Realidad Esencial




REALIDAD ESENCIAL




Bienvenidos al blog donde investigaremos sobre la Realidad, sobre lo que realmente somos más allá de las apariencias e ilusiones, sobre la no-dualidad.

Lee las entradas con una mente abierta dejando que los contenidos te "resuenen", lo que no puedas aceptar, déjalo para más adelante. No se trata de creer nada, más bien, se trata de investigar por si mismo lo que nos apuntan los grandes maestros. La experiencia nos confirma que somos un potencial inmenso, infinito de amor, inteligencia y energía (en palabras del maestro Antonio Blay) a actualizar, a llevar a la acción…



Espero te sientas a gusto en este espacio creado con amor.

Juani


miércoles, 26 de marzo de 2014

Volver a la Vida


Se trata de volver a la vida. Se trata de despertar a la gracia. Se trata de una amistad incondicional e infinita bondad hacia ti mismo. Se trata de poner a salvo, finalmente a salvo a todas esas olas tan poco amadas, no tomadas en cuenta del océano de ti mismo para que puedan finalmente arrastrarse fuera de las profundidades, de la oscuridad, fuera de todos los agujeros y grietas de la experiencia y salir a la luz, destellando y llenas de asombro. 

Se trata de darte a luz a ti mismo, para que todos los pensamientos sean finalmente admitidos, todas las sensaciones, todos los sentimientos, todos los sonidos, todas las olas a las que habías etiquetado como 'oscuras', o 'malas', o 'negativas', o 'peligrosas', o 'pecaminosas' - al miedo, a la ira, al aburrimiento, a la duda, a la confusión, a la frustración, a la impotencia - para que lleguen a descansar, a respirar, a ser ellas mismas en el espacio que eres. No se trata de entidades separadas o enemigos, son tus más íntimas apariencias, y por eso mismo no pueden lastimarte, incluso si te lastiman, y eso es lo que en ocasiones olvidamos cuando tenemos prisa de 'arreglarnos' o por lo menos 'normalizarnos' a nosotros mismos. 

Sí, todos estas arremolinadas y pulsantes energías de eso que llamamos 'vida' son bienvenidas en el espacio que eres, la inmensa Sala de Estar en la que toda la creación canta y baila y pinta la siempre cambiante imagen de este extraordinario momento... 

 Jeff Foster

lunes, 10 de marzo de 2014

Ser



“Cuando descanso en el testigo puro y simple, dejo de estar a merced de las experiencias gozosas o aterradoras, todas las experiencias discurren por mi rostro original como lo hacen las nubes por el cielo trasparente del otoño, y en mí hay cabida para todo.
Cuando descanso en el testigo simple, claro y omnipresente, estoy reposando en lo no nacido, en el Espíritu intrínseco, en la Vacuidad primordial, en la libertad infinita... Las cosas que pueden ser vistas son placenteras o dolorosas, afortunadas o tristes, gozosas o terribles, sanas o enfermas, pero el vidente de todas esas cosas no es afortunado ni triste, gozoso ni temible, sano ni enfermo, sino sencillamente Libre. Como testigo puro y simple yo estoy libre de todos los objetos, libre de todos los sujetos, completamente libre del tiempo y del espacio, del nacimiento y de la muerte y de todas las cosas que se hallan entre el nacimiento y la muerte. Yo soy, sencillamente, libre.

   Descansando en la conciencia simple, clara y omnipresente, es como descubro que no existe ningún interior y ningún exterior, ningún sujeto y ningún objeto. Las cosas y sucesos siguen emergiendo con claridad –las nubes se desplazan, los pájaros cantan y la brisa fresca sigue soplando- pero no hay ningún yo separado detrás de todo ello. Los hechos simplemente emergen tal como son, sin la menor referencia constante al yo o al sujeto contraído...
Pero cuando descanso en la conciencia simple, clara y omnipresente dejo de protegerme, el dentro y el fuera desaparecen por completo y lo único que existe es lo siguiente... Yo ya no estoy aquí a este lado de mi rostro, contemplando un mundo que se halle ahí fuera, sino que simplemente soy el mundo. Yo ya no estoy aquí, he perdido mi identidad y he descubierto mi rostro original, el Kosmos mismo. En la pura conciencia omnipresente, los pájaros cantan y yo soy eso, el sol resplandece y yo soy eso, la luna riela y yo soy eso.... Cuando dejo de protegerme y desaparezco termino descubriendo a Dios en la conciencia simple omnipresente.

   Cuando usted es el testigo de todos los objetos y todos los objetos emanan de usted, usted permanece en la libertad última, en la vasta amplitud de la inmensidad del espacio. En ese único gusto, el viento ya no sopla sobre usted, sino que lo hace desde su interior, el Sol ya no brilla sobre usted sino que irradia desde el centro mismo de sus ser, y cuando llueve es usted mismo quien está derramándose. Entonces podrá beber el Océano Pacífico en un solo trago y tragarse el universo entero, las supernovas nacerán y morirán dentro de su corazón y las galaxias girarán incesantemente en el centro de su corazón y todo resultará tan sencillo como el canto del petirrojo en un amanecer transparente como el cristal...

   Cuando descanso en el simple testigo omnipresente estoy enfrente mismo del Espíritu. Eckart dijo que “Dios se halla más cerca de mí que yo”. No podemos alejarnos de él, porque siempre somos él. Éste es también el motivo por el cual los budas nunca han entrado en ese estado y los seres sensibles jamás lo han abandonado.
Cuando descanso en el testigo puro y simple advierto que esta conciencia no es experiencia. Es consciente de las experiencias pero no es, en si misma, una experiencia. Las experiencias van y vienen, aparecen y desaparecen, tienen un comienzo en el tiempo, perduran durante un tiempo y terminan desvaneciéndose...

   Cuando descanso en el testigo puro y simple, comienzo incluso a advertir que el testigo no es una entidad o una cosa separada de lo que atestigua. Todas las cosas emanan del testigo y el testigo mismo se derrama en todas las cosas.
   Creemos que perder nuestro prestigio es como morir, lo que es profundamente cierto: ¡no queremos perder nuestro prestigio porque no queremos morir! ¡no queremos perder la sensación de identidad separada! Pero ese miedo primordial a perder prestigio es en realidad la raíz de nuestra agonía mas profunda, porque el intento de protegernos –de salvar nuestra identidad cuerpo mente- es el propio mecanismo del sufrimiento, el propio mecanismo que termina escindiendo el Kosmos en un interior versus exterior, fractura brutal que experimentamos como sufrimiento.

   Buscar al testigo es equivocarse por completo, porque el mismo hecho de buscar constituye el principal de los errores ¿Cómo sería posible buscar lo que ahora mismo es consciente de esta página? ¡Tú eres eso! Es imposible buscar al buscador.... Antes de que Abraham fuera, yo ya era. Antes del Big-Bang, yo ya era. Y después de que el Universo se disuelva, yo seguiré siendo. En todas las cosas grandes o pequeñas, yo soy. Y jamás podré ser visto, oído, sentido ni conocido. Yo soy es el testigo omnipresente.
   Poco importa pues lo que vea en un determinado momento, ya que la realidad esencial no es nada que pueda verse, sino el vidente mismo. Poco importa pues, que experimentemos paz o inquietud, felicidad o tristeza, porque todos estos son objetos de nuestra conciencia y el testigo que los experimenta es ya libre.

   No es que tenga que traer esa conciencia simple a la existencia, ni tampoco que deba de tratar de entrar en ese estado. No tengo que hacer el menor esfuerzo, solo darme cuenta de que ya soy consciente de los cielos, percatarme de que ya soy consciente de las nubes, advertir que el testigo omnipresente se halla ya completamente operativo y que no es algo difícil de alcanzar, sino por el contrario imposible de evitar. Nunca he dejado de estar inmerso en esa conciencia omnipresente, la vacuidad esencial de la que emana toda manifestación.

   Es Espíritu es lo único que no ha estado ausente, lo único que ha permanecido inmutable en medio del flujo incesante de la experiencia. Y esto es algo que usted sabe desde hace literalmente millones de años y no hay, en consecuencia, nada que le impida reconocerlo. Si usted comprende esto, descansa en lo que comprende, y eso precisamente es el Espíritu. Si usted no lo comprende descansa en lo que no comprende y eso, precisamente es el Espíritu. Por toda la Eternidad solo hay Espíritu, el testigo de este, y de este, y también de este instante... hasta el mismísimo fin del mundo.


 Ken Wilber -El ojo de la contemplación-