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Si miramos hacia atrás en nuestra vida y observamos la de aquellos que nos rodean, sabremos muy bien que ésta es un rosario en el que las risas se alternan con las lágrimas. Uno también intuye que toda experiencia por dolorosa que sea, trae envuelta enseñanzas insospechadas. La evolución como rueda de molino, refina y sutiliza a las personas y a las cosas. ¿Por qué nos duele tanto la pérdida? La respuesta señala a nuestro yo que se confunde e identifica con eso que se va, generando una sensación que nos fragmenta. En realidad, somos mucho más que nuestras partes. Nuestra existencia tiene otro alcance y la capacidad de crecer internamente es ilimitada.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Todos sabemos que cuando uno sufre, de poco sirve decirle que hasta la pérdida más dolorosa es una vivencia que madura el alma. Sin embargo, cuando uno recuerda que puede observar su dolor y comprender que éste es pasajero porque se trata tan sólo de la otra cara de la moneda, la tensión afloja y asoma un rayo de esperanza. Uno sabe que si acepta lo que duele, si acepta que el dolor forme parte del gran juego, sucederá que la tormenta se apacigua y uno se libera. Cuando sufrimos un desgarro por la pérdida nos tornamos más sensibles al tiempo que disolvemos formas ilusorias. Más tarde, sentimos el corazón expandido y miramos la vida con otras gafas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">¿Acaso alguien todavía duda que tras la noche oscura no tarda en llegar el alba?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">¿Sabemos ya que tras el llanto de la pérdida, se oye la suave alegría de las nuevas llegadas?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El dolor es transitorio, siempre pasó de largo dejándonos el pecho sin corazas. En realidad, el dolor es un “cohete” hacia el Espíritu que abre nuestra sensibilidad y revela el sentido último de la existencia. El dolor prepara silencioso el estallido del amor escondido que uno guarda.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Si hay dolor, aceptémoslo y recordemos que no hay errores, ni castigos, ni siquiera culpas, tan sólo aprendizajes y crecimientos del alma. En el fondo, y mientras su influencia pasa, uno resiste afirmado en sus valores, y desde ahí, siempre gana. No hay culpables, tan sólo conductas y programas. No pensemos que el Universo es un lugar diseñado para sufrir en nombre de las pérdidas. Tenemos derecho a ser felices y, si el dolor llama a la puerta y ocupa temporalmente la morada, tengamos en cuenta que la Vida florecerá exquisita en lo más hondo de nuestra esencia.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Tal vez en plena confusión, uno no se da cuenta de lo que realmente pasa. Sin embargo, sabemos muy dentro, que tras la película dolorosa viene algo maravilloso que sentimos merecer por el simple hecho de darnos cuenta. Se trata de un milagro que se acerca veloz a nuestras vidas pero, ahora, de forma diferente y renovada. No se trata de “más de lo mismo” y, sin embargo, es justo aquello que nuestro Ser Interno, aunque no lo creamos, anhela y demanda. Confiemos. Dejémonos fluir y resbalar por las cascadas de la vida cotidiana. En realidad, mientras aceptamos, sabemos que ya llegan goces más profundos que abrazan nuestro pecho y hacen vibrar a nuestra alma.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><i><div style="text-align: justify;"><i>J.M.Doria</i></div></i></span><div style="text-align: justify;"><br /></div> Juanihttp://www.blogger.com/profile/11734344407541051757noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3116615939358420962.post-77320701754898701052022-09-10T15:50:00.000+02:002022-09-10T15:50:01.714+02:00Nuestra experiencia está en perfecto equilibrio<p><span style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjmGqNsY07yaz8_wndj7tLah3NXHFvLCeNoeSvfdR5XQXp_jrHfFD3bk1Dvuib_Fi1oRz7lecmY63oUc6NjpYNxyiRnBoMq650sBaQbIo07n_wBlwPnlX7ossODEToLYvGfX-7QdMOGr6m5_hfqyTXugxkBZIg8mPsP5iujl_zsdMwLkfcVY42q4Mfg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="413" data-original-width="617" height="261" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjmGqNsY07yaz8_wndj7tLah3NXHFvLCeNoeSvfdR5XQXp_jrHfFD3bk1Dvuib_Fi1oRz7lecmY63oUc6NjpYNxyiRnBoMq650sBaQbIo07n_wBlwPnlX7ossODEToLYvGfX-7QdMOGr6m5_hfqyTXugxkBZIg8mPsP5iujl_zsdMwLkfcVY42q4Mfg=w460-h261" width="460" /></a></div><br /><span style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">Nuestra experiencia está en perfecto equilibrio: si hay guapo, tiene que haber feo. Si hay éxito, tiene que haber fracaso. Si hay iluminado, tiene que haber no iluminado. Si hay amado, tiene que haber no amado. Así son las cosas, y no es un problema hasta que entramos en guerra con el modo en que son, hasta que nos oponemos al equilibrio de la vida.</span><p></p><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La belleza de la vida es que está en constante movimiento, siempre cambiando. No podemos sentir lo mismo todo el tiempo. En la experiencia presente, no hay «todo el tiempo», y tampoco hay «nunca»; solo la danza de las olas ahora.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Cuando decimos: «Quiero ser atractivo, quiero ser guapo», lo que queremos decir es que deseamos sentimos atractivos todo el tiempo, nunca sentirnos feos. Recuerda, lo que eres no puede ser nada en particular, pero, a la vez, lo que eres es la facultad de sentir cualquier cosa ahora.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Queremos ser algo inmutable y sólido en el tiempo y el espacio, y sin embargo, cuando observamos, vemos que nuestros sentimientos están constantemente fluctuando, cambiando, en el momento intemporal.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La realidad es que, en cualquier momento, podemos sentirnos bellos o feos. A veces sentimos que somos un éxito, y a veces que somos un fracaso.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">A veces nos sentimos débiles, y a veces fuertes. A veces nos sentimos seguros, y a veces inseguros.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">A veces nos sentimos alegres, y a veces tristes.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">A veces sentimos que estamos a favor de algo, y a veces en contra de eso mismo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Así es como son las cosas, y es totalmente natural tener estos sentimientos aparentemente contradictorios uno detrás del otro, o incluso sentirlos al mismo tiempo. No nos gustan las paradojas, pero, cuando comprendes que somos en esencia criaturas paradójicas y que eso está profundamente bien, ves lo natural que es no sentir lo mismo todo el tiempo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En el océano que eres, el cambio, la fluctuación y la impermanencia son la manera de ser de las cosas. Al océano inmutable le encanta expresarse en forma de olas que cambian constantemente; lo que sucede es que, en nuestro empeño por ser un yo coherente, por tener un relato de quiénes somos sólido, congruente e inmutable, consideramos negativa la incoherencia y la volubilidad, e intentamos evitarlas a toda costa.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Queremos sentirnos igual mañana que hoy. Queremos tener los mismos pensamientos y opiniones, querer las mismas cosas, albergar las mismas creencias día tras día y año tras año.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">No queremos cambiar de idea. No queremos que se nos considere personas volubles, cambiantes, con las que no se sabe a qué atenerse, incapaces de decidirse por una cosa o por otra.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El cambio, el movimiento, el flujo son la manera de ser de todo cuanto existe, y sin embargo, nosotros deseamos ser inamovibles, llevar por bandera una imagen definida e inmutable de quiénes somos, contar un cuento coherente sobre nosotros mismos día tras día.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Queremos ser algo, no obstante, nuestra naturaleza nos impide ser jamás «algo» fijo. Y a causa de nuestro malentendido sobre quiénes somos realmente, entramos en guerra con la integridad de la experiencia, intentando inmovilizar el flujo natural de la vida..., lo cual tiene como resultado una gran frustración y sufrimiento.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Estamos en guerra con los opuestos; rechazamos cualquier opuesto que no se ajuste a nuestra imagen de nosotros mismos, y no nos damos cuenta de algo muy importante: de que en realidad, no hay opuestos. Los opuestos son creación de la mente. Solo la mente separa la realidad, divide en dos las experiencias y luego se lanza en pos de uno de los opuestos e intenta escapar del otro.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">He aquí algo que resulta crucial entender: en realidad, los sentimientos no tienen opuesto. La energía del cuerpo no tiene opuesto. La vida no tiene opuesto.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">¿Puede tener un opuesto el canto de un ave? En este momento, escuchando a un pájaro cantar, ¿hay algo semejante a un opuesto? Es posible que el pensamiento diga que «lo opuesto de un pájaro que canta es un pájaro que no canta», pero eso no es más que otro pensamiento, otra imagen que aparece justo ahora. ¿Tiene el auténtico pío, pío de un pájaro —escúchalo— un opuesto, en la realidad?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">¿Tiene este momento un opuesto? ¿Tiene un opuesto la presencia de la vida aquí y ahora? ¿Hay realmente algo que se oponga a ella?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">¿Tiene un opuesto la sensación? Pellízcate. Pon tu atención en las intensas sensaciones que siguen. ¿Puedes encontrar algún opuesto a esas sensaciones? Sí, claro, el pensamiento diría que «lo opuesto de este dolor es la ausencia de ese dolor», pero, de nuevo, eso no es más que otro pensamiento que aparece ahora.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En realidad, ¿tiene la sensación presente un opuesto que puedas encontrar de verdad en la experiencia presente?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">¿Es un sentimiento abominable lo opuesto de un sentimiento hermoso, o son simplemente dos experiencias muy distintas, acompañadas de sensaciones diferentes, de sabores diferentes?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">¿Es un sentimiento alegre lo opuesto de un sentimiento triste? El pensamiento diría que lo son, pero, fuera del pensamiento, ¿encuentras algún opuesto?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En la realidad, no existe lo opuesto de un sentimiento o una emoción. Todo sentimiento y toda emoción son una experiencia completa en sí mismos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La experiencia en sí no tiene opuesto. Sentirse feo no es lo opuesto de nada..., es simplemente sentirse feo. Sin calificar de «negativo» sentirse feo y de «positivo» sentirse guapo, sin convertirlos en opuestos, vemos que sentirse feo es sencillamente una experiencia que está sucediendo ahora..., nada más que una ola de experiencia, nada más que algo que pasa por nosotros. Ninguna ola es intrínsecamente mejor ni peor que cualquier otra. Es solo energía de vida con un movimiento en particular.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Profundicemos un poco más. No solo es que la belleza no sea lo opuesto de la fealdad, sino que la fealdad es además simplemente un concepto, y, como tal, no puede capturar la auténtica experiencia del momento presente. En otras palabras, sin el relato que cuenta que lo que estoy experimentando es fealdad, ¿qué está ocurriendo aquí de hecho?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Sin el relato de que lo que experimento en este momento es el fracaso, ¿qué hay aquí de hecho?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Sin el relato de que lo que experimento en este instante es dolor, pesar, aburrimiento, ira, malestar, depresión, confusión, o incluso búsqueda, ¿qué hay de hecho aquí?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Sin cualquier relato sobre lo que está sucediendo ahora, sin catalogar esta experiencia como «fracaso» y compararla con el éxito, sin calificarla de «fealdad» y compararla con la belleza, sin llamarla «ira» o «dolor» y compararla con sus opuestos conceptuales, ¿cómo sé lo que de hecho estoy sintiendo?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Como decía antes, sin relato, no tienes forma de saber lo que estás experimentando. Sin ningún relato, sin nombrar las olas, la vida es simplemente energía en bruto, energía pura, en movimiento. Es el océano —sin nombre, y misterioso—.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Intentamos calificar esa energía; la juzgamos, tratamos de escapar de ella, la convertimos en el negativo de un opuesto positivo, y luego buscamos lo positivo. Y sin embargo, por debajo de todo esto, ni siquiera sabemos en realidad de qué huimos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Llamamos a una ola «miedo», «ira», «tristeza», «aburrimiento», «pesar», «alegría» o «dolor» porque estos son los nombres y conceptos que hemos aprendido —solo por eso—, y luego o intentamos escapar de estas olas o nos aferramos a ellas. Pero quítales todos esos rótulos que les has puesto y, en realidad, ¿de qué intentas escapar, o a qué te aferras? ¿Lo sabes?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">¿Qué sucede cuando nos desprendemos de todos los rótulos, de todas las descripciones que hemos aprendido, y afrontamos la energía en bruto de la vida tal como es en este momento, sin intentar cambiarla, eludirla ni aferramos a ella?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">¿Qué ocurre cuando nos desprendemos de todas las descripciones de lo que es o no es este momento y sentimos profundamente las sensaciones presentes?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Aquí es donde empieza la verdadera aventura de la vida.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Cuando trasciendes el relato de lo que sientes en cualquier momento, acabas viendo que en realidad nunca has sabido realmente de qué escapabas. Y te encuentras con la energía en bruto de la vida. Estás desnudo ante la vida..., y esta es la verdadera sanación. Es el derrumbe de todas las ideas sobre cómo debería ser este momento.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">J. Foster</div></span>Juanihttp://www.blogger.com/profile/11734344407541051757noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3116615939358420962.post-43884271567139407512022-05-15T10:17:00.005+02:002022-05-15T10:17:49.425+02:00Para vivir la Realidad<p style="text-align: center;"> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhbrFcduriajeLJNgIHmNyIk12yYWxhZmx9kUZqtlyBSlbYjiW4bQBxYhQABV8UWtaEkNrX9tCEL4UboAGcrEH7jrKSlWENbwpvP1yPNqrOMWp061MJzZTdqYxjZiGkQ_tTlL20_pAqQQa3KY9Rpj1bamk-nryD2iWSYSvNEtQBfZV3GGjWYlE7vaEd" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img alt="" data-original-height="359" data-original-width="539" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhbrFcduriajeLJNgIHmNyIk12yYWxhZmx9kUZqtlyBSlbYjiW4bQBxYhQABV8UWtaEkNrX9tCEL4UboAGcrEH7jrKSlWENbwpvP1yPNqrOMWp061MJzZTdqYxjZiGkQ_tTlL20_pAqQQa3KY9Rpj1bamk-nryD2iWSYSvNEtQBfZV3GGjWYlE7vaEd=w400-h266" width="400" /></a></p><p><span style="color: #b45f06; font-family: georgia; text-align: justify;">Despertar quiere decir dejar de vivir en el mundo mental y vivir en la Realidad, en el momento Presente, en lo que está sucediendo aquí y ahora. Despierto quedan todos los juicios en suspenso, el entorno no nos presiona, ni nos invade y nos damos cuenta de que somos la vida en expresión.</span></p><span style="font-family: georgia;"><div style="color: #b45f06; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #b45f06; text-align: justify;">Cuando empezamos a despertar, esa experiencia es breve y no se puede mantener, pero nos habrá marcado por su autenticidad y por ser una experiencia real y vívida del lugar hacia el que nos dirigimos. Hay que hacer todo un proceso para estabilizar dicha experiencia.</div><div style="color: #b45f06; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #b45f06; text-align: justify;">1- Darse cuenta que uno está dormido y despertar aunque sea por unos momentos, para luego trabajar en esa dirección.</div><div style="color: #b45f06; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #b45f06; text-align: justify;">2- Descubrir el error, el personaje, el ego, los mecanismos aprendidos mediante los que funcionamos, para trascenderlos.</div><div style="color: #b45f06; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #b45f06; text-align: justify;">3- Reequilibrar y expresar el yo-experiencia, para dejar de vivir en el yo mental o personaje y vivir la Realidad.</div><div style="color: #b45f06; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #b45f06; text-align: justify;">4- Paralelamente al trabajo anterior, realizar la limpieza del inconsciente.</div><div style="color: #b45f06; text-align: justify;"><br /></div> <div style="color: #b45f06; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #b45f06; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #b45f06; text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: center;"><b><span style="color: #cc0000;">¿Para qué hacer limpieza en el inconsciente?</span></b></div><div style="text-align: center;"><b><span style="color: #cc0000;"><br /></span></b></div><div style="color: #b45f06; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #b45f06; text-align: justify;">Para ser capaces de vivir el momento presente, sin arrastrar temas del pasado, estar lo suficientemente libres para vivir el aquí y el ahora, sin lastres que influyan en nuestra conducta.</div><div style="color: #b45f06; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #b45f06; text-align: justify;">Lo mismo nos esclaviza un pasado doloroso que uno glorioso, por lo que es fundamental limpiar el inconsciente paralelamente a fortalecer el yo experiencia (dejar de vivir en el yo mental o personaje para vivir la realidad, el yo experiencia.</div><div style="color: #b45f06; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #b45f06; text-align: justify;">Lo que hemos desarrollado menos es lo que nos hace sufrir, así que es eso lo que hay que trabajar más, pero siempre en los tres ejes (energético, afectivo e inteligencia). Cuando los tres centros estén desarrollados adecuadamente, no necesitaremos manipular el afuera para cubrir nuestras carencias, sino que, veremos la oportunidad en cada momento de expresar lo que somos, las capacidades que tenemos.</div><div style="color: #b45f06; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #b45f06; text-align: justify;">Equilibrar el yo experiencia (ego sano) es madurar como personas adultas. El objetivo del yo experiencia es conseguir que en cada situación, los pensamientos, emociones y acciones sean lo más adecuado en aquel momento.</div><div style="color: #b45f06; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #b45f06; text-align: justify;">Cada momento es único, por lo que debemos estar bien despiertos para actuar dando la respuesta más adecuada a ese momento, actuar y expresarnos libremente en cada situación, más allá de lo mecánico.</div><div style="color: #b45f06; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #b45f06; text-align: justify;">“Yo solamente puedo hacer aquello a lo que me siento llamado a hacer, cualquier otra cosa, sería una traición contra mi propia persona.” Solo cuando nos experimentamos tal y como somos, obtenemos la propia felicidad y plenitud, por lo que el autoconocimiento nos hace “libre” internamente.</div><div style="color: #b45f06; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #b45f06; text-align: justify;">El inconsciente es nuestro aliado, ya que es parte de nosotros mismos y busca nuestro bien, pero ese bien no es el mismo a los 4 o 5 años que a los 40 y, aunque los años han pasado, el inconsciente es atemporal y sigue con las mismas normas, que ya no nos son útiles, por lo que habrá que cambiarle las normas y explicarle claramente y él nos prestará su apoyo.</div><div style="color: #b45f06; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #b45f06; text-align: justify;">Por otro lado, el inconsciente es como una caja o un baúl donde guardamos todo lo que no queríamos ver, nos asustaba o queríamos ignorar, por lo cual, dentro de él, hay cosas que considerábamos “terribles” de nuestra infancia y de nuestra adolescencia, que cuando las miramos ahora, parecen tonterías.</div><div style="color: #b45f06; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #b45f06; text-align: justify;">Además nuestro inconsciente no nos mostrará nada que no podamos sortear sin problemas, por lo que no debemos temer, el inconsciente está deseoso de liberarse de todo ese peso inútil.</div><div style="color: #b45f06; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #b45f06; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #b45f06; text-align: justify;"><b>La limpieza ha de ser en los tres niveles:</b></div><div style="color: #b45f06; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #b45f06; text-align: justify;">- Limpieza del inconsciente energético para recuperar nuestra fuerza, energía, espontaneidad, sexualidad.</div><div style="color: #b45f06; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #b45f06; text-align: justify;">- Limpieza del inconsciente emocional para estar más cerca interiormente de las personas y amarlas.</div><div style="color: #b45f06; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #b45f06; text-align: justify;">- Limpieza del inconsciente intelectual, para soltar las creencias impuestas, la rigidez mental.</div><div style="color: #b45f06; text-align: justify;"><br /></div> <div style="color: #b45f06; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #b45f06; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #b45f06; text-align: justify;">Todo lo que hemos acumulado, nos pesa y nos impide despegar. Al limpiar esa carga retenida, la energía del inconsciente se une a la de la parte consciente y nos vivimos con más energía, logrando una adultez equilibrada, una normalización del ser humano, para poder trascenderla hacia los niveles superiores, y dejar que se trasluzca la Realidad que somos.</div><div style="color: #b45f06; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #b45f06; text-align: justify;"><i>Apuntes tomados de A. Blay</i></div><div style="color: #b45f06; text-align: justify;"><i><br /></i></div></span> Juanihttp://www.blogger.com/profile/11734344407541051757noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3116615939358420962.post-48613819117112927302022-05-10T14:24:00.003+02:002022-05-10T14:24:40.756+02:00La noche oscura del alma<p><span style="color: #b45f06; font-family: georgia; text-align: justify;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEi0DPC5E46LVKB85NnP567zCAsJ6YxERGXjrIKlTbaG4cM_M7K2gawz3zvKcvhCjY9uWRq5l9V4Qi_O6mS1esarWbpQn0s22Qjbt9On5Qli56csC3BHPonCwZRm1s0SkDPPfFccHtqe-EOCEK9wzY7wrx4bhfhayVJLdDIGyE_BOVOSlf7INaCexjVx" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="532" data-original-width="800" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEi0DPC5E46LVKB85NnP567zCAsJ6YxERGXjrIKlTbaG4cM_M7K2gawz3zvKcvhCjY9uWRq5l9V4Qi_O6mS1esarWbpQn0s22Qjbt9On5Qli56csC3BHPonCwZRm1s0SkDPPfFccHtqe-EOCEK9wzY7wrx4bhfhayVJLdDIGyE_BOVOSlf7INaCexjVx=w400-h266" width="400" /></a></div><br /><span style="color: #b45f06; font-family: georgia; text-align: justify;">Muchos místicos, en su camino para encontrarse con Dios, se han referido a un periodo de confusión, tristeza, miedo y soledad al que han denominado «la noche oscura del alma». Muchos de nosotros, aunque no seamos místicos, sí que tenemos la experiencia de que, cuando queremos abandonar ese espacio al que hemos llamado «identidad», entramos en otro que está lleno de dudas y confusión. En este nuevo espacio, que también se llama de «hundimiento», el ser humano se siente perdido y le cuesta pensar con claridad. Todo a su alrededor se ve cubierto por la niebla y ya no sabe hacia dónde va. Emociones como la ansiedad, el miedo o la desesperanza hacen su aparición.</span><p></p><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;">La mente enjuiciadora, que lo único que pretende es que, como una oveja, volvamos al redil, empieza a acribillarnos con interpretaciones y valoraciones que a lo único que nos invitan es a dejar de seguir explorando y a volver a nuestro punto de partida, de donde tal vez pensemos que nunca teníamos que haber salido. Es una llamada a la resignación, al conformismo, a creer que la transformación personal sólo es una bella utopía.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;">Hay que estar muy alerta cuando uno empieza a experimentar esa noche oscura, porque en realidad lo que está ocurriendo es justo lo contrario de lo que parece. Si abandonamos en este momento, si nos dejamos conducir una vez más por nuestras emociones, entonces sí que perderemos gran parte de lo que habíamos ganado atreviéndonos a salir de nuestra zona de confort.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;">Cuando nos sentimos confusos y perdidos es porque estamos a punto de hacer un descubrimiento, de tener una revelación, ya que tras esa área de oscuridad y hundimiento se encuentra el área de descubrimiento, el espacio donde uno empieza a comprender en hondura ciertas cosas. Es el lugar desde donde se despliega nuestra creatividad y encontramos nuevos caminos para acceder a aquello que previamente, cuando estábamos en nuestra zona de confort, se nos resistía.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;">No sólo hay que tener un verdadero corazón de guerrero para adentrarse fuera del área de confort, sino que hay que tener ese mismo corazón para seguir avanzando en medio de la confusión y la oscuridad. Mantener el coraje, la confianza y la certeza absoluta de que algo valioso, aunque no lo veamos, está aflorando dentro de nosotros, es esencial.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;">Nuestra consciencia está despertando, pero nuestra mente intelectual y racional, que depende de nuestro ego, no sabe qué es lo que está ocurriendo, pero sea lo que sea, de alguna manera amenaza su existencia. Es normal esta reacción de nuestra identidad, de nuestro ego, ya que cuando se produzca el verdadero despertar de la consciencia, el ego no morirá, sino que sencillamente empezará a desvanecerse. Será algo así como la oscuridad desvaneciéndose en presencia de la luz.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;">Si nos sentimos mal cuando estamos en medio de nuestra noche oscura, no es porque estemos mal, sino porque, como estamos acostumbrados a creer que somos nuestra identidad, nuestro ego, las emociones de la identidad que está siendo transformada las experimentamos en nosotros mismos.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;">De la misma manera en la que el gusano en la fase de crisálida tenía que ser digerido por sus propias enzimas proteolíticas para poder ser transformado en mariposa, también nuestra identidad ha de ser digerida para que surja una nueva presencia mucho más en línea de quienes somos en realidad-</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;">Resistirnos a estas emociones que estamos experimentando es justo lo contrario de lo que hemos de hacer, ya que resistirse es rechazar, oponerse a aquello que en realidad más necesitamos.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;">Abrazar estas emociones incómodas no es razonable y, sin embargo, desde la perspectiva de una consciencia más elevada, es justo lo que necesitamos hacer si queremos crecer y evolucionar como personas. Es en estos momentos en los que tenemos que tener la firmeza de seguir adelante, de aceptar nuestro sentir y de abrirnos a experimentarlo completamente, rindiéndonos por completo al proceso sanador que tanto necesitamos.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;">En estos momentos de dolor e, incluso, de amargura pueden existir unas gotas de alegría y entusiasmo al comprender que tras la confusión viene la claridad y que después de la noche más oscura aparece el más bello amanecer. Si conseguimos salir de ese espejismo creado por unas emociones que lamentablemente están la mayor parte de las veces al servicio de nuestra estrecha identidad y de nuestra más que limitada consciencia, nos daremos cuenta de que, cuando nuestra consciencia deja de identificarse con nuestra identidad, con esa definición que hemos hecho de nosotros mismos, accedemos de manera inmediata a nuevas posibilidades para nosotros y nuestras vidas.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;">Unas posibilidades que antes permanecían ocultas. Es algo así como contemplar las cosas desde un lugar más elevado, con lo cual vemos lo que no se puede ver a ras del suelo.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;">La búsqueda de uno mismo, de quién se es en realidad, es siempre un acto de heroicidad que implica aprender a superarse a sí mismo una y otra vez, para poco a poco ir expandiendo los límites de la propia identidad. Sólo de esta manera podemos llegar a descubrir lo extraordinario en lo ordinario.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;">El propio Einstein decía que «en la vida o nada es un milagro o todo es un milagro». Hay dimensiones ocultas de la realidad que sólo se manifestarán una vez que hayamos superado nuestra oscura noche del alma. Nuestros sentidos podrán captar elementos de esa realidad que previamente quedaban tapados por nuestra mente enjuiciadora.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;"><i><b>«En el momento en el que nos sentimos perdidos, confusos y frustrados, es esencial que colaboremos conscientemente con el proceso de transformación.»</b></i></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;">Es el momento de recordar aquellas palabras que pronunció Nelson Mandela y que escribió Marianne Williamson, en las que decía que el hombre no tiene miedo a su oscuridad, sino a su luz. En el momento en el que nos sentimos perdidos, confusos y frustrados, es esencial que colaboremos conscientemente con el proceso de transformación, y para ello hay varias cosas que podemos hacer, porque todas ellas tienen un impacto en nuestras emociones.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;">· Mantengamos una postura y unos gestos que transmitan que estamos experimentando un proceso victorioso y no una derrota. Los hombros caídos, la espalda encogida y el pecho retraído son leídos por el cerebro como si algo fuera mal y refuerzan las emociones disfuncionales. Lo mismo ocurre con las caras tristes y el tono de voz apagado. Movámonos con vitalidad, hablemos con entusiasmo y transmitamos pasión en nuestra mirada.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;">· Durmamos al menos siete horas diarias porque, durante el sueño, el inconsciente sigue trabajando para sacar a la luz lo que ha de salir.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;">· Procuremos comer con moderación y hagamos cenas ligeras.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;">· Rompamos el hábito sedentario y hagamos ejercicio físico al menos cinco días a la semana, durante media hora cada día. El ejercicio físico tiene, como ya hemos visto, la capacidad de reducir muchas de nuestras emociones disfuncionales.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;">· Practiquemos la meditación mindfulness durante diez minutos dos veces al día, hasta llegar poco a poco a veinte minutos dos veces al día.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;">· Valoremos lo que nos está sucediendo como una gran oportunidad para nuestro crecimiento y evolución.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;">· No perdamos el tiempo haciéndonos preguntas como: «¿Por qué me siento tan mal?», «¿Qué puedo hacer para sentirme mejor?», «¿Cuál es el origen de lo que siento?». Estas preguntas son una trampa para que lleve mi atención a las emociones y siga atrapado por ellas. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;">Preguntas distintas, como: «¿Qué hay de estupendo en lo que me está pasando?», «¿Cómo puedo colaborar aún más en mi proceso de transformación?» o «¿Qué es lo extraordinario que voy a descubrir?» hacen que nuestra atención se posicione en la búsqueda del camino de salida y no se quede envuelta en una serie de disquisiciones que no llevan a ningún sitio y que lo único que hacen es mantenernos atrapados.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;">Cualquier proceso de transformación lleva un tiempo diferente en cada ser humano y sucede cuando menos lo esperamos. Lo único que podemos hacer es allanar el camino y esperar victoria. Es así como obtendremos victoria.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;">Si queremos experimentar mayor energía y vitalidad, hemos de tener presentes todas nuestras dimensiones, la cognitiva, la emocional, la corporal y la espiritual, porque todas ellas están interconectadas.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;">Cuando nos damos cuenta de que en realidad somos el espectador que contempla la película, entonces nos estamos identificando con nuestra verdadera esencia, con lo que somos en realidad.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;">Éste es el plano del ser: hemos trascendido el personaje y nos hemos encontrado con nuestra verdadera naturaleza que es espiritual. Es esta distancia del drama lo que le permite mantener una serenidad y una ecuanimidad sea lo que sea lo que ve en la pantalla. Por eso, hay personas que ante las circunstancias más duras no pierden ni su equilibrio ni su paz interior.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;"><br /></span></div> <div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;"><b>Cuando uno despierta a lo que es su verdadera identidad, su verdadera naturaleza, se abren múltiples posibilidades:</b></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;">- Desde esta dimensión, se experimenta el dolor, pero no el sufrimiento. Hay dolor cuando hay una pérdida, pero no se piensa reiteradamente en una cosa hasta que le arruina a uno la vida.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;">- Hay un desapego emocional que significa lo siguiente: uno puede experimentar la emoción, pero sin quedar atrapado en ella.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;">- Hay una percepción diferente de la realidad y se ven muchas cosas que antes no se veían y se oyen cosas que antes no se podían oír.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;">- Se ve la profunda interconexión de todo con todo y desaparece la ilusión de separación. De alguna manera descubro que el daño que hago a otros se vuelve contra mí, y que el daño que hago a la Tierra, me lo estoy haciendo a mí mismo.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;">- Se da un paso más allá de lo que Einstein mostró. En la nueva Tierra desaparece la ilusión del tiempo y sólo existe un presente continuo, sólo está el aquí y ahora.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;">- Existe una sensación de paz y de serenidad imperturbable, incluso cuando en el plano de la identidad se estén experimentando unas circunstancias muy duras.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;">- Existe libertad de elegir, porque uno ha trascendido sus hábitos, sus reacciones automáticas, sus automatismos, sus patrones habituales de respuesta.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;">- Se tiene la claridad para comprender el sufrimiento que acarrea vivir atrapado en el plano de la identidad y, por eso, existe no sólo una profunda compasión, es decir, una comprensión del sufrimiento de los demás y del origen de su conducta, sino que se alcanza una capacidad de perdón que no se puede lograr desde el plano de la identidad.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;">- No existe lenguaje. Es por eso que los que han experimentado destellos de esta nueva Tierra o viven de forma habitual en ella, pueden orientar, explicar y describir, pero no pueden transmitir por medio del lenguaje la experiencia de estar allí.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;">- Se experimenta el amor incondicional, porque desde este ángulo sólo se percibe la belleza en los otros, aunque se comprenda que en el plano de la identidad esta belleza se encuentra muchas veces tapada por capas de fealdad.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;">- No existen las formas y, sin embargo, se tiene acceso a la capacidad de crear y manifestar todo tipo de formas en ese plano de la realidad en el que se mueve nuestra identidad.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;">- Hay un nivel extraordinario de inteligencia y de sabiduría y, por eso, existe un nivel de claridad incomprensible e inaccesible desde el plano de la identidad.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;">Cuando una persona deja de identificarse plenamente con su mente, con sus pensamientos, juicios, valoraciones y emociones, comprende que es algo más, mucho más que sus ideas y sus opiniones. Entonces empieza a comprender qué es lo que hay detrás de la expresión «yo soy».</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;"><i>Dr. Mario Puig</i></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;"><br /></span></div>Juanihttp://www.blogger.com/profile/11734344407541051757noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3116615939358420962.post-24535182174135903052022-03-27T11:28:00.001+02:002022-03-27T11:28:04.445+02:00El Despertar<p style="text-align: center;"> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEibyFhLj5_NOEOTKMdagShmrq3bjNv5Ys0hNddGxr0eulOyCgZxazyBLnyL-ilwFdg4Kvu4bBGdTlSQ_nkW7SbqQ3gWKEmdK1GMpDNBIa4ENwcOZ3morz6cVVMQgjnhNsSIQwd1LrEsQ8o3ES-hwrxuAmjre-4vSIe07lBDrLnn-s2y7v1K2zPOxTe3" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img alt="" data-original-height="286" data-original-width="430" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEibyFhLj5_NOEOTKMdagShmrq3bjNv5Ys0hNddGxr0eulOyCgZxazyBLnyL-ilwFdg4Kvu4bBGdTlSQ_nkW7SbqQ3gWKEmdK1GMpDNBIa4ENwcOZ3morz6cVVMQgjnhNsSIQwd1LrEsQ8o3ES-hwrxuAmjre-4vSIe07lBDrLnn-s2y7v1K2zPOxTe3=w400-h266" width="400" /></a></p><p><span style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">En el Despertar verdadero, no hay liberación ni prisión. Estás despierto cuando tomas consciencia del aire, de los ruidos, de los olores, de la luminosidad de la habitación, de los movimientos de la mente, del silencio interior, de las sensaciones corporales. Percibes todo este conjunto de fenómenos que recorres delante del eterno vacío y el silencio de tu esencia inmaterial.</span></p><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><div style="text-align: justify;">No hay prisión, no hay liberación. Eres lo que has sido siempre, la Conciencia eterna, sin forma, vacía de contenido, sin límite, presente por doquier, eternamente inactiva, sin comienzo ni fin, más allá del tiempo y del espacio, espectadora, y no te has convertido en eso en un momento u otro, eso lo has sido siempre.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Para hablar de liberación, es preciso haber perdido el Despertar, es preciso haber entrado en arabescos y las concepciones de la mente. Es en la mente, solamente en ella, donde se encuentran las nociones de realización, liberación, prisión, ignorancia y conocimiento.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Cuando despiertas, ves “eso” que llena el instante, “eso” es extraordinario e indescriptible. Percibes la inmutable interioridad trascendente que engloba la exterioridad y contiene el movimiento fenoménico.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">De ello resulta una plenitud que no excluye nada y dentro de la cual ninguna formulación mental relativa a la liberación o a la prisión tiene cabida.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Despertarse para obtener beatitud es totalmente erróneo. El hombre sufre, se le dice que en el Despertar hay beatitud y he aquí que se interesa por el Despertar…</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Todas las falsas espiritualidades están basadas sobre la promesa de algo que obtener aquí abajo o en el más allá.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En verdad, por el Despertar descubres la presencia inmutable, esta presencia que es la Consciencia percibiendo el instante mismo, se encuentra más allá de los sufrimientos y de los gozos, que se manifiestan como fenómenos percibidos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEiEv3wQ1XsUNoR0z48EJQQnh0U8gO4bbgngHJEOzewEgbFsQrD5vGlEwavlbcr1TJk2WoOBfguVtSKM23VwDekCH7TWu0CxEQsaeIMDOYYL20nPk2fgVlfxhVecOOMmoiIONPPzyMw2WVlqX87-Xnyaq_cynrcUtx8-oDGUuWbSC1Xi8mVoC4osp6HB" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="366" data-original-width="652" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEiEv3wQ1XsUNoR0z48EJQQnh0U8gO4bbgngHJEOzewEgbFsQrD5vGlEwavlbcr1TJk2WoOBfguVtSKM23VwDekCH7TWu0CxEQsaeIMDOYYL20nPk2fgVlfxhVecOOMmoiIONPPzyMw2WVlqX87-Xnyaq_cynrcUtx8-oDGUuWbSC1Xi8mVoC4osp6HB=w400-h225" width="400" /></a></div><br />La serenidad inmutable de esta presencia intemporal, contiene una plenitud totalmente diferente de los gozos y de las penas experimentadas por los hombres. Esta plenitud, esta serenidad, es una beatitud eterna.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Sin embargo, el Despertar no excluye el sufrimiento. El sufrimiento forma parte del mundo del mismo modo que el gozo, y el Despertar no es un retiro fuera de lo que existe. Es, al contrario, la total aprehensión de lo que es.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En la percepción del Despertar, el sufrimiento humano está incluido. De este modo, el Despertar no es una huida del dolor. ¡Descubrir la beatitud del Despertar, no significa que el sufrimiento desaparezca cuando una astilla se mete en tu ojo! Aquellos que quieren escapar del sufrimiento pueden llegar a abstraerse de él más o menos perfectamente, cultivando la insensibilidad, la abstracción sensorial o concentrándose fuertemente en otra cosa. Pero ello no tiene nada que ver con el Despertar.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Estar despierto es estar plenamente atento tanto al gozo como al sufrimiento. Y en esta atención total, dejar de estar prisionero en ellos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Cuando amanece, es el momento de estar atento a la belleza de la mañana. Durante la actividad de la jornada, es el momento de estar atento a todos nuestros trabajos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Cuando llega la paz de la noche es el momento de estar atento al dulzor de la disolución nocturna.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Cuando llega el sueño es el momento de estar atento para entrar en él con toda consciencia, dejando pasar las fantasmagorías oníricas y sumergiéndose en la gloriosa vacuidad del sueño profundo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En el reencuentro con el ser amado, en su agonía en la cual tenemos su mano en la nuestra, en la belleza del reencuentro y en la belleza de su partida hacia la muerte. Es el momento de estar atento.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En los esplendores de la naturaleza y en la grisura de las ciudades es el momento de estar atento, sin preferencias y sin rechazo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Toda preferencia y todo rechazo es una pérdida de la atención total. Es la entrada en el edificio de las consideraciones mentales, en los inútiles laberintos del pensamiento.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Sin embargo, no caigamos en la trampa contraria, no rechacemos el pensamiento. Rechazar el pensamiento es cometer el error de un esfuerzo mental negativo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Cuando aparece una consideración, un juicio de valor, en nuestro Despertar, lo consideramos con una lucidez objetiva. Los tomamos por lo que son realmente. Son unos simples fenómenos mentales que vemos aparecer y desaparecer después. Pretender ignorar un fenómeno es tan estúpido como querer cultivarlo. Dejemos pasar los fenómenos psicológicos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b><i>El Despertar exige que permanezcamos atentos; atentos a todo lo que pasa y a lo inmutable que permanece detrás de lo que pasa.</i></b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El Despertar no persigue alcanzar nada y porque no busca nada que obtener, no excluye nada. El Despertar auténtico da la espalda a los que buscan el sufrimiento en el ascetismo y a los que buscan el gozo; consiste en permanecer atento y lúcido en el gozo y en el sufrimiento; en permanecer atento a cada instante en tanto que Consciencia inmaterial.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El Despertar consiste en vivir, a partir del punto de vista de la Consciencia; en permanecer en tanto que Consciencia y en percibir al hombre, sus pensamientos, sus sentimientos y sus sensaciones en tanto que Consciencia inmaterial no limitada al cuerpo. Consciencia indiferente.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Que el hombre evite espontáneamente el sufrimiento, que se cure cuando está enfermo y que retire su mano de un objeto caliente, forma parte del orden de las cosas. Ello implica el funcionamiento normal del cuerpo humano, pero no tiene nada que ver con el Despertar. El hombre debe continuar actuando según sus objetivos y sus motivaciones, utilizando para ello su sensibilidad y su reflexión; pero, durante este tiempo, lo que importa en la enfermedad, los cuidados o la curación, es que estemos atentos, que permanezcamos en tanto que Consciencia inmaterial.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El hombre prefiere la curación a la enfermedad: nada más normal. Actúa para preservar la salud: es natural. Pero nosotros somos el testigo de la enfermedad y de la salud.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><i>¿Cómo podría el vacío infinito de nuestra Consciencia ser afectado por los fenómenos fisiológicos o psicológicos?</i></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Esta comprensión se sitúa en la percepción, no tiene nada que ver con las acciones físicas o mentales.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El hombre tiende a reflexionar sobre las causas de la enfermedad, actuar para curarse, pero mientras esto se produce, se trata de permanecer instalado en la transcendencia inmutable e indiferente.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Algunos, confundiendo el nivel humano con el de su Naturaleza, y el de su verdadera identidad inmaterial, han impuesto al hombre una conducta indiferente. Esto es el resultado de una confusión de la mente, en la que la mente se refugia en la idea de indiferencia. Mientras que, en realidad, la indiferencia del Despertar se sitúa más allá de la mente.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Es la indiferencia de la Consciencia que percibe y que no está implicada en eso que percibe. Es la indiferencia de la Consciencia para la cual la vida humana no es otra cosa que un sueño efímero atravesando su eternidad.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Cuando la mente escucha hablar de esta indiferencia, quiere captarla e instaura, a su nivel, el error de la indiferencia ascética. Todas las perversiones y las deformaciones de lo espiritual son porque la mente quiere captar lo que permanece inaprensible por siempre para ella. En su esfuerzo de aprehensión, crea múltiples confusiones que dificultan la comprensión correcta del Despertar transcendente.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La verdadera indiferencia del Despertar no está en la acción. No está ni en la acción que rechaza curar al cuerpo o permitirle el placer, ni en la acción que cura o procura la satisfacción.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La verdadera indiferencia del Despertar percibe cualquier cosa de la misma manera. Ve el bienestar, la aparición del sufrimiento, su mantenimiento o su desaparición con idéntica mirada.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Ve al hombre luchar contra la enfermedad, debido a una reacción y a un instinto de vida que le es natural. Lo ve triunfar o fracasar en su lucha, con una inalterable ecuanimidad.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Algunos caen en la trampa de la mente que dice “es necesario rechazar todo goce”. Otros caen en la trampa de la mente declarando “es necesario rechazar todo esfuerzo, toda disciplina y toda privación”. Todo eso es infantil.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Por lo tanto, el hombre ha de actuar libremente a la luz del Despertar.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Es normal que el individuo evite el sufrimiento innecesario, pero es igualmente normal que se imponga determinados sufrimientos y algunos esfuerzos voluntarios en función de los propósitos que quiera alcanzar. Es el hombre quien practica la disciplina espiritual y ésta es excelente para él.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El abandono o el mantenimiento de la disciplina espiritual no te aporta nada a ti que eres Consciencia.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El sufrimiento del alpinista que conquista una cima, el autocontrol que se requiere para realizar un ayuno, el esfuerzo de quien resiste a una tentación de adulterio, no tiene nada de incompatible con el Despertar.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Todo esto se sitúa al nivel humano y no al nivel del Despertar. Lo que importa es no confundirse con los dos niveles. ¡Que el hombre continúe haciendo esfuerzos de purificación, pero dejad definitivamente de confundiros con él!</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><img alt="" data-original-height="394" data-original-width="631" height="250" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEiy7vULFzUfF02ak3l2spCwn-ETPto6c9YzkECZeN7z3S-6_0YU06jcIMERT76pwjY4b2c1UB3x6i6II5IWDPOFiB-6yIUNzjLuPJkob5RuhWkHqF-484qRehHsHq4EqNbrroqUnNJkoKKPm_e_MN-cpjpPna2iCkndam7Nb-QRvG8pi8wCabLtAWPh=w400-h250" width="400" /></div></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Cuando estás despierto, puede que entre los fenómenos percibidos, una pulsión carnal aparezca. ¿Qué debes hacer? Permanece despierto, es decir, atento a tu realidad de pura Consciencia. Ese fenómeno que es un deseo carnal y que sientes, provoca en reacción otro fenómeno, igualmente observado por ti mismo, el del recuerdo mental de la decisión de la fidelidad conyugal.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Entonces, ¿qué deberías hacer? Solo mantente en Despertar. Esta es la única respuesta válida. Así, eres el espectador de la lucha entre la tentación carnal y la ética de la fidelidad conyugal. Este combate que se sitúa en el mundo de los fenómenos, no te concierne en absoluto, porque eres la eterna Conciencia espectadora, vacía de contenido y sin límite.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Sin embargo, debido a tu Despertar y a la lucidez que procura a nivel humano, se produce el fenómeno siguiente: el hombre no se deja llevar por la tentación.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Es así porque la claridad del Despertar, si bien no actuante, influencia al hombre igual que el sol que, sin actuar al nivel formal, provoca el crecimiento de las plantas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Cuando estás despierto, es decir, cuando la presencia en ti mismo en tanto que Consciencia infinita es intensa, el hombre está bañado por una lucidez perfecta.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Entonces, al percibir el impulso carnal con una perfecta lucidez, lo que equivale a verla tal cual es realmente, se vuelve capaz de resistirla automáticamente. En la lucidez del Despertar, el encanto y el poder de seducción de las tentaciones se disipan, pues cuando la naturaleza real de las tentaciones es claramente percibida, vemos que se trata de simples fenómenos desprovistos de todo atractivo. Entonces, la voluntad del hombre no tiene ninguna dificultad en resistir a este impulso.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Constatamos, por lo tanto, que el hombre actúa negativamente únicamente porque no está iluminado por la luz del Despertar. Las pulsiones negativas arrastran al hombre porque nos identificamos con ellas y porque no tenemos una clara visión de su verdadera naturaleza.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Si una pulsión de sexualidad, de violencia, de avaricia o de orgullo es considerada, debido a mi identificación errónea, como siendo “mi” deseo sexual, “mi” ansia de pegar, “mi” pasión por el dinero, “mi” orgullo, es muy tentador ceder a este impulso. Resistir se revela, a veces, frustrante. Pero cuando, gracias a mi atención al momento presente, en la cual yo me siento ser pura Consciencia inmaterial, esa clase de manifestaciones es percibida como simples fenómenos, los cuales nos parecen poco agradables e inoportunos, vencer el deseo que conllevan es fácil.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Toda tentación se reviste con una máscara seductora para aparecer deseable al hombre. Es como un monstruo odioso que se escondiese bajo una bella apariencia.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Por la lucidez del Despertar, arrancamos la máscara engañosa y el hombre ve entonces el deseo sensual como una simple pulsión animal buscando arrastrarle y dominarle. Entonces, en esta clara percepción, experimenta un placer en dominar sus instintos y, al hacer esto, permanece auténticamente humano, en lugar de encontrarse en el nivel de una bestia en celo. El único paso que tenemos que dar tanto en la tentación como en cualquier otra situación, es reforzar nuestra presencia, nuestra sensación de ser Consciencia pura.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Todo se deriva del establecimiento del Despertar. Si buscamos el Despertar y debemos buscarlo continuamente, la transformación del comportamiento al nivel humano resultará inevitable, la modificación purificadora del comportamiento humano nos será dada por añadidura; ésta vendrá sin esfuerzo, no porque el hombre no deba vencer la tentación mediante la lucha espiritual, sino porque el Despertar le dará al hombre la fuerza necesaria.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Si mi atención se concentra en la búsqueda de un comportamiento virtuoso, yo seré virtuoso y a la vez limitado. Por el contrario, si mi atención se concentra constantemente en la lucidez atenta del Despertar a mi realidad de pura Consciencia, proporcionalmente a mi capacidad de Despertar, seré más capaz de practicar la virtud sin esfuerzo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Querer ser virtuoso es encerrarse en el hombre. Buscar el Despertar es, al nivel humano, constatar que la ausencia de virtud es desagradable y, por eso, se practica espontáneamente, a ese nivel, lo que se llama virtud, pero que, de hecho, no es más que la conducta normal y sana del hombre no deformado, ni pervertido.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Estar despierto es estar plenamente atento.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Si das un fin a tu atención, si te dices: “Debo estar atento a esto o a lo otro”, caes en la trampa de las consideraciones mentales y te pierdes sin llegar al Despertar. Cuando estas despertando, descubres poco a poco el silencio, el vacío, la inmensidad del que percibe.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Si la mente se apodera de esta experiencia y dice: “Este vacío, esta plenitud dichosa, esta inmensidad transcendente es Dios, es Brahman, es el Nirvana, es preciso que me concentre sobre ello y que permanezca constantemente en la contemplación de eso, con el fin de realizarme espiritualmente”. Esta clase de reflexión mental es fundamentalmente errónea. Es una trampa sutil de la que es preciso escapar.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">No existe la transcendencia del vacío y la plenitud silenciosa por un lado y tú por otro lado. La práctica del Despertar te hace comprender que eres ese vacío y ese silencio, por lo tanto, no hay nada que obtener, nada que realizar, ningún camino que recorrer.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En este mismo instante, aquel que percibe este cuerpo, este lugar, este espacio, estos sonidos que llenan el instante, aquel que percibe todo eso eres Tú mismo y eres silencio-vacío-inmensidad.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En una experiencia inmediatamente accesible a todos, es evidente que nosotros somos el Espectador silencioso, impalpable e inmaterial del instante presente. Por lo tanto, es preciso que sientas tu “Yo” eterno, tu Ser puro, con el fin de saber: “Yo soy Eso”. Yo soy esta inmensidad indescriptible. De esta manera, se sabe que no hay nada por alcanzar. Cuando sientes tu inmensidad, te presentas a ti mismo en tu Naturaleza esencial y transcendente.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><i>E. Tolone</i></div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Maiandra GD","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></p>Juanihttp://www.blogger.com/profile/11734344407541051757noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3116615939358420962.post-16883605916411069872022-01-23T12:27:00.005+01:002022-01-23T12:28:27.413+01:00El Silencio<p style="text-align: center;"> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgiKefIZGSgm_Di7rDXJlqQCdUqpA5YIwUsmZ3LEzJ4InUphAyV7_LIOHKXf3_7i202Sbunqxsj_xuulhR9Wr3Tq6onK6N07Z-eHpASUWZCBstvatBcbGRcSz-A6tt0M5MfGgvRSuOi9ik/" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img alt="" data-original-height="303" data-original-width="500" height="243" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgiKefIZGSgm_Di7rDXJlqQCdUqpA5YIwUsmZ3LEzJ4InUphAyV7_LIOHKXf3_7i202Sbunqxsj_xuulhR9Wr3Tq6onK6N07Z-eHpASUWZCBstvatBcbGRcSz-A6tt0M5MfGgvRSuOi9ik/w400-h243/image.png" width="400" /></a></p><p></p><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><div style="text-align: justify;">Encontrar el silencio es fácil. No hace falta aislarse en una montaña, en un desierto o un bosque. No hay necesidad de huir del ruido, ni ponerse de mal humor cuando una puerta golpea. Basta hacer el silencio en uno mismo, para inmediatamente encontrar el silencio.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El silencio es un compañero eterno. Acabamos de decir que es preciso aprender a ser silenciosos y ya aparece la posibilidad de una falsa interpretación. Ser silenciosos no quiere decir forzar el silencio, imponernos el silencio. Si lo tomásemos al pie de la letra, imponiéndonos una severa disciplina, nuestro silencio no sería más que una forma de crispación y de censura totalmente superficial. No se trata de jugar al silencio, ni de fingir.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Tampoco se trata de encubrir nuestro parloteo y nuestro tumulto interior bajo el caparazón de una actitud artificial, fruto de un esfuerzo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Debemos encontrar el silencio. Es algo mucho más simple y mucho más profundo. Imponerse una continencia o una restricción no tiene el mínimo interés. Lo que sí que lo tiene es el despertar a la presencia del silencio.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El silencio está siempre en nosotros, eternamente. Debemos tomar conciencia del silencio que perdura detrás del insignificante y decepcionante torbellino de nuestros pensamientos que se entrecruzan y chocan como insectos ciegos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Detrás, justo detrás de las formulaciones mentales, inmediatamente perceptible, el asombroso silencio extiende su orilla. Para percibirlo basta con estar atento, realizar una forma de atención particular. Debemos escuchar, prestarle oído al silencio.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Puede ser que al principio nuestra pretenciosa cacofonía interior nos lo impida. Pero aquel que busca superarla y escuchar lo que hay detrás, termina por encontrar el silencio. Se produce una especie de clic interior y podemos percibir el silencio. Los ruidos del mundo continúan golpeando nuestros oídos, pero ya no nos importunan, pues, venido desde mucho más lejos, sentimos cómo el silencio se abate sobre nosotros.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Un silencio imperceptible para el oído humano y que sólo el espíritu puede percibir. Entonces, mecidos en el seno de este inmenso silencio, adquirimos una nueva mirada que es un Despertar.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La vida, en su inexpresable simplicidad original, se nos revela. La existencia reviste un sabor especial acompañado de extrañas resonancias. Nos damos cuenta de que la existencia humana es solo una ola coloreada que atraviesa la superficie de un silencio sin fondo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">A partir de este momento, cuando hayamos descuidado la profundidad de las realidades interiores, estaremos perdidos y olvidados en el torbellino de apariencias superficiales del mundo exterior, sabremos que, para poner de nuevo las cosas en su sitio, nos bastar á con escuchar el silencio, con evocar a este eterno compañero.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Cuando el silencio interior está presente, el mundo exterior deja de ser un infierno de despreocupación acaparadora, para convertirse en un apacible edén. Paraíso e infierno se encuentran en nuestra mirada.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Para quien conoce el silencio y permanece en su presencia, los desenfrenos del mundo no tienen poder. Resbalan como el agua sobre las plumas del pájaro.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En vuestra vida cotidiana, hacedle un lugar al silencio, este gran instructor. En el seno de vuestras actividades, sin interrumpir nada, abrid el oído de vuestro espíritu y, detrás de los ruidos, en ausencia de toda reflexión, escuchad el silencio...</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Pensar en la presencia del silencio es comenzar a percibirlo, pues el pensamiento es una evocación. Una evocación que, en el sentido mágico del término, llama y provoca la manifestación de lo que se invoca.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En el silencio, el pensamiento se diluye, y el verdadero Ser aparece.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span>Juanihttp://www.blogger.com/profile/11734344407541051757noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3116615939358420962.post-49633610172498054772022-01-15T21:37:00.003+01:002022-01-15T21:37:33.478+01:00¿Quién soy yo ?<p><span style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhelsO0ZguKVaoqi9m_U9vxO1sXHjmmuVeyfLqF-2c2nWoj3KmR1AO9rJf8IDoopDJEUMKgV8VmZNV_P-C6MX0g_AJVkL4gtW_pxPFnNK39aDsUx-Rf_dLYdI8EHj6bABlftWkVeXO57d8/" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="414" data-original-width="622" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhelsO0ZguKVaoqi9m_U9vxO1sXHjmmuVeyfLqF-2c2nWoj3KmR1AO9rJf8IDoopDJEUMKgV8VmZNV_P-C6MX0g_AJVkL4gtW_pxPFnNK39aDsUx-Rf_dLYdI8EHj6bABlftWkVeXO57d8/w400-h266/image.png" width="400" /></a></div><br /><span style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">Cuando nos sentimos existir detrás de las sensaciones, los sentimientos y los pensamientos, no nos hundimos en la inconsciencia. Al contrario, estamos en un estado de extrema vigilancia y, en esta vigilancia somos conscientes de existir.</span><p></p><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><div style="text-align: justify;">Esta consciencia de Ser, es la raíz del “Yo”. Esta Consciencia de existir está vacía de todo contenido, ya que todo contenido es una sensación, un sentimiento o un pensamiento. Esta consciencia vacía de todo, esta pura consciencia es nuestra verdadera naturaleza, nuestro ser real, por oposición a nuestra personalidad humana que constituye nuestro ser aparente.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: center;"><b><i>¿Quién soy yo?</i></b></div><div style="text-align: center;"><b><i><br /></i></b></div><div style="text-align: center;"><b><i>“Soy consciencia pura”.</i></b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Por un lado, está el yo superficial que está compuesto por el conjunto de sensaciones, sentimientos y pensamientos y, por otro lado, el yo profundo, que es pura Consciencia. El yo superficial oculta al Yo profundo. Es por eso por lo que la gente se identifica con la personalidad humana. Para ellos el “yo” es el yo superficial.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Pensamientos, sentimientos y sensaciones, son percepciones que atraviesan el campo de la Consciencia. Lo que permanece en movimiento perpetuo son las percepciones. Lo que es inmutable es la Consciencia.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En la medida en la que identifiquemos nuestra consciencia de existir, con las percepciones, nos encontraremos encadenados al devenir perpetuo, y por ello mismo, al sufrimiento.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La impermanencia de las percepciones es constante, y las categorías de percepciones que son consideradas como agradables, están ineluctablemente llamadas a ser reemplazadas, un día, por otras percepciones, consideradas desagradables por la personalidad humana. Pero si dejamos de identificar nuestra consciencia de existir con las percepciones, para identificarla con la pura Consciencia vacía de contenido, entonces ninguna pérdida, ninguna ganancia, ningún sufrimiento puede alcanzarnos. Nuestro yo superficial continuará ganando, perdiendo, sufriendo y gozando, pero nuestro Yo profundo permanecer á sereno e inmutable.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Así, al descubrir el Yo profundo, nos emanciparemos de las contingencias temporales. No se trata en absoluto de buscar, de una forma u otra, la negación, la aniquilación, la mortificación o el olvido de la personalidad humana. Es preciso tomar consciencia de lo que se encuentra detrás. Esta toma de consciencia no presupone ninguna llamada a la voluntad. Basta simplemente con comprender por medio de una percepción interior directa, que todos los componentes de la personalidad constituyen nuestro yo superficial, impermanente y relativo, mientras que nuestro Ser verdadero se encuentra en otra parte.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Cuando accedemos al Despertar interior, percibimos que nosotros no somos la personalidad humana, sino la pura Consciencia que la habita. Pero esto no debe ser una razón para destruir la armonía que debe existir entre la pura Consciencia y la personalidad humana. Al contrario, esta armonía deberá reforzarse y la personalidad humana se convertirá en un instrumento perfecto de acción, en el mundo material, para la Consciencia inmaterial.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span>Juanihttp://www.blogger.com/profile/11734344407541051757noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3116615939358420962.post-90551324909660190972021-11-10T14:49:00.004+01:002021-11-10T14:50:35.744+01:00La mente en el Trabajo Interior (Antonio Blay)<p style="text-align: center;"> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh5s0Uf-w5V8dm4uKTpyI37xE-8Ns6ehwhp9EogxH90UrmQNG4I7rN3QWe-ofxQ9hp6QuaXzYro5TBsaaGLj96c2t4Z-j6R-YfMlJiI6mR5WpIYPO_H0STmDfG3WAZJzIm3v9SU18ZdUZU/s600/flor.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="399" data-original-width="600" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh5s0Uf-w5V8dm4uKTpyI37xE-8Ns6ehwhp9EogxH90UrmQNG4I7rN3QWe-ofxQ9hp6QuaXzYro5TBsaaGLj96c2t4Z-j6R-YfMlJiI6mR5WpIYPO_H0STmDfG3WAZJzIm3v9SU18ZdUZU/w400-h266/flor.jpg" width="400" /></a></p><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia; text-align: justify;">Para el trabajo interior, nos valemos de la mente, la cual a veces es un obstáculo y otras una herramienta:</span></div><p></p><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;"><div style="text-align: justify;">Un obstáculo porque nuestra mente se ha acostumbrado a funcionar de un modo muy tenso, muy acelerado, crispado y superficial, porque -como hemos dicho- necesita estar constantemente atendiendo necesidades y exigencias del exterior, y como en estas necesidades y exigencias van involucradas cosas de valor para la persona -incluso de mucho valor-, la persona no sólo pone interés e inteligencia en la solución de sus problemas, sino que también pone miedo, ansia, y, a veces, desesperación. Esto hace que la mente ya no funcione en su capacidad puramente intelectual sino que quede envuelta por estos mecanismos afectivos que la traban.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Del mismo modo que si pusiéramos unos objetos dentro de los engranajes de una maquinaria la trabarían, también todos los miedos, las impaciencias, las angustias, son verdaderos obstáculos que impiden el normal funcionamiento de nuestra maquinaria mental.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Esto sucede porque nuestra mente se ha acostumbrado a funcionar así, se ha acostumbrado a buscar continuamente, a pasar de un objeto a otro con rapidez, sin ahondar, sin sopesar las cosas con profundidad, con serenidad, y está corriendo siempre al galope, de tal manera que cuando queremos imponerle el silencio no lo conseguimos; la mente va por su propio camino y adquiere autonomía, y muchas veces nos cuesta trabajo seguirla.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Por eso, la mente, que es el medio de conocimiento, el medio de toma de conciencia, como habitualmente funciona con un ritmo acelerado, superficial y distorsionado, se convierte en un obstáculo cuando queremos manejarla para ahondar en nosotros, para contactar con lo que pueda existir de positivo en nuestro interior. Y cuando la persona quiere ahondar se encuentra con que no puede; cuando quiere concentrarse se encuentra con que la mente «se le va», se le escapa.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La persona no es capaz de contactar con su propio interior porque nunca se ha interesado por ello, no se ha educado en esta dirección.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Otra causa que convierte la mente en obstáculo lo constituye el que nos hemos acostumbrado a buscar soluciones a todos los problemas a través del pensamiento. Como los problemas del mundo exterior los manejamos por medio de esa capacidad de simbolización que es nuestro pensamiento y nuestro lenguaje, cuando sentimos un problema interior y queremos ahondar en él no sabeos adoptar más que esta misma herramienta y el mismo procedimiento que utilizamos para lo exterior: el simbolismo del pensamiento y el lenguaje.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Pero nuestra realidad interior no podemos descubrirla mediante el pensamiento. Nuestra realidad interior necesita de otras capacidades mentales que no son el pensamiento. Necesita de nuestra lucidez, de nuestro intelecto, pero no de nuestra capacidad de razonar, la cual es una de las capacidades elementales de nuestra mente. Y como en la vida diaria no utilizamos más que esta capacidad, queremos utilizar esta misma capacidad para resolver problemas interiores y para ahondar en nosotros mismos. De esta manera la mente se convierte en problema, en un nuevo obstáculo, cuando tratamos de descubrir de un modo más directo qué es nuestra esencia, nuestra realidad, nuestras fuerzas vivas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">A pesar de esto, la mente es el medio, la mente es camino, cuando descubrimos que hay una capacidad -de las muchas que tiene nuestra mente-, que es la que permite adentrarnos, ahondar, descubrir cosas nuevas, y esa capacidad nueva -y a la vez antigua-, esa capacidad especial que es la que se necesita para este trabajo de descubrimiento interior, es la atención sostenida.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhHyNUAfvV_I9Hln6ICUdTBQA6foZ6nkF1kOGN149dq-cWTaHJ4Y_6fgN_hXK4SmvPrXLQJJmFlLmuIunG0tNNMPHmnw1e-PMz4mdkMwnSh1cxnl0cLX1_-GqdNeawGhdqYE4k1asgxd-s/s480/lotos.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="360" data-original-width="480" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhHyNUAfvV_I9Hln6ICUdTBQA6foZ6nkF1kOGN149dq-cWTaHJ4Y_6fgN_hXK4SmvPrXLQJJmFlLmuIunG0tNNMPHmnw1e-PMz4mdkMwnSh1cxnl0cLX1_-GqdNeawGhdqYE4k1asgxd-s/w400-h300/lotos.jpg" width="400" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b style="text-align: justify;">La Atención. El “mirar”</b></div></div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Hay una gran diferencia entre estar simplemente atentos a algo y el razonar sobre algo.</div><div style="text-align: justify;">Al razonar nos estamos pronunciando sobre ese algo, estamos formando símbolos, estamos juzgando, valorando, seleccionando.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Cuando yo miro algo, cuando aprendo a dirigir mi atención de una manera fija, sostenida, sobre algo, estoy simplemente mirando y es manteniendo esta actitud de mirar cuando se puede llegar a ver, del mismo modo que sólo manteniendo la actitud de escuchar se puede llegar a oír.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Y al decir escuchar quiero decir escuchar de veras y en consecuencia, oír de veras; porque lo que ahora hacemos no es escuchar de veras, pues mientras estamos escuchando también estamos pensando, estamos comparando, razonando o criticando lo que escuchamos, y esto nos impide desarrollar nuestra capacidad de oír del todo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Como estamos tan acostumbrados a escuchar de este modo ni siquiera nos ha pasado por la mente la idea de que realmente existe la capacidad de escuchar del todo. Uno cree que ya está atento, que ya se está enterando de todo, pero luego, cuando la persona tiene que repetir o dar cuenta de lo que ha escuchado, se evidencia que la persona sólo ha cogido unos pequeños fragmentos de lo que se ha dicho -y aun esos fragmentos los interpreta mediante una óptica totalmente subjetiva-, que no ha tenido la capacidad de escuchar realmente lo que el otro decía, cómo lo decía y desde la perspectiva en que lo decía.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En el sentido de la atención sostenida ocurre lo mismo que en el escuchar. Hemos de aprender a mirar sin razonar, a fijar nuestra atención, muy clara, muy despierta, muy lúcida, en un acto simple de mirar aunque a primera vista esto nos parezca muy tonto, es preciso practicar para llegar a descubrir que ahí está la clave más importante para entrar en el reino interior, en este mundo oculto, en este mundo de posibilidades inmensas que hay en nuestra mente y en nuestro corazón.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Después ya razonaremos si conviene, ya que no se trata de abdicar de nuestro juicio crítico, sino simplemente que cuando se trata de mirar, en la medida en que tratamos de razonar estamos disminuyendo nuestra capacidad de mirar.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Cuando «miramos» manteniendo esta actitud de atención sostenida, se produce un fenómeno extraordinario: entonces la mente adquiere la capacidad de entrar dentro de la cosa que mira, adquiere la capacidad de penetrar; y ahí está una de las principales diferencias entre mirar y pensar.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Con el pensar nosotros solamente representamos las cosas por medio de ideas, no entramos dentro de nada, nos limitamos a tomar fotografías y hacer combinaciones con esas fotografías, con los datos, con las ideas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En cambio, a través del mirar aprendemos a hacer el contacto del «foco» de nuestra mente con otros focos que existen en nosotros, sea al nivel del sentimiento, sea al nivel de la intuición, de la sensación, de lo que sea; y cuando mantenemos esa atención sostenida, entonces se produce una penetración de nuestro foco mental dentro de este otro sector, del sentimiento o de la sensación, entramos en él, y al penetrar se produce el descubrimiento de unas fuerzas que transforman; transforman la mente, transforman la capacidad de vivir.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Ésta es la clave fundamental de todas las prácticas de vida interior. Y en ella tenemos la explicación del porqué hay tantas personas que con toda la buena voluntad del mundo, después de trabajar muchos años con diferentes prácticas -unas de tipo mental y otras de tipo devocional-, no consiguen un cambio fundamental en su interior, no se produce una transformación en ellas, no hay un descubrimiento de algo revolucionario, sino que simplemente la persona va envejeciendo en esa misma actitud de ir practicando algo, con muy buena fe pero sin esa eficacia transformante, porque no ha descubierto la práctica de la atención sostenida.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Si queremos que nuestra vida interior sea realmente vida, tenemos que aprender a ahondar en lo que está vivo: en nuestra mente es la atención, en nuestro campo emocional es el sentimiento y en nuestro cuerpo es la sensación y todas las funciones fisiológicas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Y sólo viviendo este foco vivo de la mente que es la atención, junto con el foco viviente del sentimiento se produce el descubrimiento de lo que es realmente el sentimiento. Y se trata no sólo de un nuevo conocimiento sino de una transformación, una fusión, porque de la misma manera que la mente entra dentro del sentimiento, el sentimiento entonces entra también dentro de la mente. Y se descubre lo que hay detrás del sentimiento, lo que es en sí el sentimiento, en lugar de entenderlo (como hacemos ahora) según sus efectos o manifestaciones externas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Actualmente conocemos nuestra vida por sus resultados, por sus productos, no la conocemos intrínsecamente, no la conocemos por lo que es en sí misma. Por eso podemos decir que no estamos viviendo nuestra vida sino que la estamos sufriendo, la estamos padeciendo; somos pacientes de la vida porque no estamos metidos conscientemente dentro de nuestro propio vivir.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Descubrimos que sentimos tal cosa, descubrimos que nos encontramos de un modo determinado, que nos suceden unas cosas, pero en este transcurrir de nuestra vida no nos vivimos como sujetos, no nos vivimos «dentro» de eso que vivimos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Y si yo no estoy realmente dentro de lo que vivo, estoy fuera, y por eso me «encuentro» con eso que vivo, me «tropiezo» con ello.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Si yo estuviera dentro sería el sujeto de ese vivir; entonces habría una posibilidad real de manejar este vivir de un modo mucho más eficaz.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><i>A. Blay</i></div></span>Juanihttp://www.blogger.com/profile/11734344407541051757noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3116615939358420962.post-60269439079037870702021-09-11T13:39:00.004+02:002021-09-11T13:39:33.754+02:00El objetivo de la vida y dónde hay que buscarlo (A. Blay)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh_DKVIMMav7TgMKmu4V5jnEasfgzd9eybM3g0hI7vq-32VtRRkSNNwzgfRnr8GTsaCQb3ogfzuTidKz7mldDK_3vZ-9_zVcP9bgcHj2IAFD24r4ghS89bCtEYVe1Cyjm37aZVxc7FMtlQ/" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: right;"><img alt="" data-original-height="201" data-original-width="322" height="250" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh_DKVIMMav7TgMKmu4V5jnEasfgzd9eybM3g0hI7vq-32VtRRkSNNwzgfRnr8GTsaCQb3ogfzuTidKz7mldDK_3vZ-9_zVcP9bgcHj2IAFD24r4ghS89bCtEYVe1Cyjm37aZVxc7FMtlQ/w400-h250/image.png" width="400" /></a></div><p></p><div style="text-align: center;"><span style="color: #b45f06; font-family: georgia; text-align: justify;">El sentido de la vida en su aspecto interno es llegar a una plenitud de conciencia, sea de un modo u otro, y en su aspecto externo, es expresar esa plenitud de conciencia a través de una plenitud de forma; aunque la expresión de la vida a través de las formas tiene siempre un carácter accidental y efímero, pues las formas son simplemente eso, una expresión, una manifestación. Solamente cuando se vive la vida en su misma fuente, allí de donde brotan todas las formas, es cuando se percibe que es más completa, más llena en sí misma.</span></div><p></p><span style="color: #b45f06; font-family: georgia;"><div style="text-align: justify;">La vida no tiene sentido por el hecho de dirigirse hacia un lugar determinado. Muchas veces nos preguntamos: ¿cuál es nuestro fin?, ¿hacia dónde nos dirigimos?, ¿a dónde iremos a parar?, como si el lugar hacia el que nos dirigimos nos pudiese dar por sí solo el verdadero sentido de nuestra vida actual. </div><div style="text-align: justify;">El verdadero sentido de la vida no está en el término de ella, sino en el instante presente, detrás de todas las necesidades, de todas las leyes y de todas las manifestaciones de la vida misma.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">No hemos de apoyarnos en el futuro ni en el pasado para descubrir el sentido que pueda tener nuestra vida, puesto que el pasado y el futuro sólo son imágenes en nuestra mente y sólo el presente tiene plena realidad. <b>La verdad de nuestra vida la hemos de descubrir ahondando en el presente.</b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Este ahondar en el presente es realmente lo único que nos permitirá llegar al fondo, a la fuente misma de la vida, más allá del tiempo y del espacio, más allá del pasado y del futuro, más allá de toda manifestación concreta. Allí es donde encontraremos lo único que da un significado pleno y total a cada uno de los instantes y a cada una de las formas a través de las cuales se va manifestando la vida.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>Las formas, lo exterior, nos puede dar una cierta satisfacción y plenitud, pero será siempre de un modo muy relativo</b>. Puedo comer mucho de lo que más me agrade, y sentirme muy satisfecho. Pero llega un momento en que ya no puedo comer más, mi apetito tiene un límite y comer más me causa repugnancia. Para mí es ya un mal.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Lo mismo que ocurre con ese ejemplo, sucede absolutamente con todas las cosas externas que dan plenitud, porque la procuran no a nuestra conciencia profunda, sino a nuestros mecanismos, a nuestras formas. Puedo llegar a acumular muchos datos, tener muchos conocimientos científicos y cada vez que voy adquiriendo más me siento más satisfecho, si mi tónica personal me induce al desarrollo mental, pero llegará un momento en que me daré cuenta que esto no puede darme la plenitud, porque ésta no se obtiene con la cantidad sino que es una cuestión de profundidad, consiste en llegar al centro, y la acumulación nunca conduce al centro.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En el afecto ocurre exactamente igual. Hay muchas personas, la gran mayoría, que toda la vida se la pasan amando mucho y sufriendo mucho por ello sin llegar nunca a la plenitud. ¿Por qué?, porque algo hay en esas personas que les impide que su afecto les sirva de camino que las conduzca al centro. Tienen momentos plenos, apasionados, exaltados, magníficos, pero les sucede lo que expusimos en el ejemplo de comer, aunque en otro plano superior.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Se consigue así la satisfacción de algunos niveles de nuestra estructura humana: la del nivel biológico, por ejemplo, a través de los alimentos y de las sensaciones agradables, la del nivel afectivo a través de sentimientos y emociones de cariño. Y aunque el hombre precisa de estas cosas y su uso es normal y legítimo, no obstante, no llegan a producir en él una plenitud auténtica, estable, profunda, porque suelen utilizarse solamente para satisfacer unos mecanismos, para llenarlos y saturarlos como si fuera a presión. Y así no se puede alcanzar la plenitud verdadera. Porque la plenitud verdadera no es la que sacia los mecanismos, sino la que a través de ellos nos conduce hasta el centro mismo que los anima y sustenta.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>Nuestra vida es un proceso centrífugo, va constantemente del centro a la periferia</b>, y toda explicación de lo que ocurre en la periferia la hemos de buscar en el centro. El no darnos cuenta de esta verdad es la causa de que no encontremos la verdadera plenitud y felicidad. Es un problema que radica en nuestra pequeñez mental que nos impide tener una visión del conjunto. </div><div style="text-align: justify;">En la medida que nuestra mente, a causa de su cortedad de visión, se fija límites y objetivos estrechos no puede lograr más que satisfacciones momentáneas que, además, prontamente le producen una saciedad y le obligan a buscar nuevos estímulos y objetivos. Porque al fin y al cabo ninguno de estos pequeños objetivos es el auténtico, sino sólo aspectos parciales de la plenitud central que buscamos y que en el fondo es la que nos motiva y nos empuja.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">A. Blay</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span>Juanihttp://www.blogger.com/profile/11734344407541051757noreply@blogger.com0