Realidad Esencial




REALIDAD ESENCIAL




Bienvenidos al blog donde investigaremos sobre la Realidad, sobre lo que realmente somos más allá de las apariencias e ilusiones, sobre la no-dualidad.

Lee las entradas con una mente abierta dejando que los contenidos te "resuenen", lo que no puedas aceptar, déjalo para más adelante. No se trata de creer nada, más bien, se trata de investigar por si mismo lo que nos apuntan los grandes maestros. La experiencia nos confirma que somos un potencial inmenso, infinito de amor, inteligencia y energía (en palabras del maestro Antonio Blay) a actualizar, a llevar a la acción…



Espero te sientas a gusto en este espacio creado con amor.

Juani


miércoles, 27 de junio de 2012

Lucidez


  

  La lucidez es uno de los atributos del Ser que somos, somos un Centro de Energía, de Amor/Felicidad y de Lucidez/Inteligencia.

  Cuando estoy centrada, cuando soy yo misma, estoy consciente que las cosas son como son, que no tiene sentido negar, rechazar, resistir la realidad del ahora, que ya soy completa en este momento independientemente de lo que ocurra.

  Las cosas no siempre son como me gustaría en el nivel de la personalidad, el aprender a aceptar “lo que es”, abre la gran puerta a la conciencia. La resistencia, la aversión a lo que está sucediendo es lo que genera el sufrimiento. El dolor forma parte de la dualidad, pero si no lo acepto, si me resisto, genero un sufrimiento añadido y además pierdo gran cantidad de energía que deja de estar disponible para actuar adecuadamente a la situación. Conviene entonces, que por comprensión acepte lo que hay y fluya en las distintas situaciones que se presentan al vivir.

  El aceptar las cosas como son, hace que no tenga la necesidad de que sean diferentes, lo cual no significa que si algo se puede cambiar deba de quedarme con los brazos cruzados, luego de aceptar la realidad del momento, puedo realizar la acción oportuna, en el caso que convenga actuar.

  El mantenerme lúcida, es lo que me da esa serenidad, aceptación de los hechos.

                     “Si tiene remedio ¿porqué te preocupas?,
                   Si no tiene remedio ¿porqué te preocupas…?”

  Además, la no necesidad que las cosas (situaciones, personas...) sean de una determinada manera, surge del no apegarme a las expectativas, a unos resultados que en definitiva nos trasladan a un futuro que es incierto, imaginario, ilusorio.

  Recordar que sólo existe el presente y que cuando acepto el presente, acepto la vida, acepto todo como es, cuando acepto el presente me siento plena y no necesito proyectarme en un futuro, cuando acepto el presente, estoy sanando el pasado, porque todo ocurre en el presente, incluso si sale parte de alguna sombra, al aceptarla y abrazarla e integrarla lo hago en el presente.

  Las cosas son como son, y no es necesario que sean de otra manera, un gran aprendizaje que nos habla de lucidez.
                                                                        Juani


sábado, 23 de junio de 2012

Impermanencia



 Las condiciones existen a partir de los cambios. Usted no puede impedirlo. Sólo piense:
¿podría usted exhalar sin inhalar? ¿Eso haría que se sienta bien? ¿O sólo puede inhalar?
Queremos que las cosas sean permanentes, pero eso no puede ser. Es imposible.

  Si usted se da cuenta de que todas las cosas son impermanentes, todo su pensamiento, gradualmente, se desarrollará y no necesitará pensar demasiado. Dondequiera que surja cualquier cosa, todo lo que necesita decir es: "¡Ah!... ¡de nuevo!" ¡Sólo eso!

  Todas las condiciones siguen su propio curso natural. Ya sea que riamos o lloremos
sobre ellas, sólo siguen su propio curso natural. Y no hay conocimiento científico que pueda evitar este rumbo natural de las cosas. Usted puede ir al dentista con el propósito de hacerse ver las muelas, pero aún cuando él pueda arreglarlas, ellas finalmente seguirán su curso natural. Con el tiempo, aún el dentista tendrá el mismo problema.
Todo al final se desintegra.

  ¿Qué es lo que podemos dar por cierto?
 Nada. No hay nada más que sensaciones. Surge el sufrimiento, se queda, y luego se va. Entonces la felicidad reemplaza al sufrimiento – sólo eso. Fuera de ello no hay nada. Sin embargo, somos personas perdidas corriendo y aferrándonos a las sensaciones continuamente. Las sensaciones no son reales, sólo los cambios.
                                                                                                                      Ajan Chah

viernes, 22 de junio de 2012

Mas allá del placer y del dolor



Mientras vivamos en la mente, buscando el placer y huyendo del dolor, pasamos de una ilusión a otra, nos movemos en el juego de los opuestos con las leyes de causa y efecto, después del placer, vendrá el dolor, con una cuota de sufrimiento. Pero si me detengo a observar todos estos juegos mentales, lograré desapegarme y darme cuenta que existen zonas más profundas, podré soltar el pasado con sus condicionamientos.
  La libertad, lo sagrado, lo espontáneo está más allá de lo relativo, condicionado y causal..

  Suponiendo que el ser humano llegara a conseguir cumplir todos sus deseos, necesidades, expectativas, etc., seguiría sintiendo en su interior una carencia que lo impulsa al anhelo de infinitud.

  El presentimiento, la intuición de que hay algo más allá del placer y del dolor, nos induce a abrir la puerta de lo desconocido. Nos impulsa la necesidad de vivir en libertad, atravesando el miedo inicial que surge durante algún tiempo.

  Ese trascender el dolor y el placer, significa que lo concreto se vive en una proporción justa y saludable, pues no se trata de negar el placer o el dolor, ni sustituirlos, se vivirá lo que sea más adecuado en cada momento, ya sea a nivel psicológico como fisiológico; y se vive una plenitud independientemente de que la situación sea agradable o desagradable.

  Sólo la comprensión del placer/dolor nos conduce a la sabiduría, y al comprender los opuestos, surge la belleza, se vive sereno, sin apegos, más bien en la aceptación por comprensión. Y si es necesario protestar ante una injusticia o promover lo justo dentro de lo relativo, esto no producirá angustias, ni desbordamientos emocionales.
                                                                                                                                       Juani


miércoles, 13 de junio de 2012

Vuelve a las Raíces


  
 La naturaleza de la consciencia consiste en ser solamente un espejo. El espejo no tiene elecciones propias. Refleja lo que aparece delante de él, sea bueno o malo, hermoso o feo; sea lo que sea. El espejo no tiene preferencias, no juzga y no condena. La naturaleza de la consciencia, en su origen, es exactamente igual que un espejo.
  Cuando un niño acaba de nacer refleja lo que aparece ante él. No dice nada, no interpreta. En el momento en que entra la interpretación, el espejo pierde la propiedad de reflejar. Entonces ya no es puro. Entonces está lleno de opiniones, trastornado, dividido, fragmentado. Se ha vuelto esquizofrénico.
  Cuando la consciencia se divide y deja de reflejar, se convierte en la mente. La mente es un espejo roto.
  La mente, en su raíz, es consciencia. Si dejas de discriminar, si dejas de hacer divisiones dualistas (eligiendo esto en oposición a aquello, gustándote esto y disgustándote aquello), si te sales de esas divisiones, la mente se convierte de nuevo en un espejo, en pura consciencia.

  Así que todo el afán de un buscador consiste en cómo abandonar todas las opiniones, las filosofías, las preferencias, los juicios, las elecciones. Y esto no debería convertirse de nuevo en otra elección; ese es el problema.
  Intenta entender el problema básico, de otra forma puedes hacer de esto una elección. «No voy a elegir, a partir de ahora ya no voy a elegir más. Ya no estoy interesado en elegir, a partir de ahora permaneceré en un estado de consciencia sin elección.» Y de nuevo vuelves a estar en la misma situación; has vuelto a elegir. Ahora estás en contra de elegir y a favor de no elegir.
  No lo has comprendido. No se puede estar a favor de no elegir, porque al estar a favor, de nuevo se ha convertido en una elección.

    Entonces ¿qué hacer? Sólo se necesita entender, no hay que hacer nada. Lo más elevado se alcanza a través del entendimiento, no a través del esfuerzo.
  Ningún esfuerzo te conducirá hasta ello, porque el esfuerzo siempre es parte de la mente dualista. Entonces rechazarás el mundo y elegirás a Dios; entonces rechazarás las ataduras y elegirás la libertad; entonces perseguirás el moksha, la liberación suprema. Pero de nuevo habrá entrado la mente, y la mente siempre está entrando.

  No puedes hacer nada; simplemente estar atento a toda la situación. Si estás atento, la mente se evapora en una repentina iluminación. De repente eres uno con esa consciencia que es como un espejo; has descendido a tu base, a tus raíces. Y cuando has descendido profundamente a las raíces, toda la existencia desciende a las raíces.
  La existencia se muestra ante ti de la forma que tú seas. Esta es una de las leyes fundamentales. Todo lo que ves depende de cómo lo veas.
 Si eres una mente, si estás dividido, entonces toda la vida estará dividida. La existencia le hace eco a tu ser. Si tienes una mente dividida, entonces todo el mundo aparecerá dividido, entonces el día estará en contra de la noche. Y no es así, porque el día se convierte en la noche, y la noche en día; ambos forman un círculo completo. No están en contra, son complementarios. El día no puede existir sin la noche, y la noche no puede existir sin el día. Así que no pueden ser opuestos; en el fondo son uno.

  La vida y la muerte aparecen como opuestos porque tú estás dividido. De otra forma la vida se vuelve muerte y la muerte se vuelve vida. El mismo día que naces has empezado a morir. Y en el momento en que mueres aparece una nueva vida. Es un círculo; el círculo chino del yin y el yang, que   incluye todos los opuestos de la existencia: la oscura noche y el luminoso día, la vida y la muerte, el amor y el odio.
  Todos los opuestos están unidos en la existencia. Tú estas dividido en el interior, ellos están divididos en el exterior.

  Cuando vuelves a tu origen y te haces uno, de repente toda la existencia se alinea y se hace una. Cuando eres uno, aparece Brahma, aparece lo supremo, porque al uno sólo se le puede aparecer el uno; al dos el dos, a lo múltiple lo múltiple. Y tú eres muchos, eres una multitud; ni tan siquiera eres dos. Llevas muchos seres en tu interior.

  Gurdjief solía decir que tú eres una casa en la que nadie conoce al dueño. En la casa vive mucha gente, hay muchos invitados; pero como nadie sabe quién es el dueño, todo el mundo piensa que es el dueño. Y quien sea que en cada momento tome el poder hace el papel de dueño.
  Cuando la ira asume el poder, la ira se convierte en el anfitrión. Cuando el amor se vuelve poderoso, el amor es el anfitrión. Cuando los celos toman el poder, los celos se adueñan de la casa. Pero hay una lucha constante, porque hay muchos invitados y todos quieren ser el anfitrión, el dueño de la casa. Y el dueño, o se ha ido de viaje y no ha regresado, o está durmiendo.
  Tu ser está profundamente dormido. De ahí la insistencia de todos los Cristos, los Krishnas y los Budas: «¡Despierta». Jesús usa constantemente la palabra «despierta»: «Despierta, observa, estate atento». Buda repite constantemente: «Hazte más consciente».
 Ambas cosas significan lo mismo: que si te vuelves consciente, el dueño aparece. Y en el momento (y esto es lo bonito) en que el dueño aparece, los invitados desaparecen. En el momento en que llega el amo, los sirvientes se ponen en fila y reconocen su servidumbre. No pretenden ser lo que no son.   Así que la verdadera cuestión no es luchar contra la ira, los celos o el odio.   La verdadera cuestión es traer al dueño, despertarle. Una vez que está consciente, cada cosa se pone en su lugar. Pero esta consciencia sólo es posible si regresas al origen.
  La mente está destinada a permanecer dividida, no puede volverse una; la propia naturaleza de la mente es así. Intenta entender la naturaleza de la mente.
                                                                                                                                       Osho

viernes, 8 de junio de 2012

El gran camino



Cuando no se entiende el significado
profundo de las cosas,
se perturba en vano la paz esencial de la mente.
El Camino es perfecto, como el espacio infinito
donde nada falta y nada sobra.
De hecho, es debido a nuestra elección
de aceptar o rechazar que no vemos
la verdadera naturaleza de las cosas.
No vivas en los enredos de las cosas externas
ni en los sentimientos internos de vacío.
Mantente sereno, sin hacer esfuerzos,
en la unidad de las cosas,
y tales falsos conceptos desaparecerán por sí solos.
Cuando tratas de parar la actividad
para alcanzar la pasividad,
el propio esfuerzo te llena de actividad.
Mientras estés en un extremo o en el otro,
nunca conocerás la Unidad.
Aquellos que no viven en el Camino único
fracasan en ambas: actividad y pasividad,
afirmación y negación.
Osho