"¿Cómo podría yo jamás pronunciar esas palabras misteriosas?
¿Cómo podría yo decir: Él no es como esto y es como aquello?
Si digo que Él está en mí, el universo se escandaliza de mis palabras.
Si digo que está fuera de mí, miento.
De los mundos internos y externos, Él hace una unidad indivisible.
Lo consciente y lo inconsciente son los taburetes de sus pies.
Ni se manifiesta ni se oculta; no es revelado ni irrevelado.
No hay palabras para decir lo que Él es."
"El sabio enmudecerá, pues la Verdad no puede hallarse en los libros ni en los Vedas.
Me he asociado al armonioso equilibrio del Uno.
He bebido la copa de lo inefable.
"El sabio enmudecerá, pues la Verdad no puede hallarse en los libros ni en los Vedas.
Me he asociado al armonioso equilibrio del Uno.
He bebido la copa de lo inefable.
Encontré la clave del misterio.
Alcancé la raíz de la Unión.
Viajando sin camino llegué al país sin dolor, y la gracia del Gran Señor ha descendido, dulcísima, en mí.
Se canta al Dios infinito como si fuera inaccesible; pero en mis meditaciones, sin mis ojos, yo lo he visto.
Es, de cierto, el país sin sufrimientos, y nadie sabe el camino que a El conduce.
Sólo aquel que encontró ese camino va más allá de la región de los dolores. Maravilloso país, que no puede pagarse con ningún mérito.
El sabio lo ve; el sabio lo canta.
Tal es la última palabra; pero ¿cómo expresar su maravilloso sabor?
Aquel que la saborea una vez, sólo él sabe el gozo que puede dar.
Así se libra el adorador, de todo miedo, así lo abandonan todas las ideas erróneas sobre la vida y sobre la muerte.
Allí, el cielo se llena de música. Allí, llueve néctar.
Allí, vibran las cuerdas del arpa y suenan los tambores.
¡Qué secreto esplendor irradia ese castillo del cielo!
Ya no hay amaneceres ni puestas de sol.
Viajando sin camino llegué al país sin dolor, y la gracia del Gran Señor ha descendido, dulcísima, en mí.
Se canta al Dios infinito como si fuera inaccesible; pero en mis meditaciones, sin mis ojos, yo lo he visto.
Es, de cierto, el país sin sufrimientos, y nadie sabe el camino que a El conduce.
Sólo aquel que encontró ese camino va más allá de la región de los dolores. Maravilloso país, que no puede pagarse con ningún mérito.
El sabio lo ve; el sabio lo canta.
Tal es la última palabra; pero ¿cómo expresar su maravilloso sabor?
Aquel que la saborea una vez, sólo él sabe el gozo que puede dar.
Así se libra el adorador, de todo miedo, así lo abandonan todas las ideas erróneas sobre la vida y sobre la muerte.
Allí, el cielo se llena de música. Allí, llueve néctar.
Allí, vibran las cuerdas del arpa y suenan los tambores.
¡Qué secreto esplendor irradia ese castillo del cielo!
Ya no hay amaneceres ni puestas de sol.
En el océano de revelaciones que es la luz del amor, el día y la noche no forman más que uno.
Alegría eterna; ni dolor ni luchas.
Allí he bebido, llena hasta los bordes, la copa de la dicha, de la dicha perfecta.
No hay lugar allí para el error.
Allí he sido testigo de los juegos de la única felicidad.
He conocido en mí mismo el juego del universo; he escapado al error de este mundo.
Lo externo y lo interno se han hecho para mí un solo cielo.
Lo infinito y lo finito se han unido. Me embriago con la visión del Todo.
La luz invade el universo; es la lámpara del amor ardiendo en el candelero del saber.
Allí no puede deslizarse error alguno, y ya no existe el conflicto de la vida con la muerte."
Alegría eterna; ni dolor ni luchas.
Allí he bebido, llena hasta los bordes, la copa de la dicha, de la dicha perfecta.
No hay lugar allí para el error.
Allí he sido testigo de los juegos de la única felicidad.
He conocido en mí mismo el juego del universo; he escapado al error de este mundo.
Lo externo y lo interno se han hecho para mí un solo cielo.
Lo infinito y lo finito se han unido. Me embriago con la visión del Todo.
La luz invade el universo; es la lámpara del amor ardiendo en el candelero del saber.
Allí no puede deslizarse error alguno, y ya no existe el conflicto de la vida con la muerte."
Kabir en todo su esplendor , cuanta intensidad hay siempre en sus palabras, a veces aturde, pero no puedes dejar de leerlo
ResponderEliminarGracias Juani por este texto magistral
Feliz año