Guarda silencio. Cierra tus ojos. Mira hacia adentro lo más profundamente posible.
Esta es la forma.
Al final del camino, tú eres el buda.
Y el viaje es muy corto: un solo paso.
Solo se necesita total urgencia y absoluta honestidad
para mirar directamente a tu propio ser.
Ahí está el espejo; el espejo es el buda.
Es tu naturaleza eterna.
Más y más profundo, tienes que adentrarte
hasta encontrarte a ti mismo.
No lo dudes. No hay miedo.
Por supuesto que estás solo,
pero esta soledad es una gran y hermosa experiencia.
Y en este camino no encontrarás a nadie excepto a ti mismo.
Relájate y sé un espejo vigilante que refleja todo.
Ni esas cosas tienen ninguna intención de ser reflejadas, ni tú tienes ninguna intención de atrapar sus reflejos.
Solo sé un lago silencioso, reflexionando, y toda la dicha será tuya. Este momento presente se convierte en no-mente, no-tiempo, sólo una pureza, un espacio ilimitado.
Esta es tu libertad.
Y a menos que seas un buda, no eres libre.
No sabes nada de la libertad.
Deja que esta experiencia penetre profundamente
en cada fibra de tu ser.
Empaparse, empaparse.
Cuando regreses, regresa empapado
con la niebla de tu naturaleza de buda.
Y recuerda este espacio, así,
porque tienes que cumplirlo las veinticuatro horas
en todas tus acciones.
Sentado, de pie, caminando, durmiendo,
tienes que seguir siendo un buda.
Entonces toda la existencia se convierte en un éxtasis.
Gautama el Buda no es el único Buda en la historia del mundo; ha habido miles de budas alrededor del mundo, en diferentes partes del mundo. Puede que no se los conozca como budas, pero buda simplemente significa ″el despierto″.
La palabra buda simplemente significa el despierto. No era el nombre de Gautama Buda; su nombre era Gautam Siddharth.
Cuando despertó, aquellos que entendieron su iluminación comenzaron a llamarlo Gautama Buda. Pero la palabra buda, también según Gautama Buda, es simplemente inherente a todo ser humano, y no sólo a todo ser humano, sino a todo ser vivo. Es la cualidad intrínseca de todos. Todo el mundo tiene el derecho de nacimiento de convertirse en un buda.
Cualquier persona despierta, en cualquier parte del mundo, tiene derecho a ser llamada buda. Gautama Buda es solo uno de los millones de budas que han sucedido y que sucederán.
La única cualidad que tiene el buda en el centro del ser es la vigilancia, el atestiguar. Testimoniar es toda la espiritualidad comprimida en una sola palabra. Sé testigo de que no eres el cuerpo, sé testigo de que no eres la mente y sé testigo de que eres sólo un testigo. Sólo un espejo que refleja -sin ningún juicio, sin ninguna apreciación, sin ninguna condenación- un espejo puro. Eso es lo que es el buda.
Ser un buda no es ser budista. Un budista es un seguidor, un buda lo sabe.
En el momento en que conoces tu propia budeidad, has llegado a conocer a todos los budas; la experiencia es la misma.
Osho