Todo dolor se produce por la rotura de alguna de las cadenas que esclavizan la conciencia en su identificación con lo que no eres tú en esencia, y conforme vamos soltando apegos, experimentamos dolor.
Tu en realidad, eres mucho mas que lo que momentáneamente sientes que has perdido.
Durante gran parte de la vida, hacemos el camino de ida, que consiste en llenar, agarrar, identificar, y de pronto, comenzamos el camino de vuelta, y comenzamos a sentir que crecer equivale a vaciar, a desprenderse, a soltar. Un regreso a casa que, en última instancia, libera, a veces con dolor, al yo profundo de la hipnosis que reduce nuestra conciencia, siempre omnipresente y luminosa.
J.M.Doria
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