Realidad Esencial




REALIDAD ESENCIAL




Bienvenidos al blog donde investigaremos sobre la Realidad, sobre lo que realmente somos más allá de las apariencias e ilusiones, sobre la no-dualidad.

Lee las entradas con una mente abierta dejando que los contenidos te "resuenen", lo que no puedas aceptar, déjalo para más adelante. No se trata de creer nada, más bien, se trata de investigar por si mismo lo que nos apuntan los grandes maestros. La experiencia nos confirma que somos un potencial inmenso, infinito de amor, inteligencia y energía (en palabras del maestro Antonio Blay) a actualizar, a llevar a la acción…



Espero te sientas a gusto en este espacio creado con amor.

Juani


viernes, 12 de octubre de 2012

¿Con qué me identifico?


  Toda idea a la que me aferro es un deseo que quiere realizarse. Una parte grande o pequeña de mi identidad ha quedado retenida allí. En toda identificación o apego, voy perdiendo algo de mí mismo.

  La realidad está en mi identidad, sin darme cuenta me esclavizo poniéndola en ideas en situaciones, en personas. Al hacer silencio deshago por comprensión esas identificaciones, suelto lo que había retenido y al soltar me libero a mí mismo, vivo mi verdadero ser sin límites.

  Lo que allí puse de mi propia identidad real, ese apego, ha dado un aparente valor a todo aquello. Pero cuando recupero mi identidad mediante un acto de "recogimiento interior", como se ha llamado en nuestra tradición, compruebo que era un valor reflejado.

  El acallar los ruidos del pensamiento, el vaciarme de ideas limitativas, es simultáneo con la plenitud del ser que va dando sentido a todo lo que hago.

  Quién no ha conectado en su interior con esa plenitud, la busca todo el tiempo donde no está . No puede dejar de buscarla. Un ser humano, podríamos decir que es eso: un buscador de plenitud. La experiencia del que busca la felicidad por un camino equivocado es una experiencia frustrante. Al buscar amor se produce desamor, al buscar paz se produce conflicto, al buscar alegría, tristeza y depresión. Si hemos comprendido cómo es el proceso de la búsqueda, o del deseo; renunciaremos, sin esfuerzo de voluntad, a una experiencia limitada a cambio de la plenitud. Renunciaremos a una parte por el todo.

  La observación paciente y continua va poniendo de manifiesto lo que verdaderamente sucede en la ambición, la búsqueda y el deseo. Cuando aparece un deseo, tengo que observar qué lo impulsa, qué le da fuerza. Puede ser que sienta que me falta amor, paz, energía, etc... y creo obtenerlo al conseguir algo determinado.

  Lo que importa es qué es lo que impulsa mi deseo, porque si lo descubro podré seguir una investigación que me sacará de lo ilusorio del vivir condicionado y me conducir a lo real.

  Muchas veces estamos divididos: deseo por un lado ir a divertirme y por otro, quiero ponerme a meditar. Si observo cuidadosamente lo que sucede, si empiezo a investigar en mí mismo, puedo hacer una unidad de esa dualidad. Ya que la conciencia es una, debo poder unificar las dos opciones contrarias en un sólo acto.

  Mirando sin división mis deseos veo que lo que me empuja a irme a divertir, o a cualquier otra cosa y lo que me empuja a meditar o practicar alguna técnica para realizarme es lo mismo: mi anhelo de plenitud. Cuando descubra que en el silencio de mi conciencia profunda está siempre esa plenitud que anhelo, cambiaré el rumbo de mis pasos y los deseos perderán interés para mí.

  Voy comprendiendo a partir de aquí que no tengo que renunciar a ningún deseo para quedarme en silencio, en el silencio de la meditación. Si dejo de satisfacer un deseo para meditar, no he comprendido nada. Y estará creando un conflicto en mi interior que impedirá la aparición del silencio. Un conflicto produce perdida de energía. Y al no tener energía no puedo abrirme a la energía profunda que soy.

  Todo lo que deseo, lo deseo porque anhelo la paz o la belleza, la alegría o el amor, que son la expresión natural del ser, que son mi única naturaleza.
¿Porqué no ir directamente hacia esa plenitud del amor o la belleza, o la fuerza o la alegría que intuyo o que ya estoy descubriendo en el silencio interior?                                                                                         Consuelo Martín

La Atención Liberadora



  Si queremos saber qué es la Realidad, qué es la Vida y de qué estamos hechos nosotros, para actuar en ella, tenemos que saber que la Realidad está hecha de conciencia que es el acto de darnos cuenta. Aquello por lo que nos damos cuenta es el trasfondo de que está hecha la Realidad.
  Nos acostumbramos a pensar que la Realidad es algo que está fuera de nosotros, un objeto externo. Pero lo que crea ese objeto, lo que lo construye, es el acto de darse cuenta. En nuestra conciencia de vigilia nos parece que lo real es lo que se proyecta en la vida y el "darse cuenta" es algo que sin saber como, refleja la realidad, algo que se nos escapa. Es todo lo contrario. La Conciencia es la realidad que se manifiesta fuera en mil situaciones y formas a las que llamamos nuestra vida. El que hagamos esta inversión tiene enormes consecuencias en nuestra existencia. Es un error que nos hace vivir de una manera equivocada.

  Si siento que vivo más intensamente, que mi vida tiene más realidad, más autenticidad, pienso que la causa es algo de fuera. Algo atrae mi atención, me hace estar más consciente y considero a ese algo causa de la felicidad que siento; pero si me noto más vivo, mejor, es porque he intensificado mi conciencia y no porque ese objeto que tengo delante sea verde o rojo, o porque esa persona sea simpática o no lo sea. He creado una condición en mi mente. 
  He condicionado mi estado interno de mantenerme despierto, alerta, a una cosa o situación externa que me produce satisfacción. Lo que me interesa me hace sentir muy bien.   Lo que no me interesa, no pongo atención en ello. Pero me parece que no es interesante por una idea en mi mente. La vida entera es interesante si nos damos cuenta de que es la conciencia, si la vemos de dentro a fuera. Pero como la vemos al revés condicionamos nuestros estados internos a las realidades exteriores y creamos las condiciones de acuerdo con ideas que tenemos en nuestra mente.

  La verdad funciona de otra manera. Cuando descubrimos la verdad, no nos condiciona; la verdad nos libera, nos abre por dentro. Amplía nuestra conciencia.
  Cuando una persona, cosa, o situación nos interesa, se intensifica nuestra conciencia, pero no se amplía. La he limitado. La consecuencia de esto es que me he atado a eso, que no soy libre.
  Al descubrir los verdaderos valores, los que son expresión de la conciencia profunda, los diferenciamos de los otros, los que son cualidades cambiantes. Y con independencia de ellos sentir‚ que soy fuerza, amor, belleza, armonía; a pesar de mi debilidad, de mi estatura, de mi falta de dinero, etc... Con la atención en la totalidad esos valores absolutos se van expresando porque lo que hace que se limiten y condicionen es la atención particularizada a las representaciones externas de ellos. Estos valores que todos los seres humanos intuimos en el silencio, son los verdaderos móviles para que despierte nuestra atención.

  La ampliación de la conciencia, la atención auténtica es todo lo contrario a la concentración: se produce de una manera espontánea y natural, en el silencio y la quietud de la mente. Todo lo verdadero es espontáneo y sencillo. Lo originario, que es lo verdadero, lo que está en lo profundo de la conciencia es siempre natural y sencillo.

  Si la atención es justo ese darse cuenta, ese ampliar la conciencia, ¿Cuando ampliamos la conciencia?.
 Cuando intuimos que somos amor, belleza... La verdadera atención se produce de esta manera: descubro una verdad, cuando me intereso por ella, y cuando estoy pendiente de esa verdad porque intuyo que es esencial, entonces mi conciencia se amplía. No tengo que hacer nada más. Intuyo que soy amor, que no depende de las condiciones, que el amor es libre de todo condicionamiento y la conciencia se amplía en esta verdad.
  Así voy abarcando más y más, descubriendo las verdades y manteniendo mi atención en darme cuenta de ellas, porque descubro que me interesan profundamente, porque las amo.
  No es así como funcionamos. En el momento en que nos sucede algo desagradable ponemos en ello nuestra atención, nos desesperamos y sufrimos, pero cuando pasa un poco de tiempo, o mucho, eso se olvida y nuestra atención es cogida por otro suceso, desapareciendo esa desesperación. 
  El cambio de nuestra atención cambia nuestros estados afectivos y emocionales. Aquí podemos investigar qué es lo que hacemos con la realidad: estamos dando realidad a aquello en lo que ponemos o concentramos nuestra atención.
  Seamos pues inteligentes y no demos realidad absoluta a ninguna cosa, ya que todas son relativas y cambiantes. Demos sólo realidad a esa atención que viene del fondo, a esa Presencia interna y dejemos que en esa atención, en esa conciencia, se vayan manifestando y expresando todas las cosas que sirven para hacernos aprender. Todo lo que sucede nunca es casual. Absolutamente todos los acontecimientos son expresión de la Inteligencia, todos son expresión del movimiento de la Inteligencia, los más desagradables, los que creemos que no nos corresponden, todos.
                                                                                       Consuelo Martín

viernes, 5 de octubre de 2012

Simplemente Eres


  
  Vives identificado con un yo que piensa, que siente, identificado con tu nombre, tu ocupación, con tus ideas y actividades, con tus alegrías y tus tristezas, huyendo del dolor, buscando la satisfacción, proyectando afuera lo que no puedes aceptar en ti mismo…. 

  DETENTE UN INSTANTE….puedes “girarte hacia adentro” y observar desde un lugar mas profundo de tu ser, puedes ir directamente a la fuente de donde esta surgiendo todo esto, la vida…puedes ser consciente de todos estos mecanismos de tu personalidad que te atan y arrastran en un sinsentido, puedes “salirte” de la mente que critica, que juzga, que analiza, que tiene las supuestas respuestas, unas respuestas que son mecánicas, condicionadas por tu historia personal…..puedes y tomarte este instante, estas a una respiración de tu Esencia, de la paz interna, del Testigo ecuánime, inafectado, desde donde puedes observar y comprender….  
  Solo mantente en silencio interno, y a partir de ese silencio atestigua, observa tus pensamientos, tus sentimientos, tus acciones, tus intenciones, desde esa profundidad observa y experimenta que todo esta surgiendo desde allí con una calidad nueva, amorosa, aprende a expresarte desde allí, atravesando los condicionamientos de tu personalidad por medio de la comprensión profunda que no los eres….
  La calidad de tu vida, de tus acciones será muy diferente y comprenderás experimentalmente que simplemente Eres, y que todo está fluyendo, por lo que no tienes nada que hacer, todo surge espontáneamente desde allí, desde tu esencia…..
                                                                                                                 NAMASTE.  Juani