Realidad Esencial




REALIDAD ESENCIAL




Bienvenidos al blog donde investigaremos sobre la Realidad, sobre lo que realmente somos más allá de las apariencias e ilusiones, sobre la no-dualidad.

Lee las entradas con una mente abierta dejando que los contenidos te "resuenen", lo que no puedas aceptar, déjalo para más adelante. No se trata de creer nada, más bien, se trata de investigar por si mismo lo que nos apuntan los grandes maestros. La experiencia nos confirma que somos un potencial inmenso, infinito de amor, inteligencia y energía (en palabras del maestro Antonio Blay) a actualizar, a llevar a la acción…



Espero te sientas a gusto en este espacio creado con amor.

Juani


lunes, 28 de noviembre de 2011

Tú eres el Conocimiento


  La mente existe en un estado de «nunca tener suficiente», por lo que siempre ambiciona más. 
 Cuando te identificas con la mente, te aburres y te inquietas fácilmente. El aburrimiento significa que la mente tiene hambre de nuevos estímulos, de más alimento para el pensamiento, y que su hambre no está siendo satisfecha.
  Cuando estás aburrido, puedes satisfacer el «hambre mental» leyendo una revista, haciendo una llamada telefónica, poniendo la tele, navegando en Internet, yéndote de compras o —y esto es bastante común— transfiriendo al cuerpo la sensación mental de carencia y la necesidad de querer siempre algo más, y satisfaciéndolas brevemente ingiriendo más comida.

 O puedes sentirte aburrido e inquieto y observar la sensación de estar aburrido e inquieto. A medida que vayas dándote cuenta de estas sensaciones, empezará a surgir algún espacio y quietud en torno a ellas Al principio sólo habrá un poco, pero, conforme crezca la sensación de espacio interno, el aburrimiento empezará a disminuir en intensidad y significado. De modo que incluso el aburrimiento te puede enseñar quién eres y quién no eres.

  Descubres que ser «una persona aburrida» no es tu identidad esencial. El aburrimiento, simplemente, es un movimiento interno de la energía condicionada.
  Tampoco eres una persona enfadada, triste o temerosa. El aburrimiento, el enfado, la tristeza o el miedo no son «tuyos», no son personales. Son estados de la mente humana. Vienen y van.
Nada de lo que viene y va eres tú.
«Estoy aburrido»; ¿quién sabe esto?
«Estoy enfadado, triste, atemorizado»; ¿quién lo sabe?

Tú eres el conocimiento, no el estado conocido.
                                                                                                                         E. Tolle

sábado, 26 de noviembre de 2011

Soy Tú

                         
  Era un discípulo honesto. Moraba en su corazón el afán de perfeccionamiento. Un anochecer, cuando las chicharras quebraban el silencio de la tarde, acudió a la modesta casita de un yogui y llamó a la puerta.

--¿Quién es? -preguntó el yogui.

--Soy yo, respetado maestro. He venido para que me proporciones instrucción espiritual.

--No estás lo suficientemente maduro -replicó el yogui sin abrir la puerta-. Retírate un año a una cueva y medita. Medita sin descanso.

  Luego, regresa y te daré instrucción. Al principio, el discípulo se desanimó, pero era un verdadero buscador, de esos que no ceden en su empeño y rastrean la verdad aun a riesgo de su vida. Así que obedeció al yogui.

  Buscó una cueva en la falda de la montaña y durante un año se sumió en meditación profunda. Aprendió a estar consigo mismo; se ejercitó en el Ser.

  Sobrevinieron las lluvias del monzón. Por ellas supo el discípulo que había transcurrido un año desde que llegara a la cueva. Abandonó la misma y se puso en marcha hacia la casita del maestro. Llamó a la puerta.

--¿Quién es? -preguntó el yogui.

--Soy tú -repuso el discípulo.

--Si es así -dijo el yogui-, entra. No había lugar en esta casa para dos yoes.

                      Más allá de la mente y el pensamiento está el Ser. 
                                             Y en el Ser todos los seres.


jueves, 24 de noviembre de 2011

La Meditación como forma de vida

 
 Equivocadamente se asume que la práctica meditativa excluye al ser humano de la cotidianidad de la experiencia, impidiendo una vida "común y corriente" a causa de la "leve vaguedad" en que la mente supuestamente se encuentra. Nada más erróneo. La meditación correctamente practicada se asocia a una corriente de atención continua, en la que únicamente se experimenta la intensidad del "aquí y el ahora".

  No existe otra forma de vida más viva y con mayor sentido de realidad respecto al mundo y la acción. Ha de entenderse que, mientras cualquier individuo se encuentre absorto en la atención plena a un objeto cualquiera del Presente, jamás podrá reconocerse como diferenciado de lo conocido; al contrario, el sentido de diferenciación que el individuo vislumbra se asocia a una actividad que implica un proceso discursivo racional respecto a lo que conoce. De tal manera, la dualidad emerge a la conciencia humana tan sólo a causa de que el perceptor introduce su propia historia en la cognición. El vislumbre de memoria, asociado y sobreimpuesto al Presente, provoca sentido de diferenciación entre observador y observado.

  La práctica de la meditación ofrece una forma de vida más atenta y más plena, y sin la inoficiosa actividad histórica que siempre distrae al individuo posándolo constantemente en los mundos de la fantasía y la imaginación. La práctica de estar atento constantemente al Presente permite al experimentador estar mucho "más aterrizado" en el mundo, pues no existe nada diferente en su cognición a aquello que "está aconteciendo".


Modalidades de practicas meditativas No-duales

  Existen dos mundos de los que es posible ser consciente: Interno y Externo. El mundo Interno incluye toda aquella información que es interpretada por la mente sin la intervención de los cinco órganos de los sentidos; esencialmente nos referimos a los pensamientos, sentimientos, emociones y pasiones.
  El mundo Externo incluye toda información que la mente es capaz de interpretar mediante la intervención de los cinco órganos de los sentidos, es decir, todo el universo material: estrellas, sonidos, viento, etcétera.

  La práctica meditativa interna es la más conocida en Occidente. Requiere inicialmente de la desconexión sensorial y, por lo tanto, de una postura quieta y relajada. Se busca situar la atención en el observador mismo y no en lo observado (pensamientos).

  La práctica interna se sostiene en el hecho de que ser consciente de estar pensando corta el pensamiento, introduciendo un estado de atención expectante. Dicha actividad consciente expectante interior permite estar atento al mundo interior que acontece entre "pensamiento y pensamiento", es decir, el observador interno atiende la "muerte" del pensamiento y permanece expectante antes del "nacimiento" del siguiente pensamiento.

  El espacio entre pensamientos se convierte en el trampolín que permitirá, más adelante, tener una experiencia no-dual gracias a que el observador se atestigua a sí mismo y, simultáneamente, es consciente de atestiguar lo observado, es decir, el observador es simultáneamente observador-observado .

  A su vez, la práctica meditativa externa tiene como sustento el hecho de que, al observar el mundo con atención, el perceptor desaparece como agente independiente de la cognición. Para entender dicha afirmación, basta experimentar el mundo con "sorpresa", "novedad" o "asombro", tal como los niños continuamente lo experimentan.

  La disolución del sujeto, en el universo externo, mientras se realiza la práctica externa, provoca una respuesta automática del sistema que actúa, sin que exista interferencia por parte del "yo". Ello implica una acción más eficiente y una capacidad de respuesta más "natural" e inteligente, siempre acompañada de un flujo ininterrumpido de atención.

                                                                                                          Sesha


viernes, 11 de noviembre de 2011

El ego y el Yo



"Como dos aves doradas posadas en el mismo árbol, el ego y el Yo, íntimos amigos, viven en el mismo cuerpo. El primero come los frutos dulces y amargos del árbol de la vida., mientras que el segundo observa con indiferencia." 
                                                                        Upanishad Mundaka



lunes, 7 de noviembre de 2011

Vivir el Presente



  Al vivir con plenitud el presente, no proyecto hacia el futuro porque no me falta nada en el presente, en el ahora soy completa.

  Al aceptar sin juicios “lo que es” me siento satisfecha y no necesito proyectar un “futuro mejor”, por lo que se desvanece el temor y el deseo.

  Al estar plenamente en el presente, no busco un resultado en la meditación, no busco una realización en un futuro, me abro a lo que sucede ahora sin expectativas, sin apegarme a un resultado determinado.

  En el estado de Presencia puedo ver los contenidos mentales sin identificarme con ellos, sin juzgar, sin analizar, sintiéndome calma, en paz y plena.

                                                                                                                      Juani



jueves, 3 de noviembre de 2011

Nada es lo que aparenta ser



Sabed que todas las cosas son como esto:

un espejismo, un castillo de nubes,

un sueño, una aparición,

sin esencia, pero con cualidades que pueden verse.



Sabed que todas las cosas son como esto:

como la luna en un cielo brillante

en algún lago transparente reflejada,

aunque a ese lago la luna nunca se ha desplazado.



Sabed que todas las cosas son como esto:

como un eco que deriva

de música, sonidos y llanto,

y sin embargo en ese eco no hay melodía.

Sabed que todas las cosas son como esto:

como un mago que crea ilusiones

de caballos, bueyes, carros y otras cosas,

nada es lo que aparenta ser.

                                                             Buda